El Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica ha impuesto la prohibición de ejercer cargos que impliquen contacto esporádico con menores de 18 años al sacerdote gallego Ángel Sánchez Cao, investigado por supuestos delitos de abusos a menores en el año 1980 en el Seminario de la Bañeza (León) y que fue apartado en 2019 de las parroquias y del ejercicio público del ministerio.
El Obispado de Astorga apunta que los resultados de la investigación abierta se enviaron a la Congregación para la Doctrina de la Fe que, tras el estudio del caso, levantó la prescripción de los delitos y, por establecerlo así el Código de Derecho Canónico, se inició un proceso administrativo penal cuya instrucción se delegó al Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica.
Dicho proceso, tal y como precisa el Obispado astorgano a través de un comunicado recogido por Europa Press, ha concluido con la consideración de los hechos imputados como ciertos, de forma que se ha condenado al sacerdote con la prohibición de ejercer cargos que impliquen el contacto esporádico o habitual con menores de 18 años hasta el cumplimiento de los 80 años, así como con la revocación, por el mismo tiempo de la facultad de oír habitualmente confesiones, según el c. 974 par. 1, salvo en los casos previstos en el c. 976.
El Obispado de Astorga recuerda su compromiso en la lucha contra los abusos sexuales, de poder y conciencia, así como con la protección de los menores y personas en situación de vulnerabilidad, tomando todas las medidas necesarias para la prevención de estas situaciones y de actuación cuando se han tenido noticias de hechos tan execrables.
Asimismo, lamenta profundamente estos hechos y reitera su petición
de perdón por el grave daño causado a las víctimas en su desarrollo humano y cristiano. Al mismo tiempo muestra su respeto y acatamiento de las resoluciones canónicas, reitera su compromiso de apoyo a las víctimas dentro del marco normativo establecido, y se afianza en su propósito de seguir trabajando activamente para que los espacios eclesiales sean lugares seguros.
Además de ser apartado desde el 1 de enero de 2019 de las parroquias, ubicadas en localidades ourensanas, se estableció ya entonces, de forma provisional, la prohibición de mantener contacto con menores y con la presunta víctima.
Este párroco, de 68 años, desarrolló sus primeros años como sacerdote en el Seminario de la Bañeza, tras lo que pasó a ejercer en parroquias de A Veiga (Ourense) entre 1986 y 1999.
Desde 1999 ejercía como párroco de parroquias del municipio ourensano de O Barco, del que es natural, como Veigamuiños, Xagoaza y A Pobra.
Además de parroquias en el término municipal de O Barco, tenía otras como la de Arcos de Valdeorras, en el ayuntamiento ourensano de Vilamartín de Valdeorras.
Imagen. C. Episcopal