Los palentinos superan los 100 puntos ante el filial canario que mantuvo el tipo hasta el descanso (103-68)
Primer partido oficial del Palencia Baloncesto en el Municipal, con una entrada que cubrió la mitad del aforo del Pabellón. El encuentro era de la desaliñada Copa España, en este caso ante el filial del Gran Canaria de ACB que milita en la Segunda FEB. Era también el último ensayo ante el comienzo de la liga regular que arrancará el viernes que viene en El Plantio a las 20,45 del lunes.
Sacó Guil de inicio a Wintering, Borg, Vaulet, Kamba y Krurtwig, el cinco de ‘gala’.
Y, curiosamente comenzó imponiéndose el Gran Canaria 0-4. Más concretamente Diop a Krurtwig. Una canasta en la cara del estadounidense y una pérdida del pívot palentino ante su par bajo el aro contrario.
Vaulet fue el encargado de poner las cosas en su sitio. Primero con un triple tras extrapass de Kamba y luego robando y contragolpeando para machacar.
Estaba poniendo en marcha el Palencia el juego rápido. Incluso desde el saque tras canasta. Jugadas de menos de tres segundos para que Vaulet, con apenas cuatro minutos jugados, ya llevara 9 puntos. Pero también, cuando la necesidad lo hacía perentorio, pases filtrados tras amasar la pelota abriendo huecos en la defensa canaria.
Y sin embargo, no era suficiente para alejar a los canarios en el marcador. Sólo tres puntos por encima a los 5 minutos, porque los de Mielo también sabían buscar las cosquillas a los interiores palentinos. 13-10.
Los robos a los cándidos atacantes canarios, que en el primer cuarto perdieron 9 balones, y el despliegue del acierto de tres en ese tramo hicieron al Palencia Baloncesto abrir hueco: 21-10 a falta de 2,30 y un parcial de 8-0.
Al final de un cuarto sin casi paradas, un único tiempo muerto pedido por el conjunto canario, 27-13.
Segundo cuarto.
Kunkel, demostrando su acierto en el tiro exterior, fue el único logró encestar en el inicio del cuarto para el Palencia que atrás sufría para contener a Diop. El pívot senegalés del Gran Canaria superaba tanto en altura (2,10) como en envergadura a Mballa. Con 12 puntos, el pívot visitante era entonces el máximo anotador del partido y ya le había colocado dos gorros al pívot palentino.
Tiempo muerto solicitado por Guil, y cambio de pívot local, que si a la primera no surtió efecto (los canarios le robaron el balón a los locales) si enderezó el devenir de un partido en el que se veía que cuando Palencia Baloncesto apretaba, se iba, mantenía las distancias.
Pero el cambio de pívot no mejoró uno de los debes vistos en la pretemporada del Palencia: los rebotes, que ante un equipo de una categoría inferior deberían haberse decantado hacia los locales. Pero la altura rival lo impidió. A tener en cuenta ante el inicio de la liga.
Lo que no impidió es que Guil le diera minutos, y no al final del encuentro, a Álvaro Domínguez, jugador de la cantera. Los 18 puntos de diferencia eran más que tranquilizadores. 50-32.
Al descanso, 52-37.
Tercer cuarto
Desplegó el Palencia su ataque desde la línea de tres, con Hernández y Kunkel para acrecentar más la ventaja. El Palencia sumaba de tres en tres, los canarios de dos en dos, explotando los huecos que aún no cierran los locales.
63-47 mediado un tercer cuarto sin demasiada historia en el que los canarios que comparecieron con 10 jugadores iban perdiendo fuelle especialmente con la ausencia de Diop. Bajón que aprovechó Vaulet para irse ya a los 21 puntos, sin hacer extravagancias. Trabajo de hormiguita. Callado pero efectivo.
Al final del cuarto, 74-55, con un parcial de 22-18.
Último cuarto.
Aunque todo parecía ya decidido, los canarios no se amedrentaron. Todo lo contrario, con todo perdido, quemaron sus naves en forma de tiros de tres, aprovecharon la ausencia de Krutwig para destapar la lata interior del Palencia y trataron de parar a los palentinos en ataque por todos los medios… Tanto que en menos de 2 minutos y medios ya habían cometido cuatro faltas. Fue el canto del cisne canario. El último estertor de un voluntarioso filial al que cuando le faltaba Diop, se le apagaban las luces. Solo el base, Einonen mantenía el fuerte.
La ventaja palentina superaba ya los 20 puntos (a pesar de un mal porcentaje de tiros de tres: 10 de 31. Cerrando el foco, 0 de 7 para Dimitrov, que siguió insistiendo hasta colocar el 1 de 8 y el 2 de 9 en forma de desquite. Todo lo contrario que Kunkel que firmó un 4 de 7 y se permitió hacer frivolités bajo el aro.
Tan rendido estaba ya el partido que Álvaro Domínguez salió y anotó el triple con el que el Palencia cerró el encuentro: 103-68.
💜 MADE IN PALENCIA 💜
🤩 ¡El jugador de 16 años de nuestra cantera Álvaro Domínguez anota y el Pabellón se viene abajo! 🙌🏼😎
¡Enhorabuena, Álvaro! ¡Merecida recompensa a todo el trabajo con el primer equipo esta pretemporada! 👏🏼😊#CanteraMorada #JuegaPalencia pic.twitter.com/30QAWhQoCA
— Palencia Baloncesto (@Palencia_Basket) September 21, 2024
El mejor de los palentinos, Vaulet, con 27 de valoración, quien también fue el máximo anotador del partido, con 23 puntos, seguido de Kunkel. Próximo partido, ya de Liga Regular, en Burgos, el próximo viernes.