El sector califica de “abusivos” los servicios mínimos fijados por la Junta y los ayuntamientos
La primera de las seis jornadas de huelga del transporte de viajeros convocada por los sindicatos CCOO, UGT y CSIF ha tenido un seguimiento masivo entre los conductores de Castilla y León, tanto en los de líneas regulares y transporte escolar, como en los autobuses urbanos, con un estricto cumplimiento de unos servicios mínimos que los sindicatos han calificado de “abusivos” y no descartan llevar a los tribunales.
Huelga en los urbanos de Palencia este lunes: un autobús por línea
En el transporte escolar y líneas especiales a centros de trabajo, los servicios mínimos fijados por la Junta eran del cien por cien, y del 50 por ciento para el resto de líneas regulares interurbanas en horario punta. Estos servicios, según confirmaron a Ical fuentes de la Consejería de Educación y de la Consejería de Movilidad, se han cumplido sin incidencias.
Por su parte, en el transporte urbano los servicios mínimos, que en el caso del Valladolid llegaban al 70 por ciento de lo servicios mínimos, se han cumplido con normalidad en las principales ciudades de la Comunidad a excepción de Salamanca, donde los piquetes impidieron la salida de la totalidad de los servicios mínimos, fijados en un autobús por línea. Así, a primera hora de la mañana tan solo se encontraban circulando ocho autobuses, a los que a las 11,30 horas se sumaron cuatro más. No obstante, la situación fue normalizándose y última hora de la mañana circulaban en la ciudad una treintena de autobuses, lo que suponía duplicar los servicios mínimos en todas las líneas.
La principal reivindicación del sector es la aplicación de coeficientes reductores para el establecimiento de una jubilación anticipada específica por las condiciones de riesgo en el trabajo en el sector. Se trata de una reivindicación histórica que los sindicatos empezaron a poner encima de la mesa ya en 2004 y que ha sido motivo, desde entonces, de diferentes movilizaciones, aunque esta es la primera vez que se convoca una huelga general.
El secretario del sector de Transportes de UGT en Castilla y León, Juan Antonio Martínez, además de denunciar unos servicios mínimos que han impedido a muchos trabajadores ejercer su derecho a la huelga, mostró su satisfacción por el alto seguimiento del paro y se mostró convencido de que la patronal se siente a negociar y acepte sus reivindicaciones.
Por su parte, desde CCOO Castilla y León, su secretario del sector de carretera, Luis Villares, también criticó los elevados servicios mínimos establecidos por la Junta en comparación con otras comunidades, y además destacar el masivo seguimiento del paro, también recalcó que la falta de incidentes ha sido la tónica general.
En Valladolid se celebró una manifestación que reunión a unos 300 trabajadores y que después de recorrer varias calles finalizó al mediodía a las puertas de la Delegación del Gobierno. Allí, los representantes de UGT, CCOO y CSIF coincidieron en señalar que la jubilación anticipada para este sector es una cuestión de seguridad vial, dado que a medida que avanza la edad de los conductores las enfermedades profesionales se incrementan exponencialmente.
En la capital vallisoletana, el Ayuntamiento fijó para Auvasa unos servicios mínimos del 70 por ciento. El subdelegado de Gobierno, Jacinto Canales, informó que aunque a primera hora de la mañana hubo algún piquete informativo a la puertas de Auvasa, los servicios mínimos salieron con total normalidad, igual que en la estación de autobuses de la capital.
En Burgos, la jornada de huelga se desarrolló con normalidad y con un amplio seguimiento en la provincia, donde los conductores profesionales secundaron el paro en un porcentaje del 90 por ciento, según aseguró a la agencia Ical el secretario general de la Federación de Transportes de CCOO Burgos, Marcos Citores.
Así, explicó que en el Servicio Municipal de Autobuses Urbanos, al margen de los servicios mínimo, paró en torno al 90 por ciento de la plantilla. En cuanto al seguimiento en las empresas privadas de transporte, Citores estimó un seguimiento del 50 por ciento, si bien reconoció que son “más reacias” a facilitar los datos. “Hay un seguimiento muy desigual en función de la empresa.
León
La normalidad también fue la tónica en León, donde los sindicatos fijaron el seguimiento del paro en más del 70 por ciento. El secretario de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO León, Benigno Salas, también criticó el alto porcentaje de servicios mínimos y recalcó que “la gente ha participado en la medida de las posibilidades. Hay cosas que no se entienden y la Junta hace lo mismo año tras año. Además, no descartó que la movilización celebrada en Valladolid se extienda a otras provincias a medida que avance la convocatoria de paro estatal.
En Palencia los conductores de la empresa municipal Palbus que secundado el paro superó el 50 por ciento, mientras que el secretario general de Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO en Palencia, Agustín Estefanía, denunció que Palbus había incumplido el acuerdo de servicios mínimos y advirtió que esta situación ha creado “una desconfianza que nos hará actuar de manera diferente en próximas ocasiones”.
La falta de incidentes también fue la tónica general en las provincias de Ávila, Segovia y Soria. En el caso de Soria, desde UGT se recalcó el “éxito” de la convocatoria de huelga, que alcanzó un porcentaje del 85 por ciento.
Por último, en Zamora también se cumplieron los los servicios mínimos sin incidencias. “Hay empresas que han seguido de forma ejemplar los servicios mínimos, del cien por cien en el ámbito escolar y de un 50 por ciento en el discrecional y regular. La cuestión es que ha habido empresas que han seguido lo que establece la normativa pero otras, no, como el caso de Autobuses Urbanos de Zamora”, explicó a Ical Luis Castro, secretario general Federación Servicios a la Ciudadanía de CCOO de Zamora. “Tenemos que analizar esa cuestión con nuestros servicios jurídicos pero, en principio, entendemos que conculca la libertad sindical y el derecho a la huelga, porque desconocíamos qué trabajadores tenían que trabajar y qué trabajadores no tenían que trabajar”, añadió.