Los refugios o chozos de la Montaña Palentina tienen su origen en la
trashumancia de ganados desde el sur de la meseta a los puertos de la Cordillera
Cantábrica.
Esta actividad se remonta al paleolítico y tienen su auge en la Mesta de los siglos s.XIII a XVIII perdurando hasta bien entrado el siglo XX. Los refugios eran utilizados por los ganaderos y familias que acompañaban a los ganados trashumantes y ocupaban estas construcciones durante todo el verano en los puertos de montaña, señala Fundación Patrimonio Natural.
En la actualidad, según se explica en el proyecto redactado para restaurar refugios y chozos en la Montaña Palentina, su uso ganadero prácticamente se ha abandonado, pero algunos de estos chozos se han mantenido y rehabilitando a través de diferentes iniciativas privadas y públicas.
Sin embargo, muchos de ellos, aún
pertenecientes a los Ayuntamientos y Juntas Vecinales o de los pueblos, se
encuentran en avanzado estado de deterioro o completamente derruidos. Estos refugios son un testigo de una forma de vida extinta y suponen un valor
etnográfico de primer orden que merece la pena conservar y poner en valor, añade el proyecto.
A solicitud de la Junta Vecinal de Resoba y de la Junta Vecinal de Celada de Roblecedo, ambas pertenecientes al municipio de Cervera de Pisuerga,
incluyendo además cuatro refugios en el término municipal del Brañosera, se ha
redactado a un proyecto de restauración de refugios tradicionales pastoriles
en el Parque Natural Montaña Palentina.
El objetivo será la restauración de los refugios utilizando técnicas tradicionales y materiales de la zona, permitiendo su reconstrucción tal y como era antes de su deterioro.
Imagen: FP