Adif adjudica por 127.000 euros la ejecución de tres pruebas experimentales de material para los cambios de la estación de Quintana del Puente, con un precio de 427 euros por traviesa
Primero fue la madera, luego las traviesas bibloque, con acero y hormigón, actualmente de hormigón enteras y puede que en el futuro un elemento tan ferroviario como las traviesas sean de un material plástico parecido a de su móvil o el de la pantalla de su ordenador.
Si es eso viable, es lo que pretende saber el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) que ha elegido la provincia de Palencia, y más concretamente la estación de Quintana del Puente para llevar a cabo un experimento. O mejor dicho tres pruebas.
La competición.
Para ello acaba de adjudicar tres adquisiciones de 91 traviesas experimentales (un total de 273), de diferentes medidas (entre 2,4 y 5 metros) y de distintos materiales, todos ellos plásticos, en cada lote:
Serán un lote de traviesas sintéticas compuestas de uretano reforzado con fibras de vidrio continuas mediante un proceso de poltrusión; otro lote de traviesas híbridas de plástico reciclado de alta calidad reforzadas con barras de acero encapsuladas y finalmente uno de traviesas plásticas de polietileno de alta densidad reciclado reforzado con fibra de vidrio.
El primero de los lotes ha sido para la barcelonesa Acosta Ingenieros. El segundo, a la valenciana Somtech, y el tercero a la guipuzcoana Pandrol Ibérica. Todas ellas por un precio de adjundicación de 42.350 euros. Lo que supone una media de 467 euros por cada una de las traviesas experimentales, entregadas a pie de vía, pero sin colocar.
Desvíos obsoletos.
Actualmente, los desvíos de la estación de Quintana del Puente, en la línea Madrid-Hendaya de ferrocarril convencional están sujetos por traviesas de madera cerca ya del final de su vida útil. En otro tiempo, lo habitual hubiera sido cambiarlas por otras de madera, pero la normativa actual es bastante exigente en esta materia.
Esto es porque las traviesas de madera deben ir protegidas con tratamientos específicos que permitan garantizar una duración mínima aceptable y una resistencia a las agresiones atmosféricas (lluvia, heladas, etc.) y del entorno (parásitos). El tratamiento empleado consistía en la impregnación de la madera con un producto denominado creosota de madera o creosota de alquitrán de hulla, y cuyo uso y comercialización como conservante de la madera fue prohibido por la Unión Europea en 2003 tras quedar probado su potencial cancerígeno.
En otros países.
Por ello, se busca ahora un sustituto a este tipo de modelo de traviesa de madera, porque hasta ahora las sustituciones se estaban realizando con traviesas de hormigón. Sin embargo, en otros países ya se habían comenzado a utilizar materiales híbridos y plásticos de forma experimental.
El objetivo de esta prueba en Quintana del Puente, que comenzará a ejecutarse en tres meses, es saber si estas traviesas de nueva generación tienen un correcto funcionamiento y consolidarlas como alternativa firme a la traviesa de madera en las vías españolas.
Dependiendo del resultado de la prueba y del material que mejor se adapte a la circulación del tráfico, ese podrá ser las nuevas maderas para las traviesas del ferrocarril español en todos los desvíos y que, en algún momento, los trenes vayan sobre plástico.