El jugador del Zunder Palencia, Isaiah Piñeiro, indica que este parón de tres semanas en la liga les ha valido a todos los compañeros para “recargar las pilas, el cuerpo y la mente” y poder así ser competitivos lo que resta de temporada
Llegaste a Palencia con la liga ya empezada. ¿Cómo recibes la noticia de que el club quiere contar contigo y qué te hace aceptar la oferta?
Tal y como estaba en Riga, sabíamos que cuando nos eliminaran de la competición europea podíamos seguir en el equipo o negociar con otros. Mi agente trabajó mucho y estuvo en contacto con algún equipo ACB, del que ya había tenido alguna oferta hace dos años. Creímos que era buen momento para hacer al menos una mitad de temporada en ACB y ayudar al equipo.
Comenzaste aquí el 3 de enero, ¿ves diferencia en el ánimo de los compañeros de cuando llegaste a ahora? ¿Hay buenas sensaciones?
Con la llegada de nuevos jugadores y con el nuevo entrenador, estamos siendo muy competitivos, hemos ganado partidos y los que hemos perdido ha sido por muy poco, por lo tanto, hay perspectivas de poder ganar y ser competitivos lo que queda de temporada.
Son tres semanas de parón con la Copa del Rey y las Ventanas FIBA. ¿Qué supone para el equipo tantos días sin competición?
Supone recargar las pilas, el cuerpo, la mente, descansar para estar tope para lo que queda de temporada, ya que va a ser lo más duro.
El último partido se ganó de manera holgada contra Gran Canaria. ¿Cómo fueron esos momentos después del partido al conseguir una victoria tan deseada y necesaria?
Fue sensacional, magnífico, porque había partidos en los que había 6-8 minutos que no jugábamos bien y finalmente se perdía. Y en este último encuentro hemos conseguido estar durante los 40 minutos fantásticos.
Desde que has llegado has encajado con lo que pedía el entrenador, que era 40 minutos de intensidad. ¿Sientes que es así?
Sí, creo que sí, Luis dijo que necesitaba de todos los jugadores 40 minutos a muerte y es lo que estamos intentado dar.
Has sido MVP en el último partido, incluso la grada te ha coreado ¿cómo te hace sentir?
Fue muy chulo, pero para mí lo importante es jugar bien y ganar el partido, si se cumple todo ello y encima corean tu nombre, perfecto.
Cuando faltan 12 partidos para terminar la liga ¿ves posible la salvación?
Sí creo que sí, tengo esperanzas de que se consiga. El equipo está trabajando mucho y estamos jugando muy bien ahora mismo. Hay posibilidades de coger a los tres equipos que están encima de nosotros en la clasificación.
¿Con qué compañeros tienes mejor relación en la pista y en el vestuario?
La verdad es que me relaciono bien con todo el mundo, pero especialmente con Conner Frankamp, porque ha sido otro jugador que ha llegado una vez empezada la temporada. Los dos somos americanos, estamos muy lejos de casa, la mujer de Conner se fue hace poco… Sabemos lo difícil que es estar fuera de casa con lo cual estamos haciendo bastante piña.
Son casi dos meses los que llevas en Palencia. ¿Qué tal en la ciudad?
Me gusta. Es una ciudad pequeña pero siento que es muy amigable, cercana, muy tranquila, puedo ir a pasear tranquilamente con mi mujer y mi hija por la ciudad… estamos muy a gusto.
Más personal
¿Cómo sería tu día perfecto? Levantarme tranquilamente, relajarme, tomar un buen café, ir a la playa con mi familia, jugar al golf por la tarde y tomar una buena cena.
¿Qué sueño tienes pendiente cumplir? Tener una buena vida y ver mundo.
¿Eres más de mar o de montaña? De mar.
¿Te gusta cocinar? Sí, mi mujer cocina muy bien. Yo estoy aprendiendo. Lo que mejor cocino son pechugas de pollo al horno y pasta con una salsa que hago yo.
¿Qué es lo que más te gusta de ti? Trabajar duro en las situaciones adversas y que el esfuerzo después se vea reflejado.
¿Cuál fue el día más feliz de tu vida? El día que nació mi hija hace dos años.
Si pudieras viajar en el tiempo, ¿irías a tu pasado o a tu futuro? Seguramente al futuro.
¿Cuál es el mejor consejo profesional que has recibido? Que escuche a la gente cercana y no escuche a la gente de fuera.
Alguna manía antes de jugar un partido… Solo un par de cosas, echar una siesta y tomar una taza de café en casa o durante el trayecto al partido.
