El equipo palentino disputó la primera ronda de este nuevo formato de la Copa del Rey en diciembre de 2019 contra la Real Sociedad de San Sebastián, conjunto con el que estrechó unos lazos que persisten hasta hoy
Más de cuatro años después de aquel histórico choque, Palencia en la Red vuelve al terreno de juego y al pueblo donde comenzó aquella bonita historia que tuvo alcance nacional
Es un día frío en Becerril de Campos. Y la niebla tan espesa que, en el segundo tiempo, apenas se alcanza a divisar las camisetas de los jugadores desde las gradas del Mariano Haro, el estadio al que da nombre el mítico “León de Becerril”, el 11 veces Campeón de España de campo a través. El Bece disputa un partido de la Tercera RFEF ante la Ponferradina B. A pesar del cambio de nombre, es la misma categoría que militaba en la temporada 19-20, tras salir campeón de la Regional de Aficionados.
Un innovador formato del extinto presidente de la Federación de Española de Fútbol, Luis Rubiales, para su particular Copa del Rey daba entrada a los equipos más modestos del panorama nacional para que tomaran partido en esta importante competición.
El CD Becerril disputó en noviembre de 2019 una previa interterritorial entre los distintos campeones de cada una de las 20 federaciones de fútbol. Un solitario gol de Alberto Melero, ahora retirado y como delegado del equipo que entrena Francis Olea, dio el triunfo al Bece frente al Urraca asturiano en un partido que necesitó de gradas extra y hasta de un nuevo generador, pues se fue la luz en un momento del partido, para acoger tan importante fecha. Con aquel histórico triunfo, el Becerril se mediría ante un rival de entidad que, entre otros, podría ser uno de los 10 equipos de la Primera División española.
La suerte y el destino quiso que la Real Sociedad de San Sebastián fuera el equipo elegido para disputar esa Primera Ronda de la Copa del Rey. Un partido que, al margen de la ilusión deportiva para el conjunto que entonces dirigía Edu Narganes, llevaba aparejada unos complementos económicos que podrían no solo “arreglar” la temporada del Becerril, sino también las que vendrían después.
Más de 200 personas pueblan las gradas del estadio de Becerril en esta tarde de niebla. El presidente del club, Juan Antonio Redondo, se agarra a “nuestro mejor activo, la afición”, que no deja de apoyar al equipo en unos horarios tempranos, pero necesarios para tratar de jugar con luz natural.
Redondo también vivió aquella época copera al frente del Becerril, una que ha quedado impregnada en la historia del equipo: “Lo que vivimos esos días fue algo impensable para un pueblo tan pequeño; un mes entero llamándonos de la prensa y toda la experiencia con la Real”, rememora el presidente. “Un hito importantísimo que se recuerda y dudo que se vuelva a repetir. Hay una peña incluso que sigue yendo a ver a la Real años después”, añade.
Pasados cuatro años de aquellos momentos, el club y la afición siguen con su ilusión y la determinación intacta, aunque el presidente reconoce que “cada vez es más complicado sacar las presupuestos adelante y casi estamos viviendo de las rentas de aquel partido, porque en vez de gastarlo todo, decidimos repartirlo en distintos años”. Con los pies en la tierra y sabiendo que “cada vez somos menos”, Redondo espera mantenerse en esta categoría y seguir adelante: “Siempre con la ayuda de la gente, seguirá habiendo fútbol”.
Uno de los fijos en el Mariano Haro es el primer edil del pueblo, Francisco Pérez, que al igual que el club, ha continuado con esa bonita amistad que surgió entre los dos equipos: “Se sigue teniendo ese gran recuerdo de todo lo que supuso la Copa del Rey y la hemos querido prolongar; este año, el pregonero de las fiestas fue el presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay”, comentó Pérez, al tiempo que aseguró que el recuerdo no solo es importante en lo sentimental, sino también en lo económico, pues coincide con el presidente en que “parte de esos ingresos se incorporan a los presupuestos y hace que se pueden equilibrar”, añadió el regidor de la localidad.
Eso no significa que el Bece le pida menos dinero a su alcalde para sacar adelante un club tan modesto como éste, pues los costes de la vida han subido para todos y eso implica que ahora un simple viaje en autocar es más difícil de asumir para la entidad: “En definitiva, hay que seguir manteniéndolo, lo cual supone un esfuerzo no solo en lo económico, sino también en lo humano con toda la gente que, casi casi, se dejan la vida por el club y hay que agradecerles mucho ese trabajo”, destacó Pérez, con el deseo de que el equipo salve la categoría y “se sigan haciendo las cosas bien y se siga disfrutando”.
PARTIDO CONTRA LA REAL SOCIEDAD
Como es natural, Becerril de Campos tuvo que trasladarse a la Nueva Balastera de la capital para poder hacer frente a este partido y adaptarse a las condiciones técnicas que reclamaban un evento de tal importancia. Llovía a cántaros aquel 19 de diciembre de 2019; tanto, que hasta el túnel de la Avenida de Santander sufrió una ligera inundación. Sin embargo, la ingente lluvia no pudo impedir que La Balastera estuviese abarrotada para vivir otra histórica noche del fútbol palentino.
Antes del pitido inicial, Mariano Haro volvió a ser profeta en su tierra y el histórico atleta dio el saque de honor del partido. Muy cerca de él, siempre pendiente de todo lo que tiene que ver con su equipo, estaba el todavía delegado de campo del Becerril, Esteban Fernández, hoy aliviado porque sus chicos han levantado el 0-2 cosechado al descanso y termina 3-3 con la Ponferradina B. Algunos héroes de aquella gesta todavía siguen en la actual plantilla como Riki, Sierra, Blanco, Simal o el portero Sevillano.
“Se me pone la piel de gallina; fueron momentos históricos, que parece que fue ayer, pero ya hace más de cuatro años. Se emociona uno poniéndose en la piel de los equipos modestos que juegan ahora la Copa del Rey”, recuerda Fernández, quien también apela a los 400 socios que siguen animando y apoyando al equipo cada domingo.
Como era de esperar, salvo para los más aficionados al Becerril, como su querida peña, ‘Los Chocheboys’, la realidad se impuso a la pasión y la Real le aplicó un severo correctivo de 0-8 al Becerril para seguir avanzando en la competición que, finalmente, y casi un año después por culpa de la pandemia, acabó ganando frente a su máximo rival, el Athletic de Bilbao.
Pese a la abultada derrota, las dos directivas crearon unos lazos tras aquel partido que se tradujeron en diferentes gestos de hermanamiento entre los dos conjuntos y sus aficiones. La Real Sociedad llegó a invitar a todo el pueblo de Becerril a que poblase las gradas de su estadio para ver un partido de sus ya amigos vascos. Por su parte, el CD Becerril invitó a los aficionados de la Real a que visitasen el pueblo palentino y presenciaran un encuentro en el Mariano Haro solo con acreditarse como socios de equipo txuri-urdin.
Hoy, el CD Becerril lucha por mantenerse en la mitad de la tabla de la Tercera RFEF, acompañando al Palencia CF y al Palencia Cristo Atlético, el equipo que recogería la estela del Bece y disputaría otras dos rondas en la Copa; primero, frente al Espanyol de Barcelona en 2021 y, un año después, ante el Ibiza.
Precisamente, este año atravesamos una temporada en la que el fútbol se ha visto apocado por el enorme vendaval que ha supuesto para Palencia y provincia nuestro Zunder de la liga ACB de Baloncesto. Resulta difícil centrarse en el deporte rey cuando unos “hombrecillos” de Palencia van a jugar al WiZink Center frente al Real Madrid o le plantan cara al FC Barcelona en el Pabellón Municipal de Deportes. Una experiencia igual de irrepetible hasta el momento.
Pero Palencia es, ha sido y seguirá siendo una ciudad futbolera. Desde aquí, un recuerdo especial para esos equipos que siguen manteniendo viva la llama de la ilusión en el fútbol palentino.