Terroríficamente Cortos 2 de noviembre
Terroríficamente Cortos 2 de noviembre

Una noche de gritos, sorpresas y despedidas en la gran fiesta del terror en Palencia

Anoche se cerró la XIII edición de Terroríficamente Cortos en Palencia, y lo hizo con una jornada intensa en el cine Ortega, cuya sala grande se llenó de espectadores ansiosos por una última dosis de terror. Esta tercera noche, aunque en general no alcanzó el nivel de la anterior en cuanto a la calidad de los cortometrajes, sí destacó por un ambiente vibrante y por un cortometraje en particular que se convirtió en el MVP de la edición, logrando asustar y sorprender como ninguno.

Entre los asistentes se encontraba Cristian Beteta, el director del cortometraje Mi zona, ganador del año pasado y preseleccionado para los Goya. Beteta prometió, en caso de lograr la nominación, llevar la camiseta del festival a la gala. “Es bonito ver una sala tan llena; esto no suele verse”, comentó. También acudió Tony Morales, director de La visitante, quien ha hecho de su presencia en el festival una tradición anual. Su obra se robó el protagonismo de la noche, siendo sin duda “la gran visita del festival”. Otros destacados en la sala fueron Roberto Montalbo, director de Fin de tramo, y el equipo de Umbra, encabezado por Pablo Otero, quienes presentaron sus trabajos entre aplausos.

A continuación, algunas críticas de los cortometrajes proyectados en la última noche:

AMANDA (Mel Armenteros, España) – 6/10

Este cortometraje, que narra la historia de un niño de diez años que se muda con su madre y encuentra en Amanda su primer amor, provocó el primer grito de la noche. A pesar de un buen comienzo, el desarrollo de la historia se queda en la superficie, dejando la sensación de que podría haber ofrecido mayores sustos. Aunque consigue momentos de tensión, los sustos pierden fuerza debido al ritmo. El corto resulta perturbador, pero algo predecible.

IK BEN GEEN ROBOT (Victoria Warmerdam, Holanda) – 3/10

La trama sigue a una productora musical que empieza a cuestionarse si podría ser un robot después de fallar varias veces en las pruebas Captcha. Aunque parte de una idea original, el corto se alarga innecesariamente y se vuelve tedioso. La inclusión de la canción “Creep” de Radiohead en el inicio y desenlace aporta un toque interesante por ele mensaje que traslada, pero el suspenso y el terror se diluyen en exceso de diálogo y en un desarrollo demasiado enrevesado.

UMBRA (Pablo Otero, España) – 7/10

En este corto, una niña de doce años, mientras su madre se recupera en un hospital, explora pasillos oscuros que esconden secretos inquietantes. Aunque el guion tiene algunas conveniencias, los sustos funcionan a la perfección gracias a una edición acertada y a las actuaciones de sus protagonistas. La obra logra combinar el miedo con una sensibilidad emocional que cautiva al final, brindando al público un “terror bonito”, como lo describe su director.

LA VISITANTE (Tony Morales, España) – 10/10

Sin duda, el MVP de la noche y del festival. Este corto, que sigue a una joven influencer en su casa durante una inesperada visita, mantuvo al público al borde de sus asientos, con una tensión creciente y sustos efectivos. Morales demuestra una gran habilidad para jugar con una premisa simple y familiar, pero ejecutada a la perfección. La aparición de “la visitante” es escalofriante, logrando que la sala entera se llenara de gritos. Aunque el argumento pueda parecer conocido, el tratamiento es magistral.

TRIANGLE (Joseph Díaz, España) – 6/10

Este corto narra la historia de un pintor que, tras perder a su esposa, se obsesiona con figuras triangulares que lo conducen a un mundo sobrenatural. Aunque la propuesta es original, tarda en arrancar y el enfoque es un tanto complejo. Al adentrarse en el suspenso y la tensión, la trama se vuelve más efectiva, aunque el final, poético y metafórico, pudo resultar algo desconcertante.

CRIMSON HARBOR (Víctor Bonafonte, España) – 3/10

Ambientado en una pequeña ciudad, donde la policía solicita la ayuda de una clarividente para resolver un caso de asesinato en serie, este corto no logra cohesionar bien su historia. La aparente inclusión de tecnología de inteligencia artificial distrae del hilo principal, y aunque algunos de los diseños de criaturas son intrigantes, el terror no termina de cuajar en la narrativa.

THE PROCEDURE (Chico Noras, Portugal) – 5/10

Con una temática distinta, The Procedure aborda una realidad en la que la muerte asistida se ha vuelto común. Esta historia reflexiva, que explora la preparación de una profesora para enfrentar su propia muerte, ofrece un final conmovedor, pero no llega a generar terror. La propuesta visual es sobresaliente y logra cautivar, aunque queda corta en el ámbito de terror esperado en el festival.

FIN DE TRAMO (Roberto Montalbo, España) – 8/10

Este corto cerró la edición con una historia que mantiene la tensión alta hasta el final. Atrapada en un atasco, una joven cree ser testigo de un asesinato, y se embarca en una carrera contrarreloj para demostrar lo que ha visto. Con buenos diálogos y actuaciones, y un ritmo frenético, el corto culmina en un final abierto que deja espacio para la interpretación del espectador.

Terroríficamente Cortos cierra así una edición que ha dejado momentos memorables para los fanáticos del cine de terror. Con un ambiente inmejorable y la participación de destacados cineastas nacionales, este festival reafirma su lugar como un referente en el género en España.

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