La nueva ordenanza incluirá también esta enmienda presentada por el grupo popular, tras admitir el equipo de Gobierno que “la maquinaria agrícola pesada forma parte de nuestra identidad cultural, que hay que preservar”
La negociación de la Zona de Bajas Emisiones entre equipo de Gobierno y oposición ha sido intensa en los últimos meses para garantizar “un centro de la ciudad humanizado y libre de humos”. La alcaldesa, Miriam Andrés, acepta la última petición del grupo Popular. “Los tractores, cosechadoras y empacadoras forman parte de nuestra identidad, por lo que restringiremos, pero permitiremos, su acceso al centro de la ciudad”.
Conciliar el cuidado del medio ambiente con la habitabilidad de las ciudades y la preservación de los valores culturales palentinos no es tarea sencilla. Y prueba de ello ha sido el largo e intenso recorrido que ha tenido la tramitación de la ordenanza que regulará la Zona de Bajas Emisiones en la capital palentina.
Desde la llegada al Consistorio de la alcaldesa Miriam Andrés, la Zona de Bajas Emisiones ha sido una prioridad, no solo por exigencias legales (hay que recordar que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes deben elaborar planes de movilidad sostenible y Palencia ha trabajado en ello, como reconocía el Consejo de Cuentas), sino también para favorecer que la reducción de gases contaminantes en el casco urbano sea una realidad lo antes posible, sin afectar a la calidad de vida de los vecinos.
El concejal de Urbanismo y portavoz del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Palencia, Álvaro Bilbao, ha insistido a lo largo de toda la fase de diseño y tramitación de la ordenanza que deberá regular la ZBE que ésta “se aplicará de forma que no impida la entrada de los palentinos al centro de la ciudad”, facilitando el 95 % de las actividades que se hacen de manera cotidiana.
Palencia: una Zona de Bajas Emisiones apta para el “95% de los palentinos” y visitantes
Pero en la práctica esta medida no era tan sencilla de aplicar. Mientras el concejal de IU-Podemos, Rodrigo San Martín, calificaba la propuesta de ordenanza de “poco ambiciosa”, el grupo Popular la consideraba demasiado restrictiva y criticaba en un comunicado que el Consistorio no les había “permitido presentar sus enmiendas a la Ordenanza de Zonas de Bajas Emisiones durante la Comisión de Medio Ambiente, Obras y Servicios”, que proponían incluir en el artículo 9.1 de la Ordenanza (Interior del perímetro de la ZBE) con carácter general el acceso de vehículos de etiqueta “B” y “C”, es decir, que puedan circular sin restricciones equiparándoles a la etiqueta “0” y “ECO”. “El objetivo no es otro que garantizar que la mayoría del parque de vehículos de la provincia de Palencia pueda acceder sin ninguna restricción a la ZBE”, aseguraban los populares.
Enmiendas aceptadas
Enmiendas que finalmente se admitieron y que han configurado la ordenanza reguladora de la Zona de Bajas Emisiones que comenzará a aplicarse a partir de julio de 2027. Y poco a poco se van desgranando las medidas que finalmente se han aprobado en la norma municipal.
El PP celebraba, en rueda de prensa, la libre circulación sin restricciones para los vehículos con etiqueta “B” y “C”. Teniendo en cuenta que en el borrador inicial del equipo de Gobierno del PSOE figuraba que el 1 de enero del 2026 se limitaría la circulación y acceso a las ZBE a los vehículos con etiqueta “B” y el 1 de enero de 2030 a los vehículos con etiqueta “C”, en la ordenanza actual, y a propuesta del Partido Popular, tal y como señalan en el comunicado, desaparece cualquier tipo de restricción de acceso a estos vehículos.
“La inclusión de la B y la C con los vehículos ECO y etiqueta 0 en el régimen de libre circulación y acceso a las Bajas Emisiones garantiza que entre el 60% y el 70% de los vehículos del parque de la provincia puedan circular con absoluta libertad y sin fecha de caducidad”, aseguran los populares, que también vieron aceptadas otras propuestas, como el acceso de vehículos a dejar y recoger a los escolares en los centros educativos, en horario restringido, o facilitar el acceso para compras en el comercio local.
Maquinaria agrícola “representativa de nuestra cultura”
El siguiente punto negociado entre el Equipo de Gobierno y el principal partido de la oposición ha sido una mayor permisividad con la maquinaria agrícola pesada, un aspecto no exento de polémica, hasta el punto de que Rodrigo San Martín se levantó de la mesa en un momento de la reunión de la última Comisión de Medio Ambiente. “Lo siguiente que vamos a tener que ver es que nos pongan una macrogranja en el Colegio de Huérfanas Ferroviarias“, criticó el edil de IU-Podemos.
A pesar de la confrontación, Partido Socialista y PP han estado de acuerdo en abrir la mano con los agricultores e incluir un artículo en la ordenanza que permita el acceso a tractores, cosechadoras y empacadoras al centro de la ciudad, eso sí, con unos requisitos mínimos. “Tampoco se trata de que entren con el remolque lleno de estiércol, pues elevaría los niveles de metano hasta límites poco saludables. Y nos preocupa mucho la calidad del aire”, matizaba el concejal de Medio Ambiente, Antonio Casas. “El acceso estará restringido a maquinaria moderna, poco contaminante, a ser posible marca John Deere o de color amarillo”, explicaba el concejal de Urbanismo, Álvaro Bilbao, “en un horario limitado, a convenir con las OPA. Y en ningún caso podrán llevar pancartas contra la Agenda 2030, eso seguro”.
“Queremos formar parte de la negociación de esta medida, porque luego, si no, no nos cuadran los horarios con las tractoradas que convocamos tradicionalmente en época de invierno, cuando baja la intensidad de las labores agrícolas, para reclamar más dinero para la PAC y el fin de las políticas reguladoras europeas al mismo tiempo… Y todas esas cosas que pedimos los agricultores”, indicaban desde las organizaciones ASAJA, UPA y COAG.
Por su parte, el portavoz del grupo popular, Víctor Torres, celebraba que el equipo de Gobierno también haya acogido esta idea promovida por la oposición. Aunque exigía que no se deje al libre albedrío la gestión de estos vehículos de gran tamaño en el centro. “Ojo, que al aparcar pueden rayar los coches estacionados en la zona azul. De la que, por cierto, hablaremos otro día. Porque… Tela marinera con la zona azul”, apuntaba, mirando suspicaz al concejal de Hacienda, Carlos Hernández. Sonia Lalanda, concejal de Vox, contestaba con la contundencia a la que tiene acostumbrada a la prensa: “es lo único que nos gusta de la Zona de Bajas Emisiones. Ya era hora de que este Equipo de Gobierno reconociera la importancia del sector primario. ¡Siembra Palencia!”, proclamaba.
La alcaldesa, Miriam Andrés, consideró que la medida profundiza en el carácter “humano” que debe tener la ZBE: “es humano querer pasear el tractor nuevo un domingo a la hora del vermut. Y todos y todas hemos subido a la pala del dumper en alguna ocasión, como buenas palentinas y buenos palentinos”.
Idea celebrada también por el mundo de la cultura
Por su parte, el edil de Cultura, Turismo y Fiestas, Francisco Fernández, siempre preocupado por el deber que tiene la ciudad con la preservación de su identidad cultural, consideraba positivo que en el paisaje urbano se pueda normalizar la imagen de la ruralidad y el sector primario, “que forman parte indispensable de nuestra idiosincrasia y nos representan como sociedad”.
De hecho, Fernández anunciaba “una subvención directa a la Fundación Díaz-Caneja, que es nuestro Centro de Paisaje, Medio Ambiente y Ruralidad, dotada de un montante importante, que será determinante para enriquecer su exiguo presupuesto, de 317 euros en total, para organizar una gran exposición en torno a la figura del tractor, la cosechadora y la empacadora como símbolo identitario palentino”.