Canal de Castilla. / Imagen del Catálogo de la muestra.

El Centro Cultural Provincial acoge una exposición ‘in memoriam’ del pintor zamorano que impartió clases en Carrión de los Condes

Por Fernando Caballero

Es justo iniciar esta reseña destacando la oportunidad de esta exposición en el Centro Cultural Provincial dedicada a Juan Carlos Matilla (1968-2021), un zamorano que llegó a Palencia como profesor de dibujo de enseñanza media en el instituto Rabí Sem Tob de Carrión de los Condes, donde permaneció durante veinte años, hasta su prematura muerte.

Su vinculación con la provincia se remonta a 1993, cuando ganó un accésit del IX Premio de Pintura Díaz-Caneja. Para los palentinos fue descubierto como pintor por Marietta Negueruela, en cuya galería celebró su primera exposición, después de haber participado desde 1989 en numerosas muestras en ciudades españolas, americanas y portuguesas. La galería Marietta Negueruela celebró exposiciones individuales de su obra en 2005 y en 2008 y sus cuadros estuvieron presentes con la misma galería en la feria de Arcale en 2006 y 2007 y en el ciclo Iniciación al Coleccionismo.

Nacido en Toro (Zamora) y licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, Juan Carlos Martilla ha compaginado la docencia con la pintura. Medio centenar de obras se exponen hasta el 6 de junio, una selección de óleos, acuarelas y dibujos que ilustran de forma global la producción del artista. Una producción que tiene a la naturaleza como casi único protagonista, una naturaleza que capta con detalle y con una maestría fruto de su formación universitaria, de su condición docente y de la misma experiencia pictórica.

El cuadro titulado ‘Salmón’, óleo sobre tabla de 1997, muestra su preocupación inicial por la figuración a través de un pez extendido sobre un papel arrugado con una correcta ejecución, pero el resto de la exposición se dedica a mostrar la visión plástica de Matilla sobre la naturaleza, una visión amplia que incluye cuadro de fuerte carga matérica, como se observa en dos óleos sobre tabla de 2009, ‘Canal en Grijota’ y ‘Canal en Palencia’.

Utilizando un símil fotográfico, la pintura de Matilla podría definirse como macro o fotografía de aproximación. El paisaje aparece en planos amplios y potentes, donde el pintor trabaja una pincelada precisa y sutil, además de lineal en la ejecución de las ramas de los árboles, de los arbustos, de las hojas de las plantas, de las hierbas que crecen en la tierra y en las lagunas, de las raíces y de las restos que forman los nidos de aves, todo ello partiendo de una base sólida: el dominio del dibujo, que él conocía muy bien practicaba doblemente en sus obras y en las clases como docente. Los óleos pintados sobre tabla forman cuadros compactos de una  naturaleza fragmentada con la que el pintor busca el detalle con una composición estructurada y ordenada.

La querencia por la naturaleza implica la utilización de una paleta cromática amplia, con una especial predisposición hacia el verde con todos sus matices, sin desdeñar los grises y blancos de los cielos y del agua estancada. En cualquier caso, el color equilibra los cuadros en el conjunto de un enriquecedor catálogo vegetal, el agua, el cielo, la tierra y los fondos que sostienen hojas y parras.

Matilla emplea la acuarela para plasmar el diálogo plástico entre el agua de las lagunas y su entorno, incluido la maleza que vegeta en su interior, como ocurre en ‘Laguna 5’, de 2007; ‘Panorámica encharcada’, de 2013, y el díptico ‘Nava’, de 2005. La pincelada aguada sobre papel se refleja más transparente y suave.

No podemos dejar de lado series como las quince hojas de árbol pintadas en 2009 con técnica mixta sobre madera, en las que Matilla despliega una composición rica de formas, todas ella captadas con sumo detalle; o la serie de cuatro piezas titulada ‘La parra de mis abuelos’, de 2007, donde el potente tronco podado se ramifica en delicadas ramas desnudas sobre un fondo matérico y que remite a esa experiencia vivida en el medio rural, especialmente en su localidad natal, tan rica en vinos y viñedos. La muestra incluye ocho cuadernos de campo con apuntes de estudios para obras posteriores, un buen material que permite conocer el proceso de creación de Juan Calos Matilla. Dos de estos cuadernos están fechados en 2017 en Grijota y en Santander.

En definitiva, una exposición, comisariada por Julián Alonso y Luis Alonso, para mantener en el recuerdo en Palencia a un pintor zamorano que desarrolló parte de su vida artística entre Grijota, donde residía, y Carrión de los Condes, donde impartía clases, un pintor que dominaba con maestría las técnicas del dibujo, del óleo y de la acuarela y que dejó plasmada en su obra una visión de la naturaleza muy personal y de gran fuerza plástica.

Ficha de la exposición

Autor: Juan Carlos Matilla.

Título: In memoriam.

Sala: Centro Cultural Provincial (plaza de los Juzgados)

Fecha: Hasta el 30 de junio.

Horario: De lunes a sábado, 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00; domingos, de 11:00 a 14:00.

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