Una encuesta de la Academia Erótica Diversual señala que la provincia palentina es en la que menos relaciones sexuales se tienen al mes
Puede que sea una de las razones de la despoblación en Palencia. De que cada vez nazcan menos niños, incluso, nos aventuramos a opinar, de las quejas casi constantes y por casi todo, las malas caras, las envidias, las actitudes adustas y hurañas de algunas personas en Palencia. Los que habitualmente y popularmente se conocen como ‘mal frung/jidos’. Pero es que los datos de la Academia Erótica Diversual colocan a Palencia como la provincia donde menos se frung/je. ¿Qué no sabe lo que es?
Sí, donde menos relaciones sexuales se tienen. No de Castilla y León, sino de toda España. Y hablamos de frungir y de frunjir, que en gustos y más en esto, no hay nada escrito como ya explicó en su día el humorista David Guapo, acuñador de este término.
Aclarando dudas: Frunjir con “j” es a lo guarro, y con “g” es haciendo el amor. Se pronuncia igual, pero no veas como cambia en horizontal!!
— David Guapo (@davidguapo) March 15, 2011
Y ¿cuánto cree que es la media del acto frung/jidor en Palencia al mes? En esto como en todas las medias hay quien la sube y quien la desploma. Hay quien se come sus tres pollos y los de sus vecinos y quien se queda a verlas venir con cara de pocos amigos.
Pues esa media, según el estudio de la Academia Erótica Diversual, que es un ente creado por una empresa de venta de juguetes eróticos y útiles de salud sexual, señala que es de seis frung/jimientos al mes. ¿Muchos? ¿Pocos? A uno a la semana, repitiendo en dos de ellas cada mes (doble jornada semanal, como las competicinones europeas); a una semana al mes de olimpiada del frung/jimiento con un día de descanso; atracón en una sola jornada… Las configuraciones ya dependen de los actuantes.
Sea como fuere, le parezcan por experiencia personal muchos o pocos, esos seis son la cifra más baja del país. Seis que han dado de media los 18 palentinos y palentinas participantes en la encuesta, con edades comprendidas entre los 18 y los ‘más de 60’, aunque casi la mitad están en la horquilla de los 25 a los 35 años. Con unas frecuencias que van desde una vez o menos por mes de tres personas a las dos o tres sesiones de frung/jir a la semana de ocho de ellas.
En cuanto a la media nacional, los frung/jimientos se elevan a los 7,72 al mes, según la muestra de 5.318 personas de entre 18 y más de 60 años en todo el país, siendo los de Cádiz y los de Lugo los que más frung/jen, con 9,64 y 9,44 repeticiones por mes, respectivamente. O eso dicen.
En nuestro entorno más cercano, los vallisoletanos, los leoneses y los sorianos están por encima de los 8; los cántabros rozan esa frecuencia; los burgaleses frung/jen más de 7 veces al mes y solo los vitorianos (hay muchos palentinos y descendientes de palentinos allí), se acercan a los hábitos frung/jidores de los palentinos, con una media de 6,1 al mes, siempre según la encuesta de la Academia Erótica Diversual.
¿Y dónde? Pues esta misma encuesta señala que en Palencia tampoco somos muy de circos. Que nos gusta el Flex o el Pikolín, y que el lugar elegido mayoritariamente (14 de los 18 encuestados) es el dormitorio. Las otras opciones definidas son en el Salón (2) y en la calle (1). Al que falta no le convencían ningunas de las opciones posibles.
Fieles.
En esta encuesta, que analiza también en otros hábitos sexuales, se apunta que los palentinos somos los más fieles de España. Al menos, los menos infieles en esto de frung/jir.
De los encuestados, el 16% de los palentinos ha fung/jido con otra persona fuera de la relación estable que tenía. Puede ser porque tampoco haya muchas más dispuestas (o que no coincidan los tiempos y las frecuencias), pero lo cierto es que contrasta con el porcentaje que se da a orillas del Mediterráneo. En Tarragona, concretamente, donde cuatro de cada 10 afirma que en alguna ocasión ha frung/jido y han sido infieles en el marco de una relación estable y lideran esta estadística, o eso dicen.
Por cierto, todos los que aseguraron en Palencia que fueron infieles, definen sus genitales (lo pone explícitamente así) como ‘pene’.
