Grijota recibe con interés la llegada de una joven emprendedora que evitará desplazamientos a la capital para recibir tratamientos de fisioterapia y realizar ejercicio terapéutico
Si queremos revertir el problema de la pérdida de población en el mundo rural, vivir en el pueblo no puede «dolernos». Nos duele, tal vez, cada vez que tenemos que coger el coche para acudir a la capital a recibir algún servicio necesario, como todo aquel que tiene que ver con nuestra salud.
Cristina Ortega, una joven enamorada de su Lantadilla natal y de la vida en (y de) Tierra de Campos, tenía claro que su futuro laboral no tenía por qué estar condicionado a trabajar en una gran ciudad.
Con dos titulaciones universitarias (Ciencias de la Actividad Física y Deporte y Fisioterapia), se dio cuenta de que, tal vez, en su comarca muchas personas sufrían molestias musculares o articulares y la falta de servicios impedían su completo bienestar.
Así que se decidió abrir su negocio frente a la residencia de mayores de Grijota y puso su propio negocio. La Clínica Ortega abrió sus puertas en febrero y la acogida no pudo ser mejor. El doble enfoque de su trabajo y la necesidad que había en la zona de una clínica de fisioterapia ha convencido decenas de pacientes jóvenes y mayores, que no han dudado en contactar con ella para pedir cita.
Un trabajo personalizado y honesto
Cristina Ortega combina los tratamientos de fisioterapia con las clases de pilates. Su doble formación le permite trabajar desde un enfoque holístico que aúna ejercicio físico y terapia manual, complementada además con otros servicios que pauta si es preciso, como presoterapia, punción seca o electroterapia, entre otros.
En lo que respecta al ejercicio, tiene claro que el objetivo es corregir o prevenir problemas posturas, de movilidad o de fuerza y, en todo caso, mejorar la forma física para aumentar también el bienestar.
«Organizo sesiones grupales con pocas personas y, además, ofrezco la posibilidad de realizar clases de pilates individuales. En ambos casos, se trabaja teniendo muy en cuenta la patología o la necesidad funcional de la persona para mejorarla».
Además, su metodología siempre es honesta con el paciente: «más allá de la terapia o de la sesión de ejercicio, insisto en la importancia de las pautas que le doy a la persona para que pueda continuar trabajando en casa y mejorando por su propio pie».
Como fisioterapeuta, Cristina Ortega está especializada en tratamientos a nivel musculoesquelético, fisioterapia deportiva y traumatológica. «A veces tratamos lesiones o patologías, pero otras veces el problema es de dolor o funcional», esto último muy importante en el caso de las personas mayores.
Ocurre que a menudo ven que no pueden subir bien el brazo, por ejemplo, y combinando la fisioterapia manual o mecánica con el ejercicio físico dirigido por esta profesional terracampina, consiguen recuperar una funcionalidad que mejora su vida cualitativamente.
Con una sonrisa y la ilusión que desborda ante su proyecto emprendedor, Cristina Ortega afronta su trabajo con profesionalidad y rigor, pero también con la conciencia de que, con su apuesta, contribuye a mejorar la calidad de vida en su querida comarca de Tierra de Campos.