Castillo de Burgos.

Detienen a un hombre que se atrincheró en la fortaleza del Castillo de Burgos. Había hecho acopio de piedras y las lanzaba a cualquiera que se acercaba al lugar

ICAL

Agentes de la Policía Local de Burgos detuvieron el pasado miércoles 10 de agosto a un varón de 33 años por un presunto delito de atentado contra los agentes de la autoridad y tras intervenir con él hasta en cuatro ocasiones, debido a que estaba alterando gravemente el orden público.

Según fuentes policiales, el primer aviso al teléfono de emergencias 112 tuvo lugar sobre las 15.50 horas, en el que se informaba de que un varón se había introducido en un local de actividad religiosa de la calle Eduardo Martínez del Campo generando altercados y negándose a abandonar el inmueble. Tras la llegada de los agentes, estos decidieron, una vez puestos al habla con esta persona, acompañarle para recibir los servicios del comedor social San Vicente de Paúl, donde a su llegada, y sin motivo aparente, rehusó todo tipo de ayuda y salió huyendo a la carrera.

Poco más tarde, sobre las 17.35 horas, se recibió el segundo aviso, en el que indicaban que un joven totalmente desnudo acometía a los vehículos que circulaban por la carretera del Cerro de San Miguel, dirección a la fortaleza del Castillo. De inmediato, un vehículo de la Policía Local se dirigió al lugar, encontrando a un hombre tendido en la calzada en ropa interior que, al percatarse de la presencia policial, salió huyendo.

Los agentes logran darle alcance y, entre frases incompresibles, cogió una piedra y un palo de grandes dimensiones y volvió a huir ladera abajo mientras amenaza gravemente a los agentes, que esta vez no pudieron darle alcance. Cerca de tres horas más tarde se recibió la tercera llamada, en la que un vecino de la calle Cristóbal de Morales explicaba cómo el hombre que están buscando los agentes se le había acercado con una botella rota y, entre frases incomprensibles, le había pedido agua. Acto seguido le entregó una botella de agua, momento en el que volvió a salir huyendo del lugar en dirección a las laderas del Cerro San Miguel.

A las 21.15 horas, el vigilante de seguridad encargado de velar por el recinto interior y las instalaciones de la fortaleza dio aviso al operador de Sala de la Policía Local donde informaba de la presencia en el lugar de un varón que había escalado a una de las torres de la fortaleza, atrincherándose allí, haciendo acopio de piedras y lanzándolas a cualquiera que se acercase. Hasta el lugar llegaron varias dotaciones de la Policía Local que comprobaron que el hombre estaba encaramado a un lugar inaccesible, al que solo se puede acceder escalando, y que, en un momento dado, mientras profería arengas religiosas, arremetió contra los agentes lanzándoles piedras.

Los agentes tuvieron que intervenir con material de protección, siendo en este caso los escudos y los cascos de vital importancia. Uno de los agentes accedió hasta la zona más próxima para, desde allí, conminar y convencer a esta persona para que deponga su actitud y baje de la torre. Tras un período de negociaciones, el agresor accedió a bajar y fue acompañado por un agente al exterior de la fortaleza, lugar donde aguardaban el resto de agentes para proceder a su detención. De esta forma, L.B., de 33 años de edad, fue detenido como presunto autor de una alteración grave del orden público, amenazas, desobediencia y atentado contra agentes de la autoridad.

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