Casi un centenar de personas, entre familiares, amigos y de la joven que apareció muerta en Traspinedo (Valladolid), se concentra en la Plaza Mayor para reclamar justicia y acusar de “psicópata” al principal sospecho
ICAL
Sara, la prima de Esther López, la joven de Traspinedo (Valladolid) que desapareció hace once meses y que se encontró muerta en una cuneta a las afueras del pueblo el paso 5 de febrero, deseó hoy a su asesino miedo y soledad. No en vano, aseguró que es un cobarde, que es incapaz de confesar y ser valiente. “No hay nada ni nadie más importante que tú mismo”, aseguró.
En el mismo sentido, se pronunció Iria, amiga de la fallecida, quien se preguntó cómo puede existir un ser “así” y respondió que se trata de un “psicópata”, una persona narcisista y que no siente empatía hacia el sufrimiento ajeno ni remordimiento, además de manipular a los que tiene alrededor.
Con motivo de la concentración que cada mes lleva a cabo el Ayuntamiento de Traspinedo para reclamar justicia y pedir que no se olvide a su vecina, Iria reconoció el miedo que sentirá al cruzarse con su asesino por la calle. “Vemos como él y su familia se pasean sin ningún pudor por cualquier sitio, mirándonos altivos, mientras tus padres Chus y Miguel y tu hermana Inés no salen de casa por temor, miedo y ansiedad por la situación que él ha generado”, añadió.
Ante cerca de un centenar de vecinos, familiares y amigos, la prima de Esther deseó que, ojalá, no haya ninguna familia que tenga que pasar por este “terrible calvario”, según recogió la Agencia Ical. Y es que su misiva comenzó uniendo el nombre de Esther con otras asesinadas como Diana Quer, Manuela Chavero, Marta del Castillo y Laura Luelmo. “Me martirizo pensando en el dolor y el miedo que tuvo que pasar Esther en esa agonía a la que fue sometida por su asesino”, precisó
Además, agradeció a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado por el tiempo, la dedicación y el respeto hacia Esther, que demuestran a diario con un trabajo “arduo e incansable”, que “acabará como debe”. Su intervención comenzó con la lectura de un texto de la periodista Raquel de la Rosa Mendoza: “Es injusto que haya personas que decidan acabar con una vida y, sobre todo, es más preocupante que su gente mire hacia su lado, lo cual es incomprensible. Además, es inimaginable el dolor que ellas sintieron e incalculable el pesar de su familia y amiga por que ya no están y por que alguien lo decidió así”, concluyó.
Por su parte, Iria se mostró esperanzada en que se encuentre la prueba o el indicio “definitivo” para acabar con el asesino de Esther en la cárcel. Y es que se preguntó que con “todo” lo que hay encima de la mesa en contra del principal sospecho, Óscar, siga en la calle, “campando a sus anchas y haciendo su vida como si nada hubiera hecho, como si la vida siguiera igual que hace casi un año, antes de arrebatarla la vida”.