La falla estructural que se detectó a finales del verano de 2021 ha costado 2,8 millones de euros en reparaciones
¿Reparar o tirar y adquirir uno nuevo? Una pregunta que surge cuando un aparato se nos estropea, por ejemplo, un electrodoméstico, la televisión, un coche con sus años… En ciertas ocasiones, los precios casi no te dan opción a alargar la vida del susodicho. En otras son las complicaciones de la reparación las que desaniman a seguir ese camino. Y en ocasiones merece más la pena tratar de trampear lo que se ha roto para ahorrar tiempo y dinero. Al menos en teoría.
Esa pregunta, ¿reparar o tirar y hacer uno nuevo, qué hubiera sido mejor?, se hacen algunos automovilistas que, desde agosto de 2021 se encuentran a la altura de Frómista, en dirección a Palencia, casi un kilómetro de conos, señales y luces que les empujan fuera de la autovía, porque más adelante hay un puente del que no se pueden fiar. Un puente sobre el Canal de Castilla que está siendo un quebradero de cabeza para la administración estatal, titular de la vía.
Los problemas arrancaron en agosto de 2021 cuando se detectó que los extremos del tablero se estaban combando hacia arriba. Tras el primer susto se ordenó suspender inmediatamente la circulación sobre el mismo hasta que se determinara cuál era el problema y cuál el grado de afección que se había generado en este puente con apenas 13 años de uso en aquel momento y construido por la UTE formada por constructoras Comsa y San José Constructora.
El problema en el atirantamiento
Posteriormente se detectó que se había producido un problema en el sistema de atirantamiento del puente debido a la corrosión de los elementos metálicos que los componían. Una vez localizado el problema, se buscaron las soluciones, pero para ello era determinante tener dinero para las actuaciones, así que a finales del año 2021 el Consejo de Ministros declaró la emergencia de las obras de reparación de la autovía A-67 en este punto con un montante económico de 1.481.747,45 euros.
Con esta se fue trabajando en un proceso que el propio Gobierno calificó como complejo. En respuesta a una pregunta de los senadores populares palentinos Carmen Fernández, Jorge Martínez y Rodrigo Mediavilla (por entonces todavía en el escaño de la Cámara Alta, el Gobierno contestó en mayo de 2022 que “la reparación de los viaductos paralelos de la autovía A-67 a su paso por encima del Canal de Castilla, en el término municipal de Frómista, conlleva una serie de actuaciones de cierta complejidad técnica, puesto que se trata de sustituir el sistema de pretensado activo en los cuatro estribos de apoyo de los dos viaductos. Para ello se van desarrollando los trabajos físicos en la cimentación y en la riostra metálica o parte del viaducto que se apoya en los estribos para que puedan acoger al nuevo sistema de pretensado. Estas actuaciones requieren además de comprobaciones de los cálculos estructurales”.
Respuesta dada tras nueve meses de corte de la autovía A-67 entre Frómista y Piña de Campos y poco más de un mes antes de que se diera, en primera instancia, por cerrada la reparación del viaducto de la calzada en sentido Palencia a principios de julio.
Pero como contestó el Estado, ahora le tocaba el turno al puente gemelo, en sentido Cantabria. En verano se realizaron también cortes de esta calzada, pero o bien temporales o solo de un carril dejando el otro para que los operarios trabajaran sobre el tablero. Sin embargo, también fue necesario desviar una temporada la circulación por la N-611 unos 10 kilómetros.
Tiempo en el que algunas zonas de la Nacional se deterioraron por el paso de los vehículos hasta el punto que en otoño hubo que reasfaltar algunas zonas como las glorietas de conexión con la autovía en Frómista.
Y cuando parecía que, tras arreglarse el puente en sentido norte la crisis de los puentes de la A-67 sobre el Canal de Castilla, a principios de diciembre de 2022 el Ministerio de Transportes volvió a ordenar el cierre de la calzada en sentido Palencia que había abierto en julio.
Al parecer, en el arreglo ejecutado antes de verano o no se impermeabilizó debidamente los elementos del puente o esta impermeabilización no había resultado. “Se trata de unas labores de impermeabilización del tablero. Cuando se actuó en primera instancia se impermeabilizó por debajo. En el otro puente (el de sentido norte) se impermeabilizó por arriba y por abajo durante las actuaciones. Y ahora se ha vuelto al puente en sentido Palencia para impermeabilizarlo en la cara superior”, explicó en diciembre a Palencia en la Red el Subdelegado del Gobierno, Ángel Miguel.
En este último caso, la reparación programada tras el cierre de la autovía a principios de diciembre, consistía en retirar el aglomerado ya extendido, impermeabilizar, echar el aglomerado nuevo y actuar dentro de los cajones metálicos. Unido a esto, reforzar localmente los puentes y repintarlos con pintura resistente a ambientes agresivos.
El problema es que la previsión era acabar esta actuación “antes de Navidades”, como explicó a Palencia en la Red Fernando Diez, alcalde de Frómista, localidad en la que se asientan los puentes. Sin embargo, las precipitaciones que comenzaron a caer por esas fechas aconsejaron retrasar la ejecución del que se espera sea el último arreglo del puente. De hecho, desde la otra calzada se puede observar como ya está extendida una manta de geotextil para impermeabilizar el tablero desde arriba.
Unas obras que se van a culminar, previsiblemente, ahora, por lo que se mantendrá cortada la circulación sobre el viaducto en sentido Palencia hasta el 28 de febrero, trasvasando el tráfico a la N-611 como se ha hecho desde agosto de 2021.
Tirar o reparar.
Volviendo a la pregunta, y sin tratar de dar una respuesta a la misma, algo en manos de los técnicos del Ministerio de Transportes, sí se puede establecer una comparación cercana con un viaducto en Burgos. El del AVE en Frandovínez. Adif mandó tirarlo y volverlo a construir porque durante el proceso de construcción estimaron que las constructoras no habían cumplido con las condiciones, y que el puente no duraría más de 60 años. Un plazo muy breve para una estructura como esta.
El sobre coste de tirar y volver a levantar este viaducto de hormigón de 180 metros de largo por unos 12 de ancho fue de 2,9 millones de euros en 2019 que tuvieron que asumir las empresas constructoras.
En los puentes de Frómista, el gasto ya comprometido por el Estado mediante declaraciones de emergencia es de 2,8 millones de euros. Puentes que tienen en el caso palentino una importante parte metálica y que rozan una longitud de unos 115 metros y una anchura aproximada de 10. Eso sí. Se trata de dos viaductos y no de uno como en Burgos.
En todo caso, como clientes que somos los palentinos, será el resultado final el que determine cuál será el parecer de los comunes mortales sobre la actuación en estos puentes que acumulan más de un año de cortes (entre ambos y en varias fases). Si con el dinero invertido en la reparación se solucionan los problemas, esa será la opción perfecta. Si, en cambio, no se ponen fin a los contratiempos en estos puentes, quedará en la mente la pregunta, ¿porqué no lo tiraríamos y lo haríamos nuevo?
[…] ¿Reparar el puente de la A-67 sobre el Canal o tirarlo y hacerlo nuevo? […]