El pavo de Thanksgiving Day de Cascajares puede ser el producto ‘palentino’ más consumido en norteamérica pero también se expande en España para Acción de Gracias (este jueves) y Navidades

Si de sopetón pusieran a prueba sus conocimientos sobre las costumbres estadounidenses y le pidieran que nombrara una pequeña lista de sus eventos anuales, es posible que le vinieran a la cabeza las finales de la NBA, la Super Bowl, el encendido del árbol del Rockefeller Center, la ceremonia de los Oscar, el día de la marmota y, seguramente, también se colara entre ese compendio de lugares comunes estadounidenses el Día de Acción de Gracias.  Nos ha llegado, especialmente, a través del cine y la televisión. Esas cenas pantagruélicas presididas por un pavo. Un enorme y sabroso pavo que, desde hace 14 años, gluglutea con acento castellano. Palentino, para más señas.

Porque una empresa palentina, Cascajares, se lanzó en 2011 a la comercialización del protagonista del Día de Acción de Gracias allende el Atlántico. “En 2007, con la empresa como un tiro en España y pensando en la expansión, nos fuimos a EEUU y con el chef Jose Andrés empezamos a pensar en hacer allí con el pavo lo mismo que habíamos hecho en España con el capón”, explica Alfonso Jiménez, CEO de Cascajares.

La apuesta se fraguó y a finales de noviembre de 2011 inauguraron su planta en Norteamérica, en la localidad de Saint-Hyacinthe, Quebec (Canadá), con la vista puesta en este proyecto.

Un producto y una iniciativa empresarial que se consolidó. De hecho fue la punta de lanza de Cascajares en el mercado estadounidense y canadiense cuya previsión para este 2024 es que alcance el 65 de lo que vende la matriz palentina.

Pero lejos quedarse con el Pavo de Acción de Gracias para el mercado norteamericano, hace unos años, Cascajares lo trajo a España. “La innovación viaja rápido”, reflexiona Jiménez a las puertas de un Acción de Gracias que se celebra este jueves y en el que prevén que las cifras de ventas de este producto sigan creciendo en el mercado patrio. Con aves, por cierto, criadas en la dehesa salmantina.

¿Pero quién compra un pavo de Acción de Gracias de Cascajares en España? Desde la factoría de Dueñas, Jiménez apunta a que se trata de dos tipos de personas. Por un lado, los filo-americanos. “Personas que han tenido alguna relación con Estados Unidos y sus costumbres. Que son de allí, que han vivido o estudiado allí, que tienen amigos de allí y llegado el día de Acción de Gracias, lo quieren celebrar”. Por otro, los que, influidos por lo que llega a través de los medios de comunicación de masas, imitan esa tradición para pasarlo bien, “grupos de amigos que quieren unirse y que utilizan la excusa de Acción de Gracias y el pavo para hacerlo. Una celebración prenavideña, en la que por no demasiado por persona, pueden hacerlo”, al estilo americano.

El pavo para Navidad.

Y si bien es verdad que el pavo se asocia últimamente a esas grandes cenas del último jueves del mes de noviembre, no es menos cierto que también era un manjar que no hace tanto tiempo anidaba en las mesas más selectas durante las Navidades en ciudades “como Madrid, Bilbao, Barcelona… La tradición era besugo o pavo”. Por ello, Jiménez considera que no hicieron ‘nada nuevo’ cuando trasladaron ese pavo asado al estilo americano a las fechas navideñas en España, más allá del Día de Acción de Gracias. “Está todo inventado”, reconoce el responsable de Cascajares. Lo único que la empresa palentina ha simplificado su preparación. 30 minutos al horno y listo para la mesa de Navidad.

De ahí que sus pavos, ibéricos de bellota, engordados en la dehesa salmantina, se hayan convertido también en uno de sus productos estrella para la campaña de Navidad en España, en la que sobresale, como buque insignia del fénix cerrateño, el capón que los lanzó a la fama hace 20 años. Aunque, confiesa Jiménez, quien hoy por hoy vence en número de ventas es su hermana pequeña; la pularda. Con todo, el portfolio de productos se completa con el cochinillo, lechazo, jarretes de ternera o pato; así como diferentes platos preparados incorporados recientemente. Todo a la venta tanto en distribuidores especializados como a través de la web donde, confiesa, esperan miles de pedidos en las próximas fechas. “En Estados Unidos, por las distancias, está ya todo prácticamente vendido”.

Aquí, somos españoles, y todo se deja para la última hora.

Subasta.

Y si el pódium de Cascajares en Navidades lo componen el capón, la pularda y el pavo, estas tres aves no podían faltar en la Subasta Benéfica que esta tarde-noche, celebrará la empresa palentina en Madrid, en el teatro Barceló.

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Un evento convertido en una cita prenavideña en la que se conjuga la promoción de la propia empresa palentina, con la diversión y la solidaridad, dado que lo recaudado por la venta de entradas, así como por la subasta de las 11 aves que estarán en el escenario, se destinará a la Casa de Caridad de Valencia y a como es tradicional ya a la Fundación Nuevo Futuro. “Hay un buen número de pujadores acreditados”, apunta Alfonso Jiménez. “Va a ser divertido”.

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