El actual arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, natural de Meneses de Campos, es elegido presidente de la Conferencia Episcopal
Asegura que es un apasionado del “fútbol y de leer”
El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, (Meneses de Campos, Palencia, 16 de mayo de 1953), fue elegido hoy nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), para el cuatrienio 2024-2028, con 48 votos en la primera votación. Se impone así a los prelados de Madrid, José Cobo, Oviedo, Jesús Sanz, de Granada, José María Gil Tamayo, y de Burgos, Mario Iceta.
Sustituye a Juan José Omella, cardenal y actual arzobispo de Barcelona, que ocupaba este cargo desde el año 2020. Este nombramiento ha tenido lugar en la mañana del martes 5 de marzo, en el marco de la 124ª Asamblea Plenaria que se celebra en Madrid del 4 al 8 de marzo.
El nuevo presidente de la CEE estudió en Valladolid, en el colegio de los Hermanos de La Salle, y luego en la Universidad, donde obtuvo la Licenciatura en Derecho Civil. Cursó los estudios eclesiásticos en el centro de los Padres Agustinos.
Argüello tomó posesión del Arzobispado el 30 de julio en la Catedral de Valladolid, después de que en junio de 2022 se anunciara, de forma simultánea en Roma y en la ciudad del Pisuerga, su nuevo nombramiento. De esta manera, tomó el testigo de Ricardo Blázquez, que también fue obispo de Palencia y ocupó la Presidencia de la Conferencia Episcopal Española, que había presentado cinco años antes su renuncia al Papa Francisco.
El palentino fue ordenado sacerdote el 27 de septiembre de 1986 para la Archidiócesis que hoy dirige, en la que ha desempeñado los cargos de formador en el seminario diocesano 1986-1997); vicario episcopal de la ciudad y miembro del consejo episcopal, durante tres etapas: (1986-1997, 2003-2009 y 2010-2011).
Asimismo, fue delegado de Pastoral Vocacional (1997-2012); moderador de la Capellanía del Monasterio de la Concepción del Carmen (1997-2011); rector del seminario diocesano (1997-2011); y miembro electo de la Comisión Permanente del Consejo Presbiteral (2003-2008).
Hasta su nombramiento episcopal, fue vicario general y moderador de la Curia diocesana, desde 2011; miembro del colegio de consultores, desde 2000; de la Comisión Permanente del Consejo Presbiteral, desde 2010; del Consejo de Asuntos Económicos y del Consejo Episcopal, desde 2011; miembro de la Comisión Permanente del Consejo Pastoral, desde 2013, y miembro de la Comisión para el Diaconado Permanente, desde 2014.
El 14 de abril de 2016 el papa Francisco le nombró obispo auxiliar de la Archidiócesis de Valladolid. Recibió la consagración episcopal el 3 de junio del mismo año. El viernes 17 de junio de 2022 fue nombrado arzobispo por el Papa. Y el 30 de julio tomó posesión.
Otros datos de interés
En la Conferencia Episcopal ha sido miembro de la Comisión Permanente y desde la Asamblea Plenaria de noviembre de 2022 es miembro de la Comisión Episcopal para el Clero y Seminarios.
También, desde la Asamblea Plenaria de abril de 2022, es el responsable del Servicio de Pastoral Vocacional de la Conferencia Episcopal. Ha sido secretario general de 2018 a 2022. También, miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral y de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades (2017-2018).
Compromisos
Los nuevos presidente y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el arzobispo de Valladolid Luis Argüello, y el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, respectivamente, se comprometieron este martes a tener “un diálogo fluido” con las víctimas de abusos en el seno de la Iglesia.
En un gesto cargado de simbolismo, salieron a las puertas de la sede eclesiástica para saludar y abrazar a víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia que desde ayer se manifiestan frente a la institución.
Así arrancó el inicio de un mandato que les tendrá en sus cargos durante los cuatro próximos años, tal y como decidieron los obispos unos minutos antes. “Hemos querido recoger la protesta. Nos hemos esforzado, y estamos en ello, en la transparencia y poniendo en el centro a cada víctima de estos hechos. Seguiremos quedando con todas las asociaciones de víctimas en los próximos meses porque es nuestro trabajo y lo que debemos seguir haciendo”, apuntó Cobo sobre este inesperado saludo.
“La Conferencia Episcopal es una organización al servicio de la comunión entre los obispos y en la Conferencia tenemos una especial responsabilidad: cuidar ese ejercicio de colegialidad de los obispos de España, su vinculación con el obispo de Roma y alentar a que todo el pueblo de Dios camine unido”. Esas fueron las primeras palabras de Argüello como presidente de la Conferencia Episcopal ante los medios, en el tradicional saludo a la prensa que se realiza tras la elección.
A continuación, el palentino, arzobispo de Valladolid, llamó a los obispos a hacer “un ejercicio de escucha” para dar respuesta a los ciudadanos, y puso el foco en dos problemas de la sociedad: la pobreza del corazón, “de falta de sentido, de pobreza afectiva, de soledad”; y la pobreza monetaria.
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En este punto mencionó expresamente a “tantos jóvenes” que tienen dificultades para “obtener trabajo, para contraer matrimonio y para poner en marcha una familia por las condiciones laborales y de vivienda”. “Y qué decir de la realidad de aquellos que están viniendo de otras partes del mundo buscando un futuro. Nos preocupan esos migrantes que deambulan por nuestras calles”, subrayó Argüello, que sucede al frente de los obispos al cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, tras haber elegido en primera votación por un total de 48 votos.
El presidente de los obispos españoles reconoció que afrontan “muchos desafíos” en esta nueva etapa, y lo harán desde las “fuentes” que tienen, “como la dignidad sagrada de toda vida humana, y la llamada al ejercicio del bien común”. Uno de esos desafíos es la relación con los Gobiernos, tanto con el central como regionales y locales. En este sentido, confió en mantener “una relación respetuosa, leal y crítica” para colaborar en la búsqueda “del bien común” de toda la sociedad española.
“El deseo de estar presentes en la sociedad y en sus decisiones está ligado a la Iglesia”, apuntó Argüello. Una idea en la que también insistió Cobo: “Tenemos que ver dónde está la luz y dónde podemos aportar la luz. Esa es nuestra tarea y la acogemos con vocación de servicio”. “Nos incorporamos a un tren en marcha”, resaltó el arzobispo de Madrid, que fue elegido como vicepresidente para sustituir al cardenal arzobispo emérito de Madrid, Carlos Osoro, con 39 votos.
“Sin bandos”
Argüello y Cobo eran los dos grandes favoritos en esta Asamblea Plenaria, representando cada uno a una corriente distinta dentro de la Iglesia. El arzobispo de Valladolid siempre ha mostrado una línea más conservadora, mientras que el líder de la Iglesia madrileña estaba considerando como un hombre renovador y de perfil más progresista. Sin embargo, Argüello dejó claro en su primera intervención como presidente de la Conferencia Episcopal que ambos son “del mismo bando”. “Del único bando posible, aunque a veces nuestra torpeza al expresarnos nos hace parecer que estamos enfrentados”.
Según Argüello en esta nueva etapa de la institución cada cual, presidente y vicepresidente aportará su realidad y su visión de la sociedad: “Don José es arzobispo de una megalópolis, y yo soy arzobispo de una diócesis media que está muy unida a lo rural”. “No tenemos más programa que lo que la comunión de los obispos vaya diciendo”, subrayó.
En la tarde de ayer, cuando arrancó esta Asamblea Plenaria, Argüello ya había sido el prelado más respaldado en el sondeo preliminar, que no es vinculante, con un 32 votos. El de Meneses de Campos ya conoce la entidad que ahora presidirá, ya que fue su secretario general y portavoz desde 2018 a 2022, cuando se vio obligado a retirarse (le quedaba un año de mandato) al nombrarle el Papa Francisco como nuevo arzobispo de Valladolid.
En cuanto a sí mismo, el nuevo líder de los obispos españoles ha recordado que sus pasiones son “el fútbol y leer”. “Así que puedo ofrecer la forofez de un apasionado por el Evangelio y la iluminación de quien le gusta leer novelas y ensayos”, concluyó.