Un incendio durante las labores de desmantelamiento de las instalaciones de la antigua Terminor obligan a movilizar a dos dotaciones de bomberos de la Diputación
En Velilla del Río Carrión estaban acostumbrados a ver salir humo de las chimeneas de la Central Térmica y hay quien aún lo echa de menos con añoranza. Pero de unos años para acá ver humo en el espacio que ocupó Terminor no significa generación de electricidad sino posibilidad de problemas.
Y humo, y muy negro, salía esta mañana, en torno a las 11 horas, de las antiguas instalaciones de la central Térmica de Velilla. Todo a casusa de un incendio generado durante las labores de desmantelamiento de las instalaciones velillenses. Tal y como han explicado tanto Iberdrola, propietaria de las instalaciones, como los Bomberos de la Diputación, las llamas y el llamativo y abundante humo negro se generaron al cortar una de las tuberías, recubiertas interiormente por material plástico o goma. Unas tuberías con un diámetro de “entre 650 y 800 milímetros”.
Al aumentar la temperatura del metal debido al corte, se inflamó ese otro material.
En las labores de extinción trabajaron tanto los operarios de la propia instalación como los Bomberos de la Diputación que movilizaron a dos dotaciones de dos Parques Comarcales diferentes como establece su protocolo en caso de viviendas o industrias. Por ello acudieron los efectivos de Guardo y de Saldaña.
Para sofocar las llamas se aisló la zona de la tubería en la que se había declarado el fuego, cortando un tramo de la misma por arriba y por abajo de las llamas. Posteriormente se arrojó agua para extinguir el conato y enfriar la estructura, situada a cierta altura. Pese a ello, como explicaron desde el Parque de Bomberos de Guardo, no fue necesaria la intervención del vehículo de trabajo en altura, dado que la zona afectada contaba con escaleras perfectamente transitables por la estructura.
Las labores extinción se prolongaron durante una media hora, indicaron desde Iberdrola a Palencia en la Red, gracias a la rápida intervención tanto “del personal de la central y de los equipos de bomberos locales”. Además, resaltaron que “no ha habido ningún daño personal, material ni del entorno”. Los trabajos de enfriamiento y control se alargaron cerca de dos horas para certificar que todo fue un susto. Sólo un susto.