Debido a su singular emplazamiento, el edificio del pabellón de acceso presenta unas peculiares condiciones higrotérmicas, ya que se constituye en la puerta de acceso a la Cueva de los Franceses, estando directamente comunicado con el interior de ésta.
La entrada a la cueva a través del edificio, y el pozo o sima que constituía la entrada original son las 2 únicas comunicaciones que presenta la cueva con el exterior. Esta circunstancia determina que las condiciones climáticas del interior de la cueva (donde se mantiene una temperatura constante de 10 ºC y una humedad relativa del 90%‐100%) influyan de forma acusada en el edificio.
Para evitar la condensación se debe conseguir que la temperatura superficial del
paramento donde se producen las condensaciones, formaciones de charcos, etc., sea superior a la temperatura de rocío (3ºC).
El sistema a instalar para el control de la patología de humedades por condensación -y para el que la Diputación no ha recibido ninguna oferta al concurso convocado-, será un sistema de ventilación mecánica controlada automatizada, capaz de detectar en función de las condiciones termohigrométricas interiores y la temperatura de los paramentos, cuando la temperatura está próxima a la temperatura de rocío.
La detección de la temperatura de los paramentos interiores próxima a la temperatura de rocío hará que el sistema ponga en funcionamiento el sistema de ventilación mecánica controlada siempre que las condiciones termohigrométricas exteriores sean favorables.
La patología de humedad por condensación, tal y como se explica en el proyecto de la Institución Provincial se manifiesta por la aparición de agua en estado líquido en forma de gotas, pudiendo llegar a formar charcos por acumulación de las mismas.
«Debido a que el edificio alberga la bajada de acceso a la cueva, existe bajo el mismo un
gran volumen de aire con unas condiciones termohigrométricas especiales en cuanto a
temperatura y humedad. El forjado de suelo del edificio de recepción de visitantes, se encuentra en contacto con el ambiente subterráneo que posee una temperatura prácticamente constante, con elevada humedad relativa», se indica.
«La baja temperatura del acceso a la cueva produce el enfriamiento del forjado metálico,
con alta conductividad térmica, disminuyendo la temperatura superficial del suelo del edificio de recepción de visitantes, lo que, unido a la humedad relativa existente en el interior del edificio, provoca las humedades por condensación observadas», se añade.