Paola Santos, durante su intervención en el acto de entrega. / ICAL

Paola Santos, cursa en Palencia Grado Superior de Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal, reconoció que “no solo es un logro académico, sino una dedicación, esfuerzo para un campo vital para la sociedad”

La Consejería de Agricultura galardonó hoy a las “joyas” de sus Centros Integrados de Formación Profesional con la concesión de los primeros Premios a la Excelencia, que desde la “voluntad de que se mantengan por muchos años”, pretenden fomentar “la vocación en el medio rural” que permitan el relevo generacional en el campo de Castilla y León.

La sede de la Consejería de Agricultura en Valladolid acogió la entrega de esta primera edición de los galardones que suponen “un reconocimiento especial al esfuerzo de los alumnos de los centros, que van a ser el futuro de nuestra agricultura”, como subrayó, en declaraciones recogidas por Ical, el consejero del ramo, Gerardo Dueñas.

Entre esas “joyas”, se encontraba una alumna del centro palentino de Viñalta: Paola Santos, quien además actuó como portavoz de los jóvenes reconocidos por sus expedientes.

Santos, mejor alumna del Grado Superior de Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal que se imparte en Viñalta, recordó que desde niña sintió “una profunda relación con el mundo animal”, con atención a los caballos en el seno familiar y tras “cuidar de animales en una protectora”. “No solo es un logro académico, sino una dedicación, esfuerzo para un campo vital para la sociedad”, dijo.

Durante su intervención, abordó las vivencias en el Grado de Ganadería y Asistencia sanitaria animal. “He desarrollado un aprecio aún mayor por la complejidad e importancia del sector ganadero. Desde el primer día, he aprendido sobre el cuidado y manejo de los animales, su trazabilidad, fisiología y conocimiento sobre primeros auxilios en pequeños animales. Cada clase teórica y práctica ha sido fundamental”, sostuvo Santos, quien mencionó las visitas a explotaciones ganaderas y ferias del sector. Todo ello, con el reto de “aprender a gestionar y garantizar el bienestar animal”, que más tarde supone “llevar la sanidad y salud a nuestras mesas”. “Nos habéis enseñado que ser ganadero no solo es una vocación, es también pasión”, finalizó.

Mucho Nivel.

El Consejero de Agricultura manifestó que “hay mucho nivel y mucho futuro”, reivindicando el “ejemplo de conexión entre las nuevas generaciones y la vida rural” que supone la formación impartida en los ocho centros y diez ciclos que se desarrollan en la Comunidad, y que pretende seguir creciendo tras pasar de 614 a 643 alumnos en el último año.

Por ello, el consejero anunció el lanzamiento hoy de la nueva campaña de matriculación en los Centros Integrados de Formación Profesional Agraria que la Junta tiene en La Colilla (Ávila), Albillos (Burgos), Almázcara (León), Viñalta (Palencia), Coca y Segovia en la provincia segoviana, Almazán (Soria) y La Santa Espina (Valladolid), con el lema ‘Queremos campo’.

Y es que, como recordó Dueñas, “si no tenemos gente en los pueblos que quiera seguir haciendo actividad agrícola y ganadera, las ciudades lo van a pasar muy mal porque su futuro depende de la producción de alimentos”, y para ello es relevante impartir “formación de calidad a los alumnos”, como “grandes protagonistas de hoy y del futuro”.

En ese sentido, el consejero de Agricultura manifestó que el apoyo a los jóvenes es uno de los “ejes fundamentales” de la actuación de su Consejería, que se despliega en cuatro líneas: el apoyo a la instalación de nueva actividad agraria, que incluye las ayudas de sucesión con un importe de 5,7 millones en lo que va de año; la modernización de las explotaciones de titulares jóvenes, con una cuantía en 2024 que supera los 18 millones de euros para beneficiar a 566 agricultores y ganaderos; la oferta formativa mencionada para “mejorar la cualificación profesional”; y la “diferenciación positiva en la PAC”, donde Castilla y León es, según Dueñas, “referente nacional”.

Gran oferta

Igualmente, el director general de Desarrollo Rural, Jorge Izquierdo, profundizó en esa oferta educativa que presenta la Consejería y cuyo plazo de matriculación arranca hoy con el lema ‘Queremos campo’. “Todos queremos más campo y especialmente más jóvenes en el campo”, comentó Izquierdo, quien ensalzó la “variedad de ciclos ofertados en los ocho centros de la Comunidad”.

Además, este año se lanza el nuevo grado superior en Procesos de Calidad en la Industria Alimentaria, con el fin de “organizar y controlar los procesos de elaboración de productos alimenticios, programando y supervisando las operación y recursos”. Cuenta con salidas profesionales como jefe de línea, planta de fabricación, sección o de almacén, encargado de producción y técnico en laboratorio de control de calidad, que se impartirá en el centro de Ávila.

En total, este curso que ahora termina, y cuyos alumnos recibieron los Premios a la Excelencia del Alumnado en su primera edición, se han desarrollado diez ciclos, cuatro de grado medio y seis superiores, todos ellos de la familia profesional agraria y en menor medida, de la de industrias agroalimentarias y actividades físico-deportivas en el medio rural.

Izquierdo subrayó que uno de los ciclos con mayor demanda y que recibe un mayor número de alumnos procedente de otras comunidades es el Grado Superior de Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal, cuya mejor alumna fue Paola Santos, del centro Viñalta (Palencia). Junto a ella fue reconocido Manuel Navarro en el grado de Paisajismo y Medio Rural, de La Santa Espina; en Gestión Forestal y de Medio Natural, Diana Zayas, del centro soriano de Almazán; y en Vitivinicultura, Adrián Díez, también de La Santa Espina. A partir de este próximo año arranca la novedad del Grado Superior en Procesos de Calidad en la Industria Alimentaria.

Mientras, en Grado Medio, Santiago Andrés Chico, de La Santa Espina, fue el mejor alumno en Producción Agropecuaria; María Docio, de Viñalta, en Producción Agroecológica; Carlos Ignacio Sanz, del CIFP de Coca (Segovia), en Aprovechamiento y conservación del medio natural; Lidia Palomo, de La Santa Espina, en el grado de Elaboración de Aceites de Oliva y Vinos; Lucía Díez, del CIFP de Segovia, en el de Guía en el medio natural y de tiempo libre; y María Díaz, del mismo centro, en el de Actividades ecuestres.

El Itacyl recibirá así, durante un mínimo de seis meses, a estos alumnos premiados en los diferentes ciclos de la rama agraria. Además, los premiados en Guía en Medio Natural y de Tiempo Libre, Aprovechamiento y Conservación del Medio Natural y Gestión Forestal y del Medio Natural, lo harán en la Fundación Patrimonio Natural y la galardonada en el grado medio de Actividades Ecuestres lo hará en la Federación Hípica de la Comunidad. Se trata de una iniciativa de la Consejería para tratar de fomentar el relevo generacional en el sector primario de Castilla y León, e incentivar la formación en el ámbito agrario.

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