Los bomberos también tuvieron que actuar ante el vuelo de un contenedor en el polígono
Tras la calma de toda la tarde, llegó la tempestad. En torno a las 20,30 horas se desató sobre la capital palentina una tormenta, prácticamente seca, con relámpagos, truenos y viento. Mucho viento.
Tanto que los bomberos tuvieron que actuar en tres localizaciones de la ciudad a causa de desperfectos generados por las ráfagas del viento que según la Agencia Estatal de Meteorología superaron los 65 km/h, acercándose a los 70, durante los momentos de mayor virulencia.
Así, se desplazaron hasta la carretera de León en el barrio de Allende el Río, donde la rama de un árbol situado junto a la carretera se desgajó y se precipitó sobre la acera y la calzada, a la altura del cruce de la carretera con la calle Hernán Cortés.
Lo cierto es que los bomberos, junto a la Policía Local, no llegaron allí desde su base, sino que minutos antes estaban atendiendo un incendio de maleza en Viñalta. Fuego que, como señalaron desde el Parque de Bomberos, no tuvo nada que ver con la tormenta o un rayo.
El otro árbol que sufrió la dureza de las ráfagas de viento durante esta tarde noche, se localizaba en la calle Toro, en el barrio del Cristo, en las inmediaciones del Paseo sobre el Canal de Palencia.
Igualmente, efectivos del parque de Bomberos de Palencia tuvieron que desplazarse hasta la calle Italia de la capital, en el Polígono, para colocar un contenedor de basura que había sido arrastrado por las fuertes ráfagas de aire
Sin lluvia, pero con descenso de la temperatura
La tormenta trajo aparejada una brutal bajada de las temperaturas. En menos de una hora, en el tiempo que duró el vendaval, los termómetros descendieron una decena de grados. De los 33 de las 20 horas a los 23 que se registraban a las 21 horas. Posteriormente se incrementaron ligeramente.
Lo que apenas trajo la tormenta fue la tan ansiada lluvia. Apenas un litro por metro cuadrado, según la Agencia Estatal de Meteorología.