La Comisión de Desembalse acuerda rebajar los resguardos mínimos del Pisuerga en 10 hm3 y del Carrión en 5, por la evolución de las reservas
Los palentinos tendrán 15 hectómetros más para beber y para regar, aunque esta cantidad tiene especial relevancia para los regantes. Así lo ha acordado la Comisión de Desembalse celebrada en la jornada de hoy. Un órgano de la CHD que ha escuchado, de forma parcial, las demandas de los agricultores de los sistemas de riego del Pisuerga-Bajo Duero y del Carrión.
Y lo ha hecho en el sentido de rebajar el nivel de resguardo que tendrán que tener los embalses palentinos al final de la campaña de riego, tal y como habían solicitado los regantes en la juntas de explotación celebradas hace casi un mes.
La CHD ha entendido que la tendencia que ha seguido el mes de marzo ha sido positiva, ganando músculo hídrico tanto en los pantanos como en las cuencas, y ha levantado un poco la mano de los niveles que se considerarían normales al final de las campañas.
En el Pisuerga.
Así, si en el Pisuerga la habitualidad dicta que a 30 de septiembre, cuando finaliza el año hidrológico, deben quedar en los embalses de Requejada, Ruesga-Cervera y Aguilar 50 hectómetros cúbicos, para este año se ha acordado que sean 40. Esto permitirá dotar a los regantes de los canales que beben de las aguas del Pisuerga entre 2.500 y 3.000 metros cúbicos por hectárea.
No ha sido todo lo que habían demandado los regantes de este sistema que reclamaban un aprovechamiento de hasta 5 hectómetros cúbicos más y que los pantanos se quedaran con apenas 35 al final de la campaña.
Actualmente, en la cuenca del Pisuerga, los tres embalses suman 142,6 hectómetros y aún se prevé que las presas puedan almacenar más agua durante algunas semanas más, especialmente con la llegada de algunas precipitaciones, el deshielo de la poca nieve que queda en la cumbres de las montañas palentinas o, en el mejor de los casos, con nuevas nevadas primaverales.
En todo caso, esa agua que se puede consumir hasta llegar al nivel de resguardo, deben compartirlo los agricultores con el consumo de agua para el abastecimiento humano y con los caudales ecológicos de los diferentes ríos. la cuenca está al 40% de su capacidad.
En el Carrión.
Para el caso del Carrión, la CHD sí ha tenido en cuenta las peticiones de los regantes palentinos, puesto que en la junta de explotación de principios del mes de marzo se solicitó que el nivel de resguardo se redujera hasta los 20 hectómetros cúbicos, cuando lo habitual son 25.
Por tanto, los consumidores de agua del Carrión (regantes y abastecimiento) tendrán cinco hectómetros cúbicos extra hasta finales del verano. Actualmente hay en Compuerto y Camporredondo 95 hectómetros, de los 165 que pueden almacenar. De hecho, esos 95 hectómetros es la capacidad de uno de los dos: el de Compuerto. La cuenca está al 60% de su capacidad.
Retraso de la campaña de riego
El caso es que las lluvias que han permitido aumentar a los dos sistemas en una semana cerca de más de 9 hectómetros cúbicos, también permitirán que la campaña de riego, que debería abrirse este jueves se retrase unos días incluso unas semanas.
Es el de la Comunidad de Regantes del Canal del Pisuerga, la más extensa de la provincia con cerca de 12.000 hectáreas. “De aquí a una semana tendremos una reunión en la que analizaremos la situación, porque ahora no es necesario regar, y veremos cuándo creemos que sea necesario el riego. Si hay suerte, y llueve un poco más, puede que los cereales no haya que regarlos en todo el mes de abril. Y los cultivos de verano, como el maíz o la remolacha, que no serán muchos, igual hay que darles un riego”, explica Alberto Nebreda, presidente de los regantes del Canal del Pisuerga.
En el Carrión, salvo algunas excepciones, se pretende aguantar sin abrir las tomas de agua hasta el 18 de abril. Y si llueve, hasta más tarde, aunque esta semana misma tienen una Junta Central de Regantes en la que se espera oficializar esa fecha.
Esto hará que las reservas puedan alargarse un poco más a lo largo del desarrollo de la campaña. “Con la falta que nos puede hacer esa agua, y cayendo del cielo, no sería lógico malgastarla”, sentencia Nebreda.
En riesgo hídrico
La Comisión de Desembalse de la cuenca del Duero ha acordado los volúmenes mínimos de reserva de los embalses a 30 de septiembre, ante el inicio de una campaña de riego incierta marcada por la sequía. Un contexto en el que la Presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, Cristina Danés, ha destacado la necesidad de trabajar
conjuntamente para preservar un recurso valioso y escaso como es el agua, a través de una gestión eficiente y realista en toda la cuenca.
A pesar del valor de las reservas existentes al final de la campaña anterior (1.184 hm3), por encima de la media de los últimos 25 años, un otoño e invierno seco y extremadamente seco, con los valores pluviométricos registrados más bajos desde 1.951 en el periodo enero-febrero, ha situado los sistemas Tera, Órbigo, Támega-Manzanas, Pisuerga, Arlanza, Riaza-Duratón, Tormes y Águeda en situación de sequía prolongada. Además, según el último informe del Plan especial de sequía, están también en alerta
por escasez hidrológica los sistemas Carrión, Pisuerga, Cega, y TámegaManzanas y Alto Tormes.
Esta escasez de precipitaciones, tanto en forma líquida como en forma de nieve, ha provocado que, desde el inicio del año hidrológico (1 de octubre de 2021) hasta la fecha, las aportaciones de entrada a los embalses gestionados por la CHD en la totalidad de la cuenca hayan sido tan solo del 52% del valor correspondiente a la media de los últimos 25 años.
La situación actual es irregular según sistemas de explotación. Todos están por debajo de los valores medios de reservas, salvo los embalses del sistema Esla y del sistema Adaja.