Un grupo de viajeros trasborda del tren al autobús en la estación de Palencia. / Óscar Herrero

Las obras que afectan tanto a la línea convencional como a la de Alta Velocidad se concentran en el estío, una vez más

Puede parecer un contrasentido, cortar una línea ferroviaria que une el interior con la costa en pleno verano. Cuando los trenes de pasajeros van llenos. Hay personas que además cargan las tintas alegando que no es la primera vez (y posiblemente no sea la última) que esto ocurre en la que une Palencia con Cantabria.  De hecho, será el tercer verano consecutivo en el que hay que cubrir parte del recorrido en autobús. Ahora, se ha planificado un corte total durante el mes de agosto.

Renfe establecerá un servicio alternativo de transporte por carretera entre Palencia y Santander por las obras de la Alta Velocidad

Hace dos por la ejecución de diferentes obras de emergencia en varios puntos de la línea, n concreto entre Osorno y Santander, con trabajos para la ampliación de apartaderos, pero también con la duplicación de las vías en la parte del sector de Cercanías entre Torrelavega y Cantabria.

El verano pasado, desde el verano hasta diciembre, en el tramo entre Torrelavega y Santander, debido a las actuaciones de duplicación y modernización de aquel tramo. En estos casos, de forma consecutiva, pero anteriormente, esta línea ya se vio afectada por cortes similares en verano.

Pero lo cierto es que tiene toda la lógica del mundo. Porque no es Renfe, la operadora la que genera el problema, más bien es la que tiene que solventarlo. Es Adif, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias el que elige el momento de cortar la línea para ejecutar, de forma concentrada unas obras que afectan directamente a la línea convencional (la actual) y de forma tangencial al discurrir actual de los trenes por la construcción de la Línea de Alta Velocidad que en algunos puntos va pegada a la convencional y en otros la cruza.

Obras de la construcción de la Línea de Alta Velocidad entre Palencia y Cantabria. / Óscar Herrero

Y Adif elige este momento, el verano, con toda la lógica. Es cierto que es el momento en el que los trenes de viajeros van más llenos. Pero también es el momento en el que menos trenes utilizan la línea entre Palencia y Cantabria. Porque, aquí el mayor problema lo dan los trenes de mercancías y ahora en verano, esas mercancías se mueven mucho menos. Especialmente con la paralización de la producción, por vacaciones, en las factorías de Renault en Palencia y Valladolid y de Volkswagen en Navarra, que son las que utilizan esta línea para sacar sus vehículos terminados.

Cruce de dos trenes portacoches, uno lleno y otro vacío, en una estación de la línea entre Palencia y Santander. / Óscar Herrero

Y si los principales clientes no usan esa línea, el verano es el momento óptimo para cerrar. Además, está el tema logístico: Por poner un ejemplo: Renfe, para suplir el transporte ferroviario de un tren Alvia S-130, que el presta servicio entre Palencia y Cantabria, con sus 300 plazas, necesita un máximo de seis autobuses.

Pero ¿cuántos camiones necesitarían las automovilísticas para mover, si el cierre se realizara en primavera, todos los vehículos que transporta un tren de mercancías?. Y las indemnizaciones que debería pagar el gestor de infraestructuras.

Tren de mercancías pasando por el apeadero de Amusco. / Óscar Herrero

Así que puestas las circunstancias en la balanza de Adif, entre cabrear a particulares a los que finalmente se les lleva a destino y cabrear a las empresas automovilísticas y ferroviarias que mueven los vagones cargados de turismos (pero también de graneles desde el Puerto de Santander), Adif elige lo primero. Cerrar la línea en verano, pese a la mayor demanda de viajeros particulares, concentrar en ese período de tiempo las obras que puedan afectar al tránsito de trenes, haciéndolas más efectivas y eficientes, para que a la vuelta del verano todo, o casi  todo, vuelva a la normalidad, pero teniendo las actuaciones ya adelantadas y manteniendo sin afecciones graves el tránsito de mercancías.

Así que del 1 de agosto al 1 de septiembre, si coge un billete de Renfe con origen o destino alguna de las localidades entre Palencia y Santander (bien en Alvia o en Media Distancia) sepa que su tren irá por carretera. Haciendo todas sus paradas programadas, claro, pero sobre asfalto y no sobre raíles.

Y no será esta la última afectación del servicio ferroviario que se espera en Palencia en los próximos meses y no solo por un mes, como la ahora anunciada.

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