Los palentinos vencen en un partido malo en el que los alicantinos tuvieron el tiro de triple para forzar la prórroga (60-63)
Partido malo. Pésimo. Horrible. Pocos encuentros del Zunder Palencia en esta temporada han sido tan erróneos. Lo único positivo que se puede sacar fue la emoción hasta el final, que el conjunto no se descompuso pese a las adversidades y el resultado. 60-63 que coloca al Zunder en la Final 4.
Todo tras un encuentro bajo de anotación, y cargado de fallos por parte de los palentinos. Muestra de ello y no es poco, es que en los primeros cinco minutos del partido, los palentinos solo pudieron encestar un punto. De tiro libre. De cuatro lanzados.
El segundo punto también llegó desde el tiro libre, cuando el marcador ya iba 10-1. Para ver la primera canasta en juego de los de Rivero, hubo que esperar hasta que faltaran poco más de tres minutos para acabar el primer tiempo.
Hasta entonces, los alicantinos se habían mostrado mucho más férreos que los palentinos en defensa. Muy encima, hiperactivos. Provocando los fallos, los tiros forzados de los morados. Pegajosos, incluso. Bien en defensa, pero en ataque… les ocurrió lo mismo que al Palencia. Pasado el ecuador del primer tiempo, se atascaron. Y con los 10 puntos con los que llegaron a casi humillar a los palentinos, llegaron al final del cuarto. En buena parte, gracias a que el Zunder evitó sus segunda oportunidades con un Kasibabu que pescaba todo lo que se movía por alto. 9 rebotes en el primer cuarto. Los aficionados se llevaban las manos a la cabeza cuando le veían cazar los rebotes.
También la entrada de Kostadinov y de Germán fue capital en el despegar del Zunder en el primer cuarto para acabar 10-9. Una proyección de 40-36. Impensable con uno de los equipos más anotadores de la liga.
Despega que Palencia
El segundo cuarto parecía que iba a ser más favorable para los de Pedro Rivero. Al menos en el arranque, cuando los palentinos llegaron a poner un 10-13 en 40 segundos de juego, lo que le llevó a Monclova a pedir tiempo muerto.
Los papeles cambiaron en este segundo cuarto. Con un Palencia más intenso en defensa. Más encima de los locales. Logrando una máxima de 7 puntos.
Pero poco dura la alegría en casa palentina. Un ramalazo de los alicantinos los colocó a un punto: 18-19 con apenas cuatro minutos jugados y con los visitantes consumando fallos tontos. Pérdidas de balón en saque, pases que se van al que pasa la mopa… (que ha tenido trabajo extra) tiros de jugadores que no tienen la mano caliente (como Rodríguez) u otros que prefieren no lanzar por no estar en racha como McGrew, muy lejos, tras la lesión, del jugador pilar del equipo.
En todo caso, ninguno de los dos equipos estaba por ganar el encuentro en un festival del fallo abrumador y que acabó los primeros 20 minutos de juego con un marcador de 22-25.
Emoción hasta el final
Tras el descanso no mejoró el partido. Ni para los locales ni para los visitantes. Pero es que ni los jugadores más seguros del Zunder eran capaces de atinar. Con decir que Devin lanzaba y no tocaba aro… Con esto, el partido se empató a 28 puntos.
¿Qué era lo que no funcionaba?. Se podría decir que nada. Porque la presión de los locales tampoco era ya tan intensa. El intercambio de golpes y de fallos se sucedía en ambas canastas. Hasta llegar a un empate a 41 puntos al final del tercer cuarto. 10 de 23 en tiros de campo para Alicante. 8 de 29 para los palentinos dicen a las claras el nivel de acierto hasta ese momento. El porcentaje de tiros de campo de ambos equipos fue al final de 32%. Ambos con 21 de 66.
Y llegó el último cuarto de la serie. Que se extendió y se extendió para sufrimiento de los corazones. Y con el tanteo más amplio de todo el encuentro. Una canasta del Palencia para arrancar el cuarto, pero también un 3 más 1 de Blaylook que puso por delante a los alicantinos, que se fueron de cuatro puntos hasta que un triple de Wintering permitió a los palentinos agarrar el encuentro antes de que se fuera.
A partir de ahí punto arriba, punto abajo hasta que en un arranque de aciertos y de conexión interior con Kasibabu, que firmaba entonces 14 rebotes, pero 0 puntos, enlazó 6 puntos casi seguidos. 6 puntos que fueron la renta con la que los de Rivero llegaron a 1,42 para el final del encuentro.
Eterno
Un tiempo eterno, en el que dio tiempo hasta para una técnica para Rivero por protestar una falta. Punto en el que los locales se colocaron a solo dos puntos. Agónicos los últimos segundos. Y cuando los del Zunder se podían haber ido, MCDonell puso la espada de Damocles sobre los palentinos, ajustando el marcaro a solo tres puntos. A partir de ahí a sufrir, desde el tiro libre. Porque ahí acababan todas las jugadas o minijugadas de los palentinos.
Al final, el Palencia, que lo hizo menos mal que un Alicante muy voluntarioso, pudo sacar adelante el tercer partido de la serie, por un ajustado 60-63. Aunque los mediterráneos pudieron forzar la prórroga con un postrero tiro de tres que a punto estuvo de entrar.
El Palencia espera ya rival que saldrá mañana si gana el Valladolid en Lleida o en el definitivo encuentro en el Pisuerga el viernes que viene si quien lo hace es Lleida.
En los otros encuentros de cuartos de Final, Burgos también le endosó un 0-3 al Estudiantes y también espera rival, al forzar el Coruña el cuarto encuentro ante el Gipuzkoa (1-2)
