El Palencia renunció a jugar rápido y no pudo parar el torbellino anotador del Betis y Hughes (85-68)
Quinta jornada de la Primera FEB para el Súper Agropal Palencia, en un desplazamiento más que complicado, a la mítica plaza del Municipal de San Pablo de Sevilla ante el Betis. Último de los exigentes exámenes que el curso le había deparado al equipo morado en el arranque de la temporada.
Salió el conjunto palentino a la cancha sevillana con Wintering, Borg, Kamba, Vaulet y Krutwig, y la primera canasta fue suya. No tardaron los palentinos en chocarse contra la barrera sevillana por un lado y sumar, por otro, dos faltas en defensa en menos de dos minutos: Vaulet y Borg.
No rebotó el equipo palentino contra la defensa bética, sino que fue listo y pudo abrir grietas, con Vaulet y con Winterig. Donde no encontraba el sitio el equipo palentino era en los rebotes. Casi todos para los béticos. Tampoco en los triples, con Kamba fallón. Y con todo, 14-11 para los locales, mediado el primer cuarto.
Primer cuarto con un ritmo alto, intenso. Vaulet, pudo poner a los palentinos por delante. 14-16. Aunque la igualdad era máxima y nadie se marchaba, con Palencia defendiendo en zona. Al final del cuarto 23-23, mejorando la entrada del Súper Agropal Palencia en el partido. Algo que había reclamado Guil en la previa.
Segundo cuarto.
Si donde fallaba el Palencia hasta ahora era en los primeros cuartos, donde fue un desconocido a partir del segundo.
Bien es cierto que el que le estaba dando la tarde era Hughes que, nada más empezar el segundo cuarto, ya sumaba 13 puntos. También la actuación arbitral que cargaba el apartado de faltas para Palencia. Tres faltas a favor del Betis en menos de un minuto. Tiempo para Mballa, tras las faltas de Chema, emparejado con Kasibabu.
Dimitrov fue quien encestó la primera canasta del cuarto para los morados, con un triple. Pero el Betis había puesto una marcha más y se colocó con un más 5. Tiempo muerto solicitado por Luis Guil tras un parcial de 8-3. 31-26 en el luminoso de San Pablo.
No faltó la técnica para Luis Guil, después de protestar un golpe que Kunkel recibió muy claramente en la cara del jugador del partido: Hughes. Ejemplo de la diferencia de criterio arbitral.
6 abajo para Palencia, al que le costaba anotar. Frente a los morados, el Betis, al que si no anotaba en juego, siempre tenía la segunda oportunidad de los tiros libres. Hasta 14 había lanzado antes del descanso el Betis. Seis los palentinos.
Eléctrico, potente, se mostró el Betis con dos triples seguidos para poner el más 11 a su favor, incluso con Hughes ya en el banco. 42-31.
Pero no solo por fuera le hacía daño el Betis al Palencia. También jugando con la paciencia. Amasando la jugada, por dentro, descolocando la defensa morada. Segundo tiempo muerto de Guil. Contestado, ahora sí, con un triple de Kamba en la reanudación. Pero fue la única respuesta, porque las siguientes jugadas acabaron en agua.
Al descanso, 48-35 con un segundo cuarto en el que Palencia se quedó en solo 12 puntos y no supo parar a los jugadores claves del Betis, ni tampoco hacerse con el rebote: 21 para el conjunto hispalense, 10 solo para los de Luis Guil.
Tercer cuarto
Mejoró el Palencia después del descanso tanto en defensa como en ataque. Atrás férreos, aunque se viera a algún jugador morado por los suelos. Adelante con Krutwig, haciéndose enorme, con Kamba volviendo a conectar con el triple. Parcial de 0-7 para los morados para dejar la ventaja local en ‘solo’ siete puntos. Tiempo para los béticos.
Se acabó la reacción morada, con pérdidas, canastas fáciles para los béticos, fallos en los ataques… cuatro faltas para Wintering. Mediado el cuarto, 55-47.
Y Hughes volviendo a hacer sangre en el Palencia. 21 puntos para el base local al fina del partido. Lo mejor para el Palencia, que en ese momento Kamba volvía a lanzar otro misil desde el 6,75 para mantener al equipo. Cuatro triples ya y 12 puntos.
Con un 15 en contra, promovido también por el distinto nivel de los árbitros en cada una de las zonas, Luis Guil tuvo que llamar a los suyos al banco. 65-50 a falta de 1,25.
Para mantenerse en el partido, porque al final del cuarto, ventaja de 12 puntos para los verdiblancos. 67-55.
Último cuarto.
En el inicio del cuarto, el Betis impuso su ritmo. Despacio, sin que hubiera electricidad. No le venía bien ya. Tampoco le hacía falta mucho más ante un Palencia lento, que tampoco tenía en su máximo anotador, Vaulet, un apoyo, con una ristra de fallos. Dos de siete en tiros de campo. Y la ventaja local, en el mismo lugar.
No había ya equipo. No se corría. No se jugaba a muchas posesiones, ADN del Palencia. Solo acciones individuales. Con ello, los morados tardaron casi cuatro minutos en anotar en juego. Y apabullado por un Betis, con su capacidad anotadora, casi sin dar sensación de esfuerzo, ante la impotencia de los palentinos con jugadas de tres y cuatro intentos sin meter y perdiendo a Wintering por la quinta falta a falta de dos minutos para el final, cuando el marcador ya indicaba un 80-62. La desventaja llegó a los 23 puntos.
Al final del partido, 85-68.
El máximo anotador de los palentinos, Kamba, con 14 puntos, y más valorado, Borg, con 14 items.
Próximo partido, el viernes 1 de noviembre, en casa, ante el Alicante.
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