Se trata de un proyecto creado por el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, adaptado ahora para ser presentado a los alumnos del Campus para contribuir al conocimiento de esta parte de la historia democrática por las jóvenes generaciones
Podrá visitarse hasta el 30 de octubre, de lunes a viernes, de 9:00 a 20:45 horas
Cuando la banda terrorista ETA anunció el cese definitivo de la lucha armada el 20 de octubre de 2011, los estudiantes que ahora comienzan el primer curso de su carrera universitaria tenían unos cinco años de edad. A pesar de la profunda herida que el terrorismo causó en la sociedad española en la Transición, la memoria parece estar perdiéndose en las nuevas generaciones. Y, ante el riesgo que ello supone para la calidad de la democracia, “la Universidad tiene que estar ahí”.
Así lo resume el vicerrector del Campus de Palencia, Julio Javier Díez Casero. “Quien olvida, muchas veces corre el riesgo de repetir los errores. Realmente la Universidad tiene el papel de fomentar que prevalezca la razón sobre la fuerza. Y, entre todos los roles que tiene, está también la revisión histórica y la memoria”.
Con ese fin, preservar la memoria, el Campus de la Universidad de Valladolid en Palencia inauguraba esta mañana la exposición ‘Rolando 2:15-2:45. 50 años de la primera masacre de ETA”, una colección de fotografías y textos que recorre la huella, recoge los testimonios y revisa el impacto histórico del atentado que la banda terrorista vasca perpetró en una cafetería madrileña.
13 de septiembre de 1974
Dos trabajadores de la cafetería Rolando, el sobrino del camarero, dos chicas y un chico jóvenes… Es el perfil de algunas de las víctimas que dejó el atentado cometido el 13 de septiembre de 1974 a las 14:30 horas en este local público ubicado en la calle Correo, junto a la Puerta del Sol, en Madrid.
Trece víctimas mortales y más de 70 personas heridas en el primer atentado indiscriminado de la larga historia de ETA, del que se cumplirá medio siglo este viernes. Fue el ataque con más víctimas hasta que se cometió el de Hipercor, en 1987.
Un ataque contra la población civil sobre el que arroja luz la exposición que se ha presentado hoy en el Campus de Palencia, fruto del trabajo de investigación y recopilación de testimonios realizado por el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, con sede en Vitoria.
Con motivo de la efeméride, esta fundación pública puso en marcha tres actuaciones: en primer lugar, una recopilación de testimonios de víctimas afectadas, que fueron grabadas en vídeo para que puedan estar disponibles para el futuro. En segundo lugar, esta exposición en Vitoria, que ahora itinera en formato adaptado, al Campus de la UVa en Palencia, y que visitará otros campus y sedes expositivas después. Y, por último, la publicación de un libro que se presentará esta misma semana en Madrid.
“La peculiaridad de aquel acto terrorista es que causó un montón de víctimas civiles. Los terroristas parece que querían atentar contra policías, por la proximidad con la Dirección General de Seguridad, pero lo que hicieron fue matar a todos civiles, con la única excepción de un policía”, explicaba en el acto inaugural el presidente del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez.
En el momento en que ETA perpetraba este ataque a la cafetería Rolando, todavía contaba con “la justificación de la lucha contra el Franquismo, omitiendo que el noventa por ciento de sus asesinatos se cometieron en Democracia y que en el Franquismo cometió atentados indiscriminados como este que estamos recordando hoy. El gen terrorista de ETA estaba desde el primer día en la banda”, añade Domínguez.
Precisamente, esa justificación antifranquista “le dio una visión romántica” al grupo terrorista, “que le generó apoyos en muchos países y complicidades que han hecho posible que ETA haya durado tanto tiempo”.
Una oleada terrorista en los años 70
Tal y como relata esta exposición, a finales de los setenta surge una nueva oleada internacional de terrorismo, vinculados con un rechazo a la democracia parlamentaria. Una oleada en la que se enmarcan también atentados como éste, a pesar de que ETA había aparecido unos años antes, y sobre la que el Campus de Palencia quiere aportar contexto para sus alumnos.
El profesor David Mota, del Departamento de Historia Moderna, Contemporánea, de América y Periodismo, experto en estudios de terrorismo, detectaba esa falta de contexto en sus alumnos. Y esa fue su principal motivación para tratar de traer a la Universidad de Valladolid este proyecto del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo. Conocer este atentado de la cafetería Rolando, “poco reivindicado desde un punto de vista memorialístico”, era una manera de acercar a los estudiantes universitarios la historia de una banda terrorista que causó 853 víctimas mortales.
“En el Campus de Palencia tenemos una Facultad de Educación: creíamos que era importante tratar este tipo de contenidos para que los futuros docentes puedan trasladarlo el día de mañana a los más pequeños y a los no tan pequeños”, apunta el también comisario de la exposición.
“Con mi alumnado he ido viendo que cada vez la memoria del terrorismo está más obsoleta, no tienen unas bases firmes al respecto”. La exposición contribuye a trabajar esas bases a través de 22 paneles con textos e imágenes creados con una perspectiva pedagógica, enriquecidas con contenido adicional al que se accede desde distintos códigos QR. Además de la información y los testimonios sobre el ataque a los clientes de la cafetería Rolando, explora algunos de los atentados más significativos de la historia de la banda terrorista, su estructura o sus integrantes.
Puede visitarse libremente en la sala de exposiciones del Campus de La Yutera, en el Aulario, hasta el 30 de octubre, en horario de lunes a viernes de 9:00 a 20:45 horas.