Ángel Alonso.

Será a las 20 horas, con presencia del autor

Maniac Ediciones, en un evento en la antigua cárcel de Palencia, presentará Un buen acto, la segunda e “impactante” -según la editorial- novela del autor palentino Ángel Alonso, disponible en librerías desde el pasado 9 de septiembre.

La presentación, organizada en colaboración con la Librería Iglesias de Palencia, que contará con la presencia del autor y representantes de la editorial, tendrá lugar el día 20 de septiembre a las 20 horas en Lécrac de la capital palentina.

En Un buen acto, Ángel Alonso transita por los recovecos de la culpa en una búsqueda angustiosa de redención. Un peri­plo intenso a la mente de la protagonista, una mujer atormenta­da que recurrirá a los más retorcidos métodos para encontrar la paz que tanto ansía.

Ángel Alonso

Ángel Alonso, natural de Palencia, desa­rrolla su actividad profesional como ex­perto en automatización y robótica.

Desde muy joven mostró pasión por la li­teratura, sobre todo de género. Eso le llevó a comenzar su andadura en el mundo de la escritura y formarse en escritura creativa en escuelas de prestigio. Fruto de esa ex­periencia, ganó varios concursos literarios y publicó diversos relatos en antologías de distintos certámenes y editoriales, además de su primera novela Lo que quedó de nosotras.

Con un estilo narrativo detallista y de gran plasticidad, Ángel engan­cha a los lectores combinando tramas de corte realista, profundidad psico­lógica y ritmo inquieto donde deja un resquicio abierto a la truculencia.

SINOPSIS

Camila regresa al centro social donde acostumbra a reunirse to­dos los miércoles a las ocho con su grupo de apoyo. Pero no es miércoles y son las nueve y media. Necesita confesarse con el padre Porfirio, un excura que colgó los hábitos por una crisis de fe.

Su pecado: un asesinato.

En la confesión, Camila relatará su vida dominada por el miedo, la vergüenza y la culpa. Todo ello cambiará el día que conozca a Ilena, una enigmática mujer. Gracias a ella comprenderá que para estar en paz consigo misma es necesario hacer un buen acto. Uno que compense todas sus malas acciones.

Pero lo que Camila no alcanza a comprender es que todo buen acto exige un sacrificio.

Y no hay sacrificio sin sangre ni dolor.

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