Pasecniks encesta ante Birgander. / ACB Photo Víctor Quintana

Los morados supieron atrancar el partido, competir con UCAM Murcia hasta el cuarto final, donde sólo anotaron 10 puntos

Estadísticas del partido

Era un partido importante. El segundo consecutivo en casa y tenía el Zunder Palencia el reto de seguir manteniendo la mala racha del UCAM Murcia en sus salidas. Una victoria en la Liga. Una que le agarrara a la lucha por la permanencia después de la victoria del Breogán ante la Penya.

Y arrancó el partido como le gusta al Palencia. A Palencia. Con su equipo anotando. Encestando para enseñarle la manita a los murcianos. 5-0. Un periodo, el inicial, en el que Pasecniks se impuso al gigante sueco Birgander. En ataque y en defensa. Pero es que todos, o casi todos, los ataques pasaban por el MVP sueco que en los primeros minutos había anotado 4 puntos merced a las jugadas que le fabricaban sus compañeros.

En ataque, el Palencia estaba especialmente activo. Con Brown tirando del carro. Pero volvió el Zunder a pecar: a perder balones, cuatro en el primer cuarto, y los murcianos le empataron el partido a 10. En los siguientes instantes el partido fue de ida y vuelta. Canasta aquí, canasta allí… con buen acierto de los palentinos en los tiros de tres, que llegaron a cerrar el cuarto con un 50% en esos lanzamientos.

Pero para llegar a ese momento hubo que ver lo peor y lo mejor del equipo. La entrada de Van der Vuurst (VdV) no le dio la frescura de otros días. Más bien lo contrario. Porque en el tiempo en el que el neerlandés estuvo en cancha el Zunder erró varios ataques. Cuatro. Unos por pérdidas de balón, otras por robos y otras por agotar tanto la posesión que no había claridad de tiro y claro, los balones no pasaban por el aro.

Pero lo bueno fue la defensa. Porque pese a estar perdidos en ataque, el Zunder supo atar en corto a los visitantes que no lograron tampoco anotar, dejando el marcador en 17-18 durante varios minutos. Sólo, con el único triple anotado por los murcianos en el primer cuarto, lograron desatascar el marcador. Manu Rodríguez dio la réplica llevando el marcador al paso por banquillos en un ajustado 20-21.

El comienzo del segundo cuarto fue fulgurante para el Zunder con una conexión entre VdV y Ndiaye, que logró un dos más uno tras asistencia del base. Fueron los mejores momento de los morados que rubricaron una racha con un tapón de Haarms defendiendo para acabar la jugada con un mate en la canasta contraria: +5 para los locales: 26-21.

Pero el Murcia no se descolgó del encuentro. Presionó y robó y acabó devolviendo el mate al Zunder que entonces volvió a caer en una de sus fases de anodismo. 28-30 en el marcador cuando el marcador se fue. Concretamente el de posesión donde atacaba el Palencia. 20 minutos hasta que las asistencias lograron volver a poner en marcha el mismo.

Entonces el UCAM volvió a su técnica. Mover el árbol… y balón a Birgander que pese a la oposición de Pasecniks demostraba por qué es uno de los jugadores más valorados en la liga. Estaba la noche para accidentes porque minutos después a Greg Whittington se le perdió medio número de la camiseta. Una anécdota mientras el partido estaba de ida y vuelta y Pasecniks se imponía a Birgander en ataque. Pero no estaba fino fallando bandejitas. Hacía lo complicado, marcharse del gigante, pero fallaba al dejar el balón.

Quien sí estaba acertado, y además Justo le dio confianza, fue Manu Rodríguez (en detrimento de Franke), que de nuevo en el epílogo del cuarto enchufó un triple para empatar el marcador a 38 a falta de 26 segundos. Pero solo fue un momento, porque Murcia agotó, tras tiempo muerto, su posesión, anotó y los jugadores palentinos se quedaron viendo cómo botaba el balón sin ir a por el para intentar sacar una nueva jugada cuando aún quedaban 4 segundos. Justo necesitó dar una vuelta a toda su área técnica para descargar su frustración, con la que se marchó al vestuario. El marcador, 38-40.

Segunda parte.

Tras el descanso, el Zunder Palencia se mantuvo por detrás en el marcador. Los palentinos hacían su partido. Pero los murcianos tenían en Birgander, un pilar en ataque que canalizaba las jugadas como el río principal que recoge el agua de los arroyos.

En canasta contraria, Pasecniks hacía de su contrapeso, y sus compañeros dándole balones para sumar 12 puntos antes de que le diera descanso Justo para la entrada de Haarms.

El partido entró entonces en una dinámica bronca. Con protestas de la grada a las decisiones arbitrales. Con más decibelios de los habituales. Y con el Zunder molestando en la oreja del UCAM sólo uno por debajo. Fue entonces cuando los palentinos sacaron la garra. El Pabellón se convirtió en la caldera. Pero en la cancha había que rematar y no se remataba. Esos decibelios también hacían tener prisa a los palentinos cuando podían ponerse por delante en el electrónico.

Al final del tercer cuarto, 56-59.

Y se acabó el aire

De nuevo, un partido ajustado. Un cuarto final con todo por decidir. A lanzar la moneda a ver de qué lado cae. O no.

Porque el arranque del Murcia dejó al Zunder Palencia plantado en los 56 puntos, tomando 9 de ventaja el conjunto murciano gracias a dos triples seguidos después de dos jugadas en las que los palentinos no llegaron a lanzar a canasta al sobar la pelota, sin encontrar alternativas ante la asfixiante presión -lindante con lo antirreglamentario- de los visitantes. Situación que obligó a Marco Justo a llamar al banquillo a los suyos. Su segundo tiempo muerto de la segunda mitad.

Y mientras se reincorporaban, pese a ir por debajo, la grada volvió a gritar “Palencia Palencia”. 56-65 y salida de Chumi para intentar dar al equipo de nuevo brío. Garra. No cejarse llevar por la adversidad.

Y suya fue la primera canasta tras su reincorporación: un robo y mate. Tambien salió a cancha de nuevo Pasecniks, para tratar de encontrar otra vía, en este caso en la pintura. Al menos, para sacar faltas con las que se cargó el Murcia. A falta de casi seis minutos, todas las infracciones serían tiros libres para el Zunder, aunque si las tira Pasecniks no hay muchas posibilidades de que entren (2 de 7 en todo el partido). 60-65.

Y así el partido se le fue escapando al Zunder. Llegaron las prisas. La necesidad de atajar la ventaja visitante cuyos jugadores presionaban en toda la cancha. A falta de cuatro minutos, la ventaja visitante se había vuelto a engrandecer hasta los 9 puntos.  60-69

Benite la dejó en 7, pero salvo Pasecniks, nadie podía parar a Birgander, y el sueco fue incrementando su cuenta hasta los 18 puntos con los tiros libres que le concedían y poniendo de nuevo a los suyos 9 arriba. Fue entonces, a falta de menos de tres minutos cuando el Zunder pareció hacer lo que no ha hecho nunca. Bajar los brazos.

Y también lo nunca visto en le pabellón desde hacía mucho tiempo. Pitos. Los primeros pitidos de la temporada. Para el equipo local, que no lograba encontrar el camino a la canasta. Solo Benite, de tres, puso algo de honrilla y Brown, que pidió el IRS para protestar una decisión arbitral y sacó una falta aunque solo anotó un tiro.

Al final, 66-76 y nueva derrota del Zunder Palencia, que se deshinchó en el último cuarto. Nueva derrota y ya van ocho.

Pese a los pitos durante el juego, la grada despidió a sus jugadores con una ovación.

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