La Procesionaria del pino es la plaga más importante de los pinares mediterráneos. Debe su nombre de “Procesionaria” a que se desplaza en grupo de forma alineada, a modo de procesión. Este lepidóptero es un defoliador que constituye la plaga más importante de los pinares mediterráneos, atacando también, aunque de forma menos habitual a cedros y abetos.
Aunque en municipios palentinos se hacen campañas de prevención, su reaparición siempre genera cierta inquietud.
Es el caso de Dueñas y Magaz donde se ha alertado de su presencia y se ha recomendado tomar precauciones en las zonas donde se localicen.
Huéspedes habituales
La procesionaria del pino produce importantes daños, especialmente en pinos, aunque también ataca a cedros y abetos.
Distribución geográfica
La Procesionaria del pino es un lepidóptero típicamente mediterráneo y se distribuye por España, Portugal, Francia, Italia, zonas costeras de Grecia, Turquía, Siria, Líbano, Palestina, Israel, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos, y en algunas zonas de Alemania, Suiza, Hungría y Bulgaria. En España puede localizarse por toda la Península y en Baleares.
Ciclo biológico
En verano aparecen las mariposas de procesionarias del pino; se aparean y la hembra pone los huevos en las acículas de los árboles (así se llaman las hojas de las coníferas). Las orugas nacen a los 30 ó 40 días de la puesta, es decir, entre mediados de septiembre y mediados de octubre (Hemisferio Norte).
Las orugas construyen nidos o bolsones de seda que les sirven de refugio para pasar los fríos del invierno.
Cuando llega la primavera, o finalizando el invierno (desde febrero a primeros de abril), las orugas descienden en fila al suelo, de ahí el nombre de Procesionaria; se entierran y crisalidan dentro de un capullo (ver foto superior de la crisálida).
De las crisálidas surgen en verano las mariposas que se aparearán dando comienzo a un nuevo ciclo.
Imagen: UVa