Vecinos y empresarios reciben con escepticismo e ilusión la adjudicación de las obras de reconversión de La Tejera en un Palacio de Congresos
A. Míguez / ICAL
La antigua fábrica de La Tejera de Palencia se erigió hace más de 20 años como un símbolo de esperanza para el desarrollo económico y turístico de la ciudad tras la promesa de reconvertirla en un moderno Palacio de Congresos. Sin embargo, la falta de avances concretos y las continuas promesas incumplidas han dejado una huella de desilusión y frustración entre los vecinos de la zona que llevan más de dos décadas con vistas a una obra inacabada. Sus expectativas se han ido desvaneciendo con el paso de los años mientras las altas chimeneas de ladrillo y la estructura abandonada de la antigua Tejera se han convertido en parte del paisaje de la ciudad.
Un sentimiento de desconfianza se ha apoderado del barrio pese a que recientemente la Dirección General de Agenda Urbana y Arquitectura del Ministerio de Transportes adjudicó las obras con un presupuesto de 5,1 millones de euros y un plazo ejecución de 24 meses. Sin embargo, los vecinos se muestran escépticos y reconocen que “hasta que no le vean, no se lo creerán”. “Cuando leímos la noticia en la prensa no dábamos crédito. Ha sido, aparte de una sorpresa, una noticia bastante positiva para todos”, reconoció el presidente de la Asociación de Vecinos del Cristo, Pedro Arenillas. “Creemos que es más urgente que nunca el poder impulsar este proyecto y que, por fin, la ciudad pueda contar con un espacio donde poder celebrar congresos y ferias. Nos parece un buen reclamo, no solo a nivel nacional, sino también para movilizar el entorno del Cristo del Otero”, reconoció Arenillas en declaraciones a la Agencia Ical.
En este sentido, como portavoz de sus vecinos, Arenillas destacó el gran impacto que tendría tanto para el barrio como para los negocios locales. “El día que sea una realidad, cambiará muchísimo el aspecto de toda esta zona. Va a ser un antes y un después y reportará beneficios a todos los negocios ya que llegarán más visitantes que quieran tomar un café, almorzar o cenar”, sostuvo.
Una idea que comparte con Iván Palacios que es el propietario de un bar cercano. Tanto es así, que por culpa de la paralización del proyecto ha perdido importantes oportunidades de negocio. Habla de “sentimientos encontrados” ya que, por un lado, sigue teniendo muy presente la frustración por la espera interminable que ahora, se entremezcla con la esperanza renovada ante la posible reactivación del proyecto. “Nosotros llevamos diez años aquí y cuando decidimos abrir el bar nos parecía muy buena idea tener cerca un Palacio de Congresos pero al ver que el proyecto se quedaba en el tintero habíamos llegado a darlo por perdido. Nos apetece que empiecen ya las obras porque puede ser un foco de atracción y va a ser bueno para todos”, expresó este hostelero palentino. ”Para la ciudad es algo interesante tener un Palacio de Congresos y ayuda a que la gente conozca Palencia”, añadió.
David Sánchez tiene depositadas sus esperanzas en este proyecto. Él es el gerente de un hotel ubicado justo enfrente al futuro Palacio de Congresos y, aunque de momento prefiere ser cauteloso sobre la reanudación de las obras, apenas puede ocultar su alegría ante la infinidad de posibilidades que ofrecería una infraestructura de tal envergadura en la ciudad. “Supondría la oportunidad de realizar congresos, exposiciones y ferias atrayendo a un tipo de cliente que hasta la fecha no hemos podido tener porque no disponíamos de los espacios adecuados para celebrar estos eventos”, afirmó Sánchez.
Él ha sufrido en primera persona las nefastas consecuencias de que el proyecto haya permanecido más de veinte años olvidado en un cajón. De hecho, este alojamiento fue bautizado, precisamente, como ‘Hotel Palacio de Congresos’ como anticipación al proyecto. Sin embargo, su paralización afectó y lastró sus expectativas de negocio. “Le llamamos así para que la gente lo pudiera ubicar a la hora de hacer la reserva. Era un plus y esa esperanza de que el proyecto acabara por despegar ha mantenido el hotel a flote a pesar de que la demora se ha convertido en una carga constante”.
En este sentido, Sánchez quiso recordar el potencial económico que tendría para la ciudad el denominado como turismo MICE (Meetings, Incentives, Conferences, and Exhibitions). “Este tipo de turismo genera anualmente en España 13.000 millones de euros. Es un beneficio para toda la ciudad y para toda la provincia. Con la infraestructura adecuada, se pueden atraer eventos de 400 congresistas que aprecian además, la cercanía de Palencia a grandes ciudades como Madrid y la posibilidad de acoger actividades complementarias relacionadas con la gastronomía, la naturaleza o la cultura”, explicó. Con esa meta en el horizonte, la anunciada reanudación de las obras del Palacio de Congresos de La Tejera aspira a convertirse en un renacimiento económico y turístico para Palencia.
Sin embargo, y pese a los últimos pasos dados por el Gobierno de España para hacer del proyecto una realidad, los vecinos siguen a la espera. “Confiamos en que pronto lleguen las máquinas porque será un motor de desarrollo y prosperidad para todos. Estamos deseando verlo terminado. Será como un sueño hecho realidad”, reconoció Arenillas, que insistió en que hay que remontarse al año1999 para recordar la primera promesa de rehabilitación a manos del arquitecto navarro, Francisco Mangado. Ya en ese momento, se decidió reconvertir la antigua fábrica de cerámicas de ‘Cándido García Germán’ en un centro cultural de congresos, ferias y exposiciones. Sin embargo, todavía hubo que esperar otros siete años más para poder asistir a la colocación de la primera piedra de un proyecto que a día de hoy, en pleno año 2024, sigue durmiendo el sueño de los justos.