María de la Varga y Óscar Noriega, palentinos de la Montaña, dieron la vuelta a España en furgoneta en 2019. Ahora, comparten en un libro su experiencia y recomendaciones para disfrutarlo
Normalmente, cuando se emprende un gran viaje, más si es en plan aventura, la intención suele ser la de vivir nuevas experiencias, conocer muchos sitios y mucha gente. Y cuando el viaje es de seis meses cruzando un país dentro de una furgoneta, entre dos adultos y una perrita, estas intenciones se cumplen triplemente.
Sin embargo, un viaje así puede regalarte algo todavía más valioso: el conocimiento de uno mismo. Emprender un viaje de verano a invierno, dentro de un coche con todos los desafíos, dificultades e increíbles oportunidades que ofrece una aventura así, es tentador para unos, asustador para otros y, siempre, enriquecedor para quien la vive.
La pareja formada por María de la Varga y Óscar Noriega, palentinos de la Montaña, precisamente de Santibáñez de la Peña y de Villanueva de Arriba, puso manos a la obra o mejor, a este fantástico viaje, en 2019, después de alimentar el sueño durante algunos años.
Antes de nada, la cosa era comprar el vehículo y equiparlo con todos los cacharros que transforman un coche en un hogar. Jugaron un décimo de lotería. No tocó. Pero con muchas ganas, ilusión e intenciones decidieron que la mejor suerte es aquella que uno mismo construye.
Entonces vendieron el coche que tenían, dejaron el piso en el que vivieron los últimos cuatro años, finalizaron los proyectos profesionales en los que estaban comprometidos y salieron de su zona de confort. Compraron la tan esperada furgo y tomaron la decisión de acelerarla para pausar un poco la vida. Era un 5 de julio de 2019 cuando María, Óscar y Mía, —una perra de la raza teckel, muy juguetona, cariñosa y feliz- recorrieron los primeros kilómetros de los casi diez mil que estarían por venir.
Mía, esta pequeña viajera de cuatro patitas, es la responsable por el nombre del libro (y por momentos increíbles del viaje, que no os voy a adelantar).
La trufa es precisamente como se suele llamar a la naricilla de los perros curiosos que tienen este imparable deseo de trufear, de olisquear el mundo. Pues así también se llamaría el coche, bautizado La Trufera. Olfatear todo. Recorrer caminos. Atreverse. Sumergirse en este país tan rico y diverso. Esta era la gran tarea.
Empezaron el viaje por Castilla y León, precisamente en la laguna de Sanabria, un sitio especial en la historia de la pareja. Enseguida pasaron por Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña, Castilla la Mancha, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y Extremadura para, por fin, volver al punto de partida, finalizando la aventura en la Montaña Palentina, en los amorosos brazos de la familia.
Como si no bastara vivir este viaje emocionante, para nuestra suerte, la pareja decidió escribir un libro, compartir la experiencia (y dejarnos con los dientes largos, no os voy a mentir). De cada comunidad autónoma visitaron las provincias más importantes y la documentación impresiona por la riqueza de detalles.
Las 406 páginas de la obra tienen sabor a mundo. Hay de todo. Momentos culturales, divertidos, sabrosos, sorprendentes y, principalmente, emocionantes. María, Óscar y Mía descubren rutas, ofrecen miles de opciones para quien desea conocer las entrañas de España, visitan patrimonios únicos del país y comparten camino. Son palentinos y muy palentinos: gente buena, gente de corazón grande. Generosos, abiertos, inmensos. Kilómetro a kilómetro el lector se siente un pasajero más en esta furgoneta.
El libro es como una guía de viajes, pero mucho más. Es un libro para quien alimenta el sueño de viajar de caravana o furgo (o ya viaja, por supuesto), pero mucho más. Es un libro de cultura, gastronomía, deportes de aventura, arquitectura y geografía, pero mucho más. Es como un libro de ilustraciones (increíbles), pero mucho más.
Es un libro sobre soñar, desear y cumplir. Sobre querer y conseguir. Sobre amar: la vida, a las personas, a los animales y a España. Sobre partir y llegar. Sobre creer. Y mucho más.
Por Naide Nóbrega (Viva Palencia Viva)