Presentación del proyecto Son Para Recordar en Villalumbroso, el 4 de agosto de 2024. Fotos: D. De La Fuente
Presentación del proyecto Son Para Recordar en Villalumbroso con los músicos Loli, José, Raúl, Andrés, Alejandro y Edu, el 4 de agosto de 2024. Fotos: D. De La Fuente

Villalumbroso acogió ayer la presentación de un gran proyecto de recuperación de música tradicional impulsado por Samuel Villarrubia, a partir de grabaciones históricas en 153 pueblos de Palencia

El músico ha seleccionado cerca de 2.000 registros de audio realizados por etnógrafos como Joaquín Díaz en el siglo XX para crear un mapa, reinterpretarlos y grabarlos de nuevo con músicos de hoy

De abuelas a nietas y de padres a hijos. Una tarde de verano al fresco junto al puente con una pandereta entre las manos. Trastocando un poco la letra para meterse con el pueblo vecino… O sonriendo con picardía justo antes de lanzar un verso un poco picante sobre esos novios que se cortejan.

Así se transmitían las canciones populares en los tiempos anteriores a Spotify y TikTok. Antes de que las canciones de comba que se aprenden en el colegio sean solo las que están publicadas en un canal de Instagram sobre educación.

Entonces el pop era eso: pueblo.

Y como era pueblo, los de la ciudad no se enteraban… O no le daban importancia. Trataban de imitar las modas musicales que llegaban procedentes de la tradición anglosajona, grabando sólo lo que se creaba y no lo que se aprendía. Así que muchas de esas tonadas y esos romances, en cuyas letras yacían las costumbres y valores más arraigados, fueron muriendo poco a poco.

Suerte que, en la segunda mitad del siglo XX, comenzaron a surgir antropólogos y etnógrafos que salieron a las plazas y se colaron en las cocinas de los pueblos, con el magnetófono listo para rescatar los últimos sones de sus moradores. Como Joaquín Díaz, Carlos Porro o José María Silva, por ejemplo.

Y suerte también que, en estos tiempos de Spotify, hay quien está dispuesto a tomar el testigo y comenzar a utilizar el algoritmo a su favor.

“Imagínatelo: vas a un pueblo y encuentras un cartel promocional que te da información sobre qué música se tocaba y cantaba allí. Lees un QR y puedes escuchar una grabación actual de esas canciones y enviársela a tu primo, que vive en Bilbao”, sueña el palentino Samuel Villarrubia.

Este músico total, capaz de hacer magia con una dulzaina, una caja o un pito castellano, presentó ayer en público un proyecto que explica con humildad, pero que en realidad tiene aires de gesta: Son Para Recordar.

Samuel Villarrubia es el impulsor del proyecto Son Para Recordar. Fotos: D. De La Fuente
Samuel Villarrubia es el impulsor del proyecto Son Para Recordar. Fotos: D. De La Fuente

Canciones para la memoria que a punto estuvieron de perderse en la efimeridad de la tradición oral… Y que, a pesar de haber sido grabadas en algún momento, corrían el riesgo de olvidarse de nuevo, esta vez en algún archivo depositado en una fonoteca, al alcance únicamente de los investigadores.

 Un hallazgo interesante

A principios de año, Samuel Villarrubia, que forma parte del grupo Carrión Folk y de la Asociación Cultural Tradiciones Vivas, se topó por casualidad con los fondos sonoros que la Fundación Joaquín Díaz había publicado en Wikimedia. Unas 24.000 grabaciones recogidas en distintos lugares, con una gran abundancia de registros en Castilla y León. Parte de ese vasto trabajo documental de la Fundación Joaquín Díaz, con sede en Urueña (Valladolid), fue publicado en esta plataforma pública.

“Escuché más de 5.000 grabaciones de la provincia de Palencia”

Samuel filtró los archivos sonoros de la provincia de Palencia y comenzó a investigarlos. “Escuché más de 5.000 grabaciones, de las que hice una selección de entre 1.500 y 2.000 que podrían servir como base para el trabajo que hacemos en Carrión Folk o para otros proyectos musicales”, ya que este músico tradicional actúa también en un grupo de dulzaineros y está promoviendo nuevas formaciones en dúo y trío.

“Una cosa me fue llevando a la otra… Y se me ocurrió crear un mapa donde cargar los links con las grabaciones de cada lugar, accesible a todo el mundo”. Un proyecto de horas y horas de trabajo altruista que ha cristalizado en la página web www.sonpararecordar.com. Una enorme cantidad de registros que se reparten en un total de 153 pueblos de nuestra provincia.

Pero ordenarlo y divulgarlo no era suficiente para este entusiasta de la música tradicional. “Son grabaciones antiguas, un poquito duras de escuchar para el público general. Así que pensé: ¿y si las grabamos otra vez, con buena calidad? No en estudio y haciendo arreglos y versiones, como solemos hacer los grupos de folk de la actualidad, sino cantándolas y tocándolas como se hacía antes, por gente del pueblo y por músicos populares”.

Empezó él mismo junto con su compañero José Antonio Cañibano, que toca la caja en su dúo de dulzaineros, grabando un primer volumen con temas de la zona de Villalumbroso y sus entornos, que ya pueden escucharse en Spotify y Youtube.

Se metieron en el estudio para tocar los temas interpretados por los dulzaineros conocidos como Los Gabinos a finales de los años 80 y principios de los 90. Y comenzaron un segundo volumen, aún en proyecto, con cantares registrados a una mujer llamada Margarita Delgado, también en Villalumbroso. “De los Gabinos encontramos descendientes, pero no sabemos nada sobre Margarita”, explica Samuel. Y es que conocer la trayectoria de esos últimos trovadores rurales es también una manera de acercarse a la propia historia de las canciones.

El proyecto comenzó en este rincón de la Tierra de Campos porque consiguió algo muy importante: el apoyo de su Ayuntamiento, gracias al empeño personal de su alcalde, Julio Alfonso Escobar. “El trabajo que hacemos es altruista pero hace falta una pequeña inversión”, matiza Samuel. La grabación se hace con calidad pero sin los rigores del estudio profesional. Sin embargo, realiza una masterización en Eldana (el estudio ubicado en Dueñas, propiedad de Alfonso Abad, compañero de Samuel en Carrión Folk) y se pagan unas licencias para poder alojar el archivo en las plataformas de manera permanente.

“Intentamos hacer lo que se hacía hace 50 años, pero con los medios técnicos de hoy”

En este caso, no se busca un acabado profesional sino mantener ese carácter popular y espontáneo. “En el volumen II, en el que estamos trabajando sobre las grabaciones de Margarita Delgado, canta mi mujer y mi hija, toca la guitarra mi compañero Andrés Flórez, de Carrión Folk… Intentamos hacer lo que se hacía hace 50 años, pero con los medios técnicos de hoy”.

En el marco del primer festival de folk de Villalumbroso (Valle del Retortillo), Samuel Villarrubia presentó ayer el proyecto Son para Recordar, dado que se trata del primer municipio que ha apoyado la grabación de los temas de la localidad. El festival continúa esta tarde con un concierto de Carrión Folk a las 19:30 horas.

“No pretendemos viralizar la música tradicional ni mucho menos, nosotros no subiremos a grandes escenarios. Queremos que nuestro escenario sea el altavoz de tu móvil, televisión o vehículo mientras conduces, lees, cocinas, haces las labores de casa o trabajas”, explicaba Samuel. “Son para Recordar nace con el único motivo de dar a conocer los temas tradicionales que nuestros abuelos y bisabuelos cantaban y con los que  disfrutaban, para así mantener el arraigo a nuestra tierra palentina, arraigo que generación tras generación se va perdiendo, quedándose estos temas musicales en el olvido”.

Un proyecto abierto a la participación

A partir de aquí, Samuel pretende darle todo el recorrido posible. De manera altruista, continuará sondeando a las administraciones locales para recabar esa pequeña colaboración que permita, al menos, costear los gastos de edición y publicación de las nuevas grabaciones. Y, sobre todo, abrirá la iniciativa a cualquier músico, profesional o amateur que quiera sumarse a esta gran grabación popular.

“Desde los grupos de dulzaineros hasta los de folk, las cantantes que hay en algunos grupos de jotas, las escuelas de música o las bandas municipales…”, enumera el promotor. Por el momento, ha contado ya con “el apoyo incondicional de Alfonso y Calde de Estudios Eldana, la caja de Jose, las guitarras de Andrés y las voces de Patry, Loli, Clara, Erik y Rober”, a quienes está agradecido no solo por el respaldo musical y técnico, sino sobre todo anímico para su pequeña gran gesta.

La idea es que los Ayuntamientos se hagan cargo también del coste de los paneles informativos con el QR enlazando a los temas de la propia localidad. Y, quién sabe, tal vez “publicar un disco o editar un libro con todos los textos transcritos o con las historias de las canciones… Ya que muchas de esas grabaciones tienen también narraciones y conversaciones entre los protagonistas”, explica.

En paralelo, Samuel Villarrubia, con el apoyo de sus compañeros de la Asociación Cultural Tradiciones Vivas, ha enriquecido ese fondo de Wikimedia aportando otro medio millar de grabaciones que este colectivo tenía realizadas principalmente en la zona del Cerrato, así como los fondos procedentes de distintos proyectos de la Universidad Popular de Palencia.

“Me encantaría que, cuando este trabajo esté terminado, las bandas o escuelas de cada pueblo puedan coger los temas y hacer versiones; que el colegio encuentre canciones de comba de la zona en lugar de las que vienen en el libro de Santillana… Incluso, que esas grabaciones se envíen por whatsapp a los vecinos que viven fuera, para que conozcan qué se cantaba en tiempos de sus antepasados”, explica Samuel.

“Escuchar música de raíz tradicional, tararearla, cantarla y bailarla honrará a nuestros antepasados y perpetuará ese legado cultural inmaterial”

Un proyecto liderado por un solo entusiasta a quienes se están sumando más y más colaboradores, alzando, al unísono, esa voz de la música verdaderamente popular.

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