La Leyenda del Conde, nueva ruta en La Pernía - San Salvador de Cantamuda
La Leyenda del Conde, nueva ruta en La Pernía - San Salvador de Cantamuda. Fuente: Turismo La Pernía

Una nueva ruta de dificultad baja y 7,2 kilómetros de longitud explora en La Pernía los orígenes de la leyenda de La Venganza del Conde

A medida que los amantes de la naturaleza y el paisaje van fijando sus ojos en el potencial de la Montaña Palentina, se van abriendo nuevas rutas para disfrutar esta bella comarca. Como la que acaba de estrenar La Pernía, que además, tiene ‘‘chicha’’, porque se basa en leyenda de la Venganza del Conde, que nos explica, además, el origen del topónimo “San Salvador de Cantamuda”.

El itinerario, de dificultad baja, parte de San Salvador de Cantamuda y tiene un recorrido de 7,2 kilómetros en total con un pequeño desnivel, de 280 metros. Esta senda rememora la leyenda de La Venganza del Conde, de gran arraigo en La Pernía.

Cuenta la leyenda que, hace mucho tiempo, en la Peña Tremaya vivía en un castillo el conde Munio con su joven esposa doña Elvira. Una fría noche de invierno, el conde, dudando de la fidelidad de su mujer, decidió expulsarla del castillo, dándole una mula coja y ciega para cargar sus cosas, y una criada sordomuda como acompañante, con el fin último de que ambas se despeñaran al bajar.

Pero consiguieron salvarse y, tras encomendarse a Dios y a la Virgen, las dos mujeres y la mula lograron llegar al pueblo cercano. Sorprendentemente, en el puente de entrada que al pueblo guiaba, la criada sordomuda comenzó a hablar, contando a las gentes del lugar allí reunidas, la injusticia cometida por su amo.De este modo, San Salvador de Tremaya, que así se llamaba el pueblo, cambió su apellido por Cantamuda… Por ser el lugar donde la muda cantó.Se cuenta además, que en agradecimiento a su salvación, la condesa doña Elvira mandó construir la iglesia de San Salvador, donde eligió ser enterrada

La ruta enlaza los escenarios narrados en la leyenda, por parajes propios de cuento, entre San Salvador de Cantamuda y Peña Tremaya y atraviesa parajes como la colegiata románica y el puente medieval sobre el Pisuerga, el robledal de Matacastillo, los entornos de la ladera rocosa de Peña Tremaya o los vestigios del supuesto Castillo del Conde Munio, para culminar en el Mirador de la Leyenda.

Este lugar ofrece una fantástica panorámica del entorno montañoso de La Pernía. Se divisan varios pueblos rodeados de prados, bosques y peñas. Areños y Los Llazos aparecen primer plano, el Valle de los Redondos delimitado por la Sierra de Peña Labra, y hacia el norte también asoman algunas cumbres de los Picos de Europa y la Sierra de Peña Sagra, ya en Cantabria. Junto al mirador se ha instalado la escultura de la condesa Doña Elvira, la criada sordomuda y la mula, como homenaje a la leyenda, en el lugar donde se cuenta que iniciaron su escabroso descenso por la peña.

Desde aquí es posible continuar hasta la cumbre de Peña Tremaya, salvando un último tramo de pendiente más fuerte y ya sin señalización. El regreso discurre entre pastizales y matorrales de escobas hacia el Estrecho de San Roque, un bello paraje boscoso con robles albares, rebollos, avellanos y acebos y la amplia campera del Collaín de la Corte, con vistas a Peña Tremaya y a los prados de Pradanchos.

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