Investigan a una empresa por tener a un empleado trabajando 108 horas a la semana y viviendo en una caseta de obra con un baño portátil
Las grandes infraestructuras, históricamente, han necesitado de mano de obra barata, tirando, la mayoría de ellas, de la esclavitud por ser la modalidad más barata de ‘contratación’. Las pirámides, los monumentos de Roma, La Muralla China, explotaciones como la de Las Médulas… Tampoco las dictaduras se han librado de la esa esclavitud vestida de otra manera, como trabajos forzados…
Y aunque se pueda considerar la obra de la Alta Velocidad entre Palencia y Cantabria como una de esas grandes obras, la sociedad ha evolucionado lo suficiente como para que la esclavitud haya dejado de estar bien vista. En España, para más señas, desde el 4 de julio de 1870, está prohibida.
No lo ha debido considerar así la empresa a la que la Guardia Civil investiga por mantener en un estado de lo que se podría considerar semi esclavitud a, al menos, uno de sus ‘trabajadores’ en las obras de la construcción de la Alta Velocidad entre Palencia y Cantabria. Porque vivir en el puesto de trabajo y dedicar 108 horas de la semana al empleo, se acercan mucho a llevar una arropea y a moverse con el sonido de las cadenas. La diferencia puede centrarse en que (igual) cobraba un sueldo.
Según ha informado la Guardia Civil, el Benemérito Cuerpo investiga a una empresa (no facilita ni el nombre ni la zona de la obra, por la que se pudiera sospechar el tramo en cuestión en el que se han dado los hechos) por un supuesto delito contra los derechos de los trabajadores por tener contratada a una persona “con un contrato de 20 horas y realizar 108 horas semanales”, apunta la Guardia Civil.
Esto supone que en una semana laboral de cinco jornadas, el hombre tendría un contrato de cuatro horas diarias y, en cambio, pasaba trabajando 21 horas. Si la jornada efectuada se extiende a 7 días (y por tanto, sin jornadas de descanso), aún así supondrían más de 15 horas diarias en el puesto de trabajo.
Visto de otra forma, imagínese entrar en su trabajo a las 00 horas del lunes y no salir hasta las 12 horas del viernes. Es lo que se necesita para cubrir esas 108 horas.
Viviendo en una caseta de obra
El hombre, según ha indicado la Guardia Civil, “realizaba funciones de control de acceso y vigilancia”, cuando en su contrato aparecía que sus competencias eran “otras actividades de limpieza”.
Además, durante las investigaciones iniciales, descubrieron que tenía que dormir en “una caseta prefabricada, a la que sus compañeros de empresa le habían instalado un aparato de aire acondicionado para que no pasara frío y facilitado un baño portátil químico”, para poder realizar sus necesidades fisiológicas.
Estos hechos se pusieron en conocimiento de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Palencia, que pocos días después realizó una inspección junto a la Guardia Civil, constatando “nuevamente las condiciones en las que se encontraba este trabajador”.
Las diligencias instruidas han quedado a disposición del Juzgado de Instrucción Nº1 de Palencia, habiéndose formulado por parte de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Palencia un expediente sancionador por infracción muy grave de normas laborales. Dado que entienden del caso los Juzgados del Partido Judicial de Palencia, se puede entender que los hechos han podido producirse en los municipios de Husillos, Monzón de Campos, Amusco y Piña de Campos. Municipios afectados por los tramos de Palencia Norte-Amusco y Amusco-Osorno, donde además de las grandes constructoras existe una pléyade de empresas subcontratadas.