El proyecto permitirá gestionar y valorizar hasta una máximo de 200.000 toneladas de residuos orgánicos y material SANDACH
La Junta de Castilla y León acaba de iniciar el procedimiento y el plazo de información pública de la solicitud de autorización ambiental y estudio de impacto de la planta de Biometano que Biogás Paredes plantea ubicar en el municipio de Paredes de Nava. Se trata de una empresa perteneciente a un grupo con sede en Ponferrada que hace unos meses lo intentó en Reinoso de Cerrato pero que tuvo que desistir al contravenir, la ubicación, las Normas Urbanísticas del municipio.
En este caso, la ubicación de la planta estará al norte del municipio de Paredes de Nava, entre la CL-613 y el ferrocarril convencional Palencia-León. En el pago conocido como Carrevegas, coincidente con el PK 21,800 de la CL-613. Se trata de dos parcelas de carácter agrario (según Catastro) de unos 145.000 metros cuadrados en su conjunto y que se han considerado las idóneas para el proyecto, tras barajar otras dos ubicaciones.
La planta paredeña está previsto que, tras algo más de un año de obras, esté en disposición de generar tanto biogás como biometano y CO2, a través del tratamiento de 200.000 toneladas de residuos orgánicos y material SANDACH, esto es: residuos procedentes de procesos de producción de alimentos con origen animal. Los residuos SANDACH pueden ser cuerpos o partes de animales productos de origen animal o subproductos obtenidos a partir de animales, todos ellos no destinados al consumo humano.
La lista de los elementos que se valorizarán es larga, siendo la que ocupará más toneladas, los lodos de lavado y limpieza de la agricultura, horticultura, acuicultura, silvicultura, caza y pesca, aunque también se pueden encontrar lodos de EDAR, heces y tejidos animales, quesos en mal estado, sueros, yogures, bollería en mal estado, residuos de la destilación de alcoholes…
Con la digestión de esos residuos se generarían, según el proyecto, 14.874.050 normo metros cúbicos (NM3) anuales de biogás para el upgrading, que darían como resultado una producción de casi 6.000 toneladas anuales de Biometano (Gas Natural Licuado) y otras casi 8.000 de CO2 que se puede vender para aplicaciones alimentarias, control de temperaturas, plagas...
La planta generaría calor y energía a través del consumo de una parte del biogás, fuera de la cantidad anterior.
El régimen de funcionamiento de la planta, en caso de llevarse a cabo, sería de funcionamiento las 24 horas del día, los 365 días del año, salvo los parones para el mantenimiento. La recepción de los materiales a digestar sería de 14 horas de lunes a viernes. De esta forma se daría empleo a 5 personas.
En la planta habrá diferentes zonas para el almacenaje de los elementos a digerir. Una vez introducidos en uno de los 4 digestores pasarán un mes. El material ya digerido y vaciado de toda su capacidad gasística se almacenará en tres campas hasta su final tratamiento en un gestor autorizado.
El biometano licuado será distribuido por carretera, al no existir ningún punto cercano de conexión a un gaseoducto, al contrario de lo que ocurría con el proyecto de Reinoso o el también planteado en Guardo.
La planta de biometano de Guardo se ‘comerá’ al año hasta 200.000 t de residuos, sobre todo purines
El plazo para consultar la documentación del proyecto en la Dirección General de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, en el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Palencia (Av. de Casado del Alisal, 27), así como en la página web de la Junta de Castilla y León
https://medioambiente.jcyl.es/web/es/participacion-educacion-ambiental/participacionciudadana.html es de 30 días, “a los efectos de que puedan formularse cuantas alegaciones y observaciones consideren oportunas”, recoge el Anuncio de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio en el Boletín Oficial de Castilla y León, de ayer lunes.