Los vallisoletanos aguantaron hasta después del descanso al que llegaron con una desventaja de sólo tres puntos y los morados logran su décima victoria (90-75)
En la jornada de los derbis, o enfrentamientos navideños por cercanía, le tocó al Súper Agropal Palencia el eterno rival, el Real Valladolid. Un equipo que no está pasando su mejor momento como demostró en la cancha ya casi desde el salto, aunque remontó el vuelo justo antes del descanso. En un partido en el que no hubo himno… al menos de forma oficial antes del encuentro. Aunque el pabellón lo cantó a capella. Luego en el descanso, se pudo desquitar el Municipal.
No es que el Palencia empezara como un cohete o que el Valladolid lo hiciera como una tortuga, pero el símil podría valer. Mucho más ajustados los palentinos en defensa que lograban repeler casi todos los ataques iniciales de los pucelanos. Solo Torres logró, de segunda intentona y de triple, enmendar el mal comienzo de los vallisoletanos. Pero ese casi fue toda la chispa visitante.
En cambio, el Palencia, incluso con los cambios y las rotaciones, lograba cimentar su juego atrás. Parar al rival y luego salir a la contra. Si luego se encestaba a la carrera o con jugada ya elaborada eso lo decidían las circunstancias.
Así con un acierto del 70 en tiros de dos y del 33 en los de tres, recogiendo en el primer cuarto 14 rebotes, los palentinos se imponían en el marcador 24-10 tras los primeros 10 minutos.
Por cierto, cómo se tomaría Guil el partido que incluso ganando se ganó la técnica en el primer cuarto por protestar.
Segundo cuarto.
Tras un parón demasiado largo en el cambio de cuarto entró Nguessan en la rotación palentina. Primeros minutos como morado en el Municipal de Palencia y ante su ex equipo. Y para estrenarse, mate.
Mejoró algo el ataque el Valladolid, o aflojó algo la intensidad de la defensa palentina, que cargaba las faltas. Etapa de errores en las dos canastas. Los palentinos no lograban encestar, pese a algunas jugadas francas. El Valladolid solo a través de los tiros libres, porque en juego, su porcentaje apenas se llegaba al 20%.
Pidió tiempo muerto Guil, pero el Valladolid empezó a jugar exterior. Tirando y anotando de tres para despejar el camino a Wilson por el interior. Pájara de los palentinos que vieron cómo la ventaja se recortaba a solo seis puntos a falta de 2 minutos para el descanso.
Nuevo tiempo muerto de Guil. No estaba aprovechando el Palencia su baza de juego y tiro exterior y la intentó en esta fase del partido. Pero obligado. Y obligado las cosas no salen. Nueva opción: Chema, imponiéndose en la pintura. Pero los vallisoletanos se metieron en el partido gracias a un triple postrero de Demers: 38-35. Parecía un inocentada.
Tercer Cuarto.
Con un intercambio de triples comenzó el partido tras el paso por vestuarios. Borg para el Palencia. De nuevo Demers para los del Pisuerga bajo que seguían cargando su ataque desde el 6,75.
Apareció Borg, no solo hoy en el trabajo sucio, sino también para anotar, para asistir, para repartir juego y el equipo lo notó. Siete arriba para los locales consumidos tres minutos tras la reanudación. También Pablo Hernández con su intensidad característica en defensa para atosigar a los rivales.
Logró marcharse el Súper Agropal de 8 puntos. Renta que obligó al técnico del Valladolid, Lolo Encinas, a llamar a los suyos al banco. 49-41. A la siguiente jugada Kurtwig taponó, Vaulet corrió y sacó una antideportiva de Demers. Dos puntitos desde el tiro libre de Vaulet, y posesión, que acabó con otros dos puntos del argentino.
Se mostró más acertado en ataque el Palencia, y si no entraba a la primera, el rebote ofensivo daba la segunda opción y canasta. En la pintura local, los árbitros se cobraban faltas a los jugadores morados, con el que los pucelanos cogían algo de aire.
La entrada de Kunkel le dio también otra dinámica al equipo palentino. Atacando, como siempre pero también empleándose, molestando al rival en defensa.
Nueva entrada de Nguessan en cancha para pelearse con Vucetic aunque la primera la tuvo con De la Fuente. Nguessan, que parece que sólo sabe anotar de mates. Aunque en su debe, las faltas que comete, o que le pitan. Al final del cuarto, 68-54.
Último cuarto
Sin muchos cambio en el guion siguió el partido. Con los palentinos anotando de dos con entradas y si no con Nguessan para barrer sobre el aro. Los vallisoletanos, tratando de enmendar el marcador desde el triple. Y de vez en cuando lo lograban.
76-58 gastados tres minutos del último cuarto. Y eliminación de Nguessan por quinta falta, tras anotar 12 puntos y 17 de valoración.
Cayó, pese al resultado, el Palencia en la precipitación. Con tiros a lo loco, casi desde el vestuario. Ataques sin la intensidad o el salto suficiente para rematar… Tiempo muerto de Guil. Y eso que gana de 14. 79-63.
Borg se volvió a poner el mono de trabajo. Reboteando, anotando, asistiendo.
Entró a la cancha Vaulet, con menos minutos que otros días, pero mostrando que, aunque pase casi desapercibido, es un puntal del conjunto morado. Minutos sin casi nada ya en juego, pero en la que los palentinos no mostraron piedad de los vecinos. Por cierto, que los árbitros salieron de la cancha pitados.
Al final del partido 90-75 y décima victoria del Súper Agropal Palencia con la que despide el año.
Entre los morados, el máximo anotador Valulet (18 puntos), y el mejor valorado, con 24 items.