La empresa plantea comenzar a fabricar autobuses eléctricos en su factoría vallisoletana en el último trimestre de 2024
La compañía angloindia Switch Mobility empleará a un total de 1.554 personas en su fábrica de autobuses eléctricos de Valladolid, que esperan que comience con el proceso de fabricación en el último trimestre de 2024 y que alcance la fase total de la operatividad en 2027, cuando se fabricarían 1.091 autobuses eléctricos al año en tres líneas de producción.
Así se desprende del proyecto presentado por la multinacional ante la Consejería de Medio Ambiente de la Junta para conseguir la autorización ambiental del proyecto, el último trámite que falta para que se pueda comenzar con las obras de construcción de la nueva planta en la carretera de Santovenia, según publica hoy la edición digital de El Día de Valladolid.
El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicó ayer el anuncio de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio por el que se somete a información pública la solicitud de autorización ambiental y estudio de impacto ambiental de la planta de fabricación de autobuses eléctricos, que se había presentado el 13 de febrero.
Esto abre un plazo de 30 días hábiles, contados a partir de hoy, para examinar el expediente de la solicitud y formular alegaciones y observaciones. Tras él, se realizará una propuesta de resolución, estimada para el primer trimestre de 2024, que será clave para iniciar la construcción de la fábrica. Unas obras que tienen un plazo de ejecución de siete meses, por lo que estarían terminadas en el último trimestre.
Switch Mobility cuenta desde el 19 de octubre de 2022 con la licencia municipal de obras para construir su nueva fábrica. De hecho, la previsión inicial era concluir las obras a finales de 2022 y comenzar a producir autobuses eléctricos ‘carbono neto cero’, con una inversión prevista de 100 millones de euros para esta primera fase y la creación de 7.000 puestos de trabajo (2.000 directos y 5.000 indirectos). Pero los cambios en la dirección de la empresa motivaron un replanteamiento del calendario.
Producción y personal
De hecho, en el proyecto que se ha presentado a la Junta de Castilla y León se especifica que “las instalaciones para la fabricación de autobuses eléctricos contarán con una capacidad máxima de 1.091 autobuses al año, que se alcanzará en 2027”. No obstante, se detalla que la producción dentro de las instalaciones será progresiva, y estructurada en 3 fases. La primera se fija para 2024 con la fabricación de 150 autobuses en una única línea de producción.
En 2025 se llegará hasta los 450, pero ya en dos líneas de producción, que en 2026 producirán 820 unidades. Y será en 2027 cuando se implanten tres líneas de producción, con tres turnos de trabajo, para llegar a la producción máxima de 1.091 vehículos. Para ese máximo nivel de trabajo se plantean 5.500 horas de trabajo al año y hasta tres turnos de proceso.
También se detalla que, para desarrollar esta actividad industrial a capacidad máxima, se contará “inicialmente” con una plantilla del 1.554 personas. “Esta estimación de personal serían los empleos directos generados, no se cuantifican los empleos indirectos generados por la actividad”, se asegura, aunque en la presentación del proyecto se habló de 5.000 indirectos.
La compañía también detalla que dentro de esta instalación industrial se procederá a la recepción de las piezas y elementos que integran el autobús para su ensamblaje y soldadura, pintura, montaje y pruebas y control de calidad del vehículo para su expedición, lo que implica un importante movimiento logístico, que necesita también de unos nuevos accesos a la planta. El Ayuntamiento está pendiente de recibir de la Junta de Castilla y León la titularidad del tramo de la avenida de Santander para convertirlo en una vía de doble carril.