La Junta de Castilla y León probará en la CL-615 y la CL-619 una nueva señalización luminosa de presencia de animales sobre la calzada
Óscar Herrero
La Junta de Castilla y León ha decidido probar en varios tramos de la Red Autonómica de Carreteras una nueva señalización luminosa ante la presencia de animales sobre la calzada y hoy la consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral, presentó en la carretera BU-820, en la localidad burgalesa de Ibeas de Juarros, el proyecto piloto de señalización inteligente para minimizar accidentes de tráfico con fauna, que se ha implantado en once tramos de la red autonómica de carreteras.
Pero no se trata de una nueva señalización que se base en la presencia o no física y real de los animales sobre la calzada como la que ya se puso en marcha en 2019 en Palencia sino que se basa en varios parámetros como el hecho de que se hayan realizado cacerías, la hora o el estado del tráfico.
Según el estudio realizado por la Junta y el Departamento de Biología Animal de la Universidad de Salamanca (USAL), una de las características más relevantes de la siniestralidad con fauna silvestre es que no se distribuye al azar, sino que se concentra en el espacio y el tiempo. “Espacialmente, es posible identificar tramos de carretera con especial concentración de accidentes con animales, normalmente en zonas boscosas, con vegetación natural, o próximos a puntos de agua”, precisó la consejera.
“Temporalmente, resultan más frecuentes en determinadas épocas del año, ligados a ciertos periodos del ciclo anual de las especies, principalmente la época de celo. Asimismo, varían a lo largo del día, concentrándose al atardecer y las primeras horas de la noche, con un pico secundario al amanecer. La fase lunar también influye en los patrones de siniestralidad, con un incremento durante la luna llena, seguramente debido a una mayor movilidad de los herbívoros”, manifestó.
Parámetros
De este modo, como informa ICAL, aprovechando la existencia de estos patrones espacio-temporales, desde la Consejería de Movilidad y Transformación Digital y la USAL se ha venido desarrollando desde 2019 una nueva señalización inteligente, “que busca informar en tiempo real a los conductores sobre la probabilidad de irrupción de un animal en la calzada y que, solo si supera un cierto umbral de riesgo, se emite una señal de alerta”, señaló la consejera. Estas señales, al concentrar el aviso únicamente en momentos específicos, harán más difícil la habituación por parte de los conductores, “algo que sucede con otro tipo de ayudas a la conducción y que, en consecuencia, reducen su efectividad”, agregó.
El objetivo, dijo, es “reducir la accidentalidad con fauna, uno de los grandes caballos de batalla en el ámbito de la seguridad vial de la Comunidad”. “Este proyecto viene un poco más a puntualizar y enfatizar la importancia que tiene el uso de las nuevas tecnologías en nuestro día a día”, expuso.
En Palencia
En el caso de Palencia, los tramos que estrenan esta nueva señalización estarán en la CL-615 y en la CL-619. EN el caso de esta última, el tramo en el que se extenderá va desde Magaz de Pisuerga (a la bajada de la pasarela sobre el ferrocarril convencional) al comienzo de la Travesía de Villaviudas (del 0,500 al 6,400).
Para la CL-615 se han establecido un tramo mayor. Desde el 38,600 al 54,400. Es decir, desde la glorieta de acceso a la A-231 en Carrión de los Condes a la variante de la localidad de Gañinas. Este tramo coincide en parte de con el tramo en el que se instalaron los difusores de feromonas.
Tres niveles.
En función de los parámetros que se han establecido periódo de la fase lunar, cacerías, obras, tráfico etcétera, la señalización muestra tres posibles niveles de riesgo.
El primero, apagado, ya de por sí advierte de que se está entrando en un tramo de especial concentración de accidentes con fauna. Con la iluminación en color amarillo, significa que se está entrando en un tramo de especial concentración de accidentes con fauna en un momento en el que el riesgo de irrupción de un animal en la calzada es mayor de lo habitual.
El último nivel de la señalización es el rojo, que advierte de que se está entrando en un tramo de especial concentración de accidentes con fauna en un momento en el que el riesgo es mucho mayor de lo habitual.
El proyecto ha superado ya la fase de diseño experimental. Ahora, 30 unidades de este prototipo de señalización se han instalado en once tramos de especial concentración de accidentes con fauna de la Red Autonómica de Carreteras para evaluar su efectividad. Estos tramos se encuentran en las provincias de Burgos (CL-117, CL-632, BU-542, BU-820, BU-904, BU-925), Palencia (CL-615, CL-619), León (LE-125, LE-420) y Soria (SO-920).
Desde 2019
En 2019, coincidiendo con la mejora del asfalto de la CL-615, el pintado de la línea verde y la implantación de tramos en los que se ahuyentaba a la fauna mediante captadioptricos, o esponjas impregnadas en feromonas de posibles depredadores, la Junta de Castilla y León creó varios corredores por los que encauzar, a nivel, a la fauna para que cruzara de un lado a otro de la carretera.
Además del vallado que se instaló para conducir a los animales, jabalies y corzos principalmente, en el punto habilitado para que esos animales cruzaran el asfalto se colocaron detectores. Si un animal se acercaba a la calzada o la cruzaba, a varios metros los conductores veían como se iluminaba una señal que les advertía de la presencia de esos animales en la calzada para que extremara las precauciones. Esos dos puntos donde se experimentó esta medida estaban en la CL-615.
Uno, el más amplio, a unos cientos de metros al norte de la variante de Perales. El otro, junto al límite de un bosquecillo y una vaguada a unos cientos de metros al sur del cruce de acceso a Fresno del Río.
Ahora, con los resultados que han dado estos dos tramos,