Por Alfonso Fernández García*
El día 21 de enero de 1986, se ponía en funcionamiento desde la Diputación de Palencia el Parque Comarcal de Bomberos de Guardo con cinco voluntarios entregándoles un ajustado equipo contraincendios. Esto fue motivado por la Diputación para dar cobertura a las personas que vivían y viven en las zonas rurales y que tenían y tienen el derecho a estar protegidas en caso de incendio.
Después de Guardo vinieron Herrera, Saldaña, Cervera, Aguilar… y así hasta once parques que cubren la totalidad de las zonas rurales de la provincia de Palencia, con una superficie de 7.957 km² y una población rural de 81.795 habitantes; y prácticamente llegan desde su base al punto más alejado de sus respectivas comarcas en treinta minutos como máximo.
Esas primeras cinco personas tuvieron más voluntad que formación y conocimientos y más compromiso que equipación, pero no por eso pensaron que no iban a estar a la altura de las circunstancias o que el reto al que se enfrentaban les iba a superar. En su mente solo estaba el que iban a cumplir con un compromiso con la sociedad, con sus vecinos, con las personas que podían necesitarles en algún momento y eso fue lo que les empujó a aceptar ese compromiso.
Hoy, treinta y siete años más tarde, los once parques de bomberos voluntarios de la provincia de Palencia, con noventa bomberos, funcionan como un reloj, pero algunas cosas han cambiado y otras no.
Ha cambiado que ahora tenemos más de doscientas horas de formación cada año donde adquirimos los conocimientos necesarios para solucionar los siniestros a los que nos enfrentamos. Incendios en interiores de viviendas, accidentes de tráfico, rescates de personas, incendios forestales, inundaciones, y un largo etcétera. También ha cambiado, y mucho, la equipación que tenemos y los vehículos de los que disponemos. Nuestros equipos y vestuario son los mismos que los de cualquier bombero y en algunos casos incluso mejores y nuestros vehículos son modernos con, prácticamente, lo último en sistemas contraincendios. En este punto hay que agradecer a la Diputación de Palencia la inversión y la apuesta que durante estos últimos años ha hecho en los parques de bomberos voluntarios de Palencia.
Voluntad y compromiso
Pero lo que no ha cambiado ha sido la voluntad con la que trabajamos, el compromiso que adquirieron los primeros bomberos sigue latente en nosotros, como el esfuerzo, el tesón y la dedicación con la que hacemos nuestro trabajo para afrontar los siniestros. Resumiendo. No ha cambiado ni un ápice nuestra actitud para servir a los demás. Todo esto no solo no ha cambiado, sino que se ha multiplicado. Y si las matemáticas no fallan y sumamos formación más conocimientos más experiencia más capacidad más actitud es igual a profesionalidad.
Si. Profesionalidad. Porque el diccionario de la Real Academia de Lengua Española dice de “profesionalidad”: “cualidad de la persona u organismo que ejerce su actividad con capacidad y aplicación relevantes”. Y yo pregunto: ¿Una persona que hace voluntariamente un trabajo no puede hacerlo con profesionalidad? Y la respuesta siempre es SI.
Estos once parques le cuestan al contribuyente rural palentino menos de setecientos cincuenta mil euros al año, es decir, más o menos nueve euros al año por habitante.
Hay un dicho que dice que “si algo funciona no lo toques” y desde hace un tiempo a la Diputación la están obligando desde Europa a cambiar parte del sistema contraincendios de la provincia creando parques de bomberos profesionales y en eso está. Obligada a cumplir.
Se van a crear tres parques de bomberos profesionales en Aguilar, Saldaña y la zona sur de la provincia que, descontando la inversión inicial en infraestructuras y vehículos, cada parque de esos tres le costará al contribuyente de las zonas rurales solo en nóminas lo mismo que los once parques ahora. ¿De dónde va a quitar la Diputación el dinero para mantenerlos? ¿Nos lo va a quitar a los pueblos, que siempre somos los perdedores? Hay que tener en cuenta que los presupuestos son limitados.
Hay partidos políticos que se ponen la medalla reivindicando que existan parques profesionales en las zonas rurales y yo les diría que más urgente, prioritario y necesario son los servicios médicos que no tenemos, el arreglo de las carreteras que tenemos del siglo pasado, el transporte público que no tenemos, el apoyo a la agricultura y a la ganadería por parte de la Administración, y un largo etcétera de necesidades mucho más prioritarias y urgentes. Las zonas rurales han estado durante treinta y siete años protegidas y bien protegidas. No las toquéis.
Ejemplos de otros países.
En los países más adelantados de la Comunidad Económica Europea, es decir, países nórdicos, Francia, Alemania y alguno más, existe la figura del bombero voluntario que está regulado por Ley. El porcentaje de voluntarios en estos países varía desde el cuarenta y cuatro por ciento que hay en Noruega hasta más del noventa por ciento de Alemania pasando por Francia con el setenta y cinco por ciento de bomberos voluntarios. Además, el porcentaje de bomberos que hay en estos países multiplica por cuatro, y en algunos casos por más, a los que existen en España. En Francia hay 4 bomberos por cada 1.000 habitantes y Alemania llega a los 13 bomberos por cada 1.000 habitantes. Para tener nosotros la misma proporción que Francia deberíamos tener en las zonas rurales en los once parques más de trescientos bomberos. Y esto es inviable.
En el año 1987 la comarca que cubría el Parque de Bomberos de Guardo tenía 15.821 habitantes y hoy tiene 8.664 habitantes. Menos del 45 %. Y la pérdida de población en los parques de la zona norte desde el año 1987 es de 37,46 % de media.
Si hay que hacer una Ley para regular a los bomberos voluntarios que los políticos la hagan, porque si no se han hecho Leyes nuevas en los últimos tiempos que venga Dios y lo vea. De otra manera vamos a tener parques muy bonitos y no va a haber nadie a quien rescatar en las zonas rurales. Ocurrirá como con los aeropuertos que se hicieron. Que no hay aviones que los utilicen.
Los bomberos voluntarios son necesarios y su presencia está sobradamente justificada. ¡¡Aúpa los Bomberos Voluntarios!!
* Alfonso Fernández García es presidente de la Asociación Provincial de Bomberos Voluntarios de Palencia y bombero voluntario en el Parque Comarcal de Guardo.
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