En toda la comunidad son 160 los que, por restricciones de agua a causa de falta de caudal, contaminación o avería, necesitan aportes externos
ICAL
Es un problema de todos los veranos, pero parece que cada año va a más. Las diputaciones provinciales abastecen de agua en estos días al menos a 160 núcleos de población de Castilla y León por restricciones de agua, las cuales están originadas por falta de caudal, contaminación o avería en las últimas semanas y en la actualidad a causa, principalmente, de la falta de caudal de los ríos, arroyos o acuíferos de los que se nutren, además de la contaminación del suministro o por avería de las instalaciones, según fuentes de la Junta y de las diputaciones provinciales consultadas por la Agencia Ical.
El caso más llamativo y mediático es el de aquellas localidades que se nutren del embalse de Almendra (Salamanca), donde las mancomunidades Cabeza de Horno y Sayagua prohíben consumir de la red en 56 y 50 núcleos de Salamanca y Zamora, respectivamente. De hecho, hoy mismo, el presidente de la Diputación zamorana, Javier Faúndez, anunció que se prevé instalar siete potabilizadoras en sendas localidades de la comarca sayaguesa para compensar la contaminación por metolacloro detectada en el embalse.
Sin embargo, no son los únicos, pues a ellos se suman otros 14 pueblos en Ávila, 12 en Burgos y Soria, seis en Segovia, tres en Palencia y uno en León y Valladolid, en cada caso. Además, se suman otros cinco en la propia provincia de Salamanca que no están vinculados al embalse de Almendra.
Precisamente, Salamanca y Zamora son ahora mismo las más afectadas, con 111 localidades entre ambas, es decir, el 70 por ciento de todos los municipios de la Comunidad que reciben suministro de sus determinadas instituciones provinciales. En estos casos, se trata de poblaciones cuya situación se extienden en el tiempo durante más de una semana, un periodo ya de por sí prolongado, más si cabe cuando son núcleos que soportan la mayor cifra de su población en esta época del año, duplicando e incluso triplicando el número de residentes en algunos casos.
Para ello, la Junta y las nueve diputaciones provinciales cuentan con los denominados convenios de escasez, que permiten cofinanciar el abastecimiento necesario de agua a estos pueblos, ya sea mediante camiones cisterna o con botellas. Un coste que, obviamente, varía bastante a causa del número de días por el que se extienda el corte de suministro o la cifra de habitantes equivalentes en cada momento puntual del verano, en este caso.
Contaminación en Almendra
Así, Salamanca es la provincia con una mayor cifra de localidades con restricciones, con 61, de las cuales 56 núcleos (que pertenecen a 48 municipios), se encuentran en la Mancomunidad Cabeza de Horno, donde existe un importante problema de contaminación de en las fuentes de suministro. Entre ellos figuran, entre otros, Barruecopardo, Cipérez, Encinasola, Masueco y Yecla de Yeltes, Villaseco de los Reyes, Lumbrales, Saucelle, Vitigudino, Aldeadávila de la Ribera, Guadramiro y La Fregeneda. Además, se ha trabajado también en la localidad de Macotera, aunque en este caso por avería de la instalación. Hasta la fecha, y según la Diputación de Salamanca, se han suministrado 168.000 litros con cisternas exclusivamente para este episodio.
Fuera de la mancomunidad, el embalse de Almendra abastece a la localidad de Almendra, que “no ha notificado nada”, y a Villarino de los Aires, que ya ha corregido los niveles.
A ellos se suman otros cinco pueblos de otras zonas de la provincia que se han visto afectados por distintos episodios de contaminación y se están abasteciendo: Cantalpino (por metolacloro) y La Maya (por arsénico y nitrato) y los núcleos de Quejigal, Paradinas de Abajo y la urbanización de La Rad, estos tres últimos afectados también por arsénico. Los cinco son abastecidos por depósitos móviles.
Zamora, por su parte, es la otra provincia más afectada por su relación también con el embalse de Almendra, como le ocurre a Salamanca, todos los pueblos en la comarca sayaguesa. Se trata de 50 núcleos de provincia que pertenecen a una veintena de ayuntamientos, concretamente los de Bermillo de Sayago, el más importante en términos poblacionales, además de Alfaraz, Almeida, Argañín, Carbellino, Fariza, Fresno, Luelmo, Gamones, Moral, Moraleja, Moralina, Muga, Pereruela, Roelos, Salce, Torregamones, Villadepera, Villar del Buey y Villardiegua de la Ribera. A ellos se suman 30 entidades menores: nueve que corresponden a Muga de Sayago, siete de Bermillo, seis de Fariza, cinco de Villar del Buey, dos de Fresno y uno, Escuadro, de Almeida.
Ávila y Soria
En Ávila y Soria, estos días no solo se multiplica la población en las localidades del medio rural, sino también los problemas causados por el suministro del agua. La Diputación abulense trabajar en surtir a 14 municipios de la provincia de agua embotellada por presencia de nitratos y arsénico en los acuíferos.
Se trata de Maello, Cabezas de Alambre, Mamblas, San Vicente de Arévalo, Velayos, Pedro Rodríguez, Bercial de Zapardiel, Bernuy de Zapardiel, Blascosancho, El Bohodón, Constanzana, Muñosancho, El Mirón y Hoyorredondo. En lo que va de año, la institución ha distribuido 853.000 litros en estas localidades. En cuanto a cisternas, hasta ahora no ha habido ningún municipio que las haya solicitado por sequía, pero está previsto que este mes se distribuyan, en principio por la zona del Valle del Corneja.
Otros doce pueblos se encuentran en la misma situación en Soria, aunque con mayor diversidad de las causas de restricción de agua. En cuatro de ellos es únicamente la falta de caudal: Bretún, Golmayo, La Cuesta e incluso algunas zonas de Soria capital. Dos más han necesitado ayuda por sufrir averías (Ciguidosa y Torrearévalo); otras tantas, por cuestiones de contaminación de aguas (Morales y Serón de Nágima).
Mientras, hay cuatro localidades que suman varias causas. Es el caso de Alconaba y Arévalo de la Sierra, donde el motivo del suministro por parte de la Diputación es la falta de caudal y avería; y Mezquetillas y La Miñosa, que aúnan falta de caudal y contaminación.
En Palencia
Igualmente, en Burgos, en los meses de julio y agosto, la Diputación Provincial ha abastecido con alrededor de 700.000 litros de agua también a doce localidades, en algunos casos en varias ocasiones: Garoña, La Revilla, Rosales, Revilla de Herrán, Araduega, Salinas de Rosío, Grandival, Rufrancos, La Parte de La Bureba, Revilla-Cabríada, Soncillo y Cornudilla.
La falta de caudal ha llevado a cortar el agua también en una localidad de León, concretamente en Santa Catalina de Somoza, que pertenece al municipio de Astorga. Mientras que en la provincia de Valladolid ha sido necesaria la ayuda de los Bomberos de la Diputación Provincial para trasladar el agua en la Urbanización El Soto, de Aldeamayor de San Martín, a causa de una avería en la bomba de agua de este área.
Igualmente, tres son las localidades palentinas en las que ha intervenido la Diputación de Palencia: Báscones de Ojeda, Cubillo de Ojeda y Puebla de Valdavia, con restricciones con cortes periódicos de agua que, en ocasiones, requiere cisternas para llenar sus tanques.
A esto hay que sumar los problemas que registra la localidad de Boadilla de Rioseco.
En Segovia se ha ayudado a seis poblaciones este verano por las restricciones de suministro. En un primer reparto de agua embotellada, el coste total de la financiación de la Junta, Diputación y los propios ayuntamientos ascendió a 17.391 euros para cinco municipios: Cabañas de Polendos y Carbonero de Ahusín, por nitratos, Grajera, Juarros de Voltoya y Turégano, con un problema ya solucionado. En un segundo suministro, con otro gasto de alrededor de 5.000 euros, se surtió de nuevo a Grajera y Juarros de Voltoya, además de a Melque de Cercos, en estos tres casos, por la presencia de arsénico al bajar el volumen de agua.
Precisamente, el diputado de Acción Territorial de la Diputación de Segovia, Basilio del Olmo, señaló que los “problemas son los mismos que otros años” y en algunos casos, “los mismos pueblos”. “No estamos teniendo muchos problemas. Son cantidades pequeñas, pero seguimos con el suministro y esperemos que no se necesite más”, comentó Del Olmo, quien sostuvo que por las fechas actuales “aún se puede requerir”. En todo caso, vaticinó que desde finales de agosto el consumo baja en los pueblos porque deja de haber tanta gente y “no será más alto que el actual”, con lo que contribuirá a que en muchos casos no sea necesario el suministro de agua embotellada.