El concejal de Fiestas, Francisco Fernández, hace una “valoración extraordinaria” del desarrollo del programa festivo de San Antolín. “No me gusta hablar de éxito sino de trabajo bien hecho, planificado y ejecutado”
La respuesta del público es, para el concejal de Fiestas, Francisco Fernández, la mejor vara de medir la calidad y la variedad del programa de actividades del último San Antolín, que concluyó ayer. “No me gusta hablar de éxito sino de trabajo bien hecho, planificado y ejecutado”, expresa para explicar la clave de una valoración que califica de “extraordinaria”.
Un San Antolín que tilda de “histórico por esa estructura de programa diferenciadora”, que el público ha apoyado con afluencia masiva desde el pregón hasta el concierto final a cargo de Chanel, “constatable también en eventos como el concierto de Rozalén, Coque Malla o especialmente Abraham Mateo”. Pero además, en la consecución de programas especiales y puestas en escena singulares, como el nuevo espectáculo de drones o “el colorido” del A Concejo Internacional.
Fernández hace hincapié en el objetivo final que perseguía el programa festivo: “generar una cohesión mayor en la ciudad con los barrios a través de las actividades de teatro”, creando ese ambiente familiar en torno a las fiestas. Como también ese refuerzo de “nuestra identidad y nuestra tradición a través del A Concejo”.
Puntos a mejorar
A pesar de la satisfacción, Francisco Fernández ha recordado que “comenzamos las fiestas con el triste suceso en el Recinto Ferial”, que supone una reflexión también para el equipo que diseña la programación.
Y, además, ha querido admitir los puntos flacos sobre los que se trabajará, comenzando por la distribución del programa de mano. “Tenemos un debe con el reparto del programa en las casas, que es algo que tenemos que tomar en conciencia para ver cómo desarrollar el año que viene de forma perfecta, que es como debe de ser”.
