La Junta de Castilla y León ha informado este lunes a través de las redes sociales sobre la aplicación de la nueva estrategia de vigilancia y control frente a la COVID-19, aprobada por el Ministerio de Sanidad, y que elimina la obligatoriedad de cuarentenas y aislamientos relacionados con casos asintomáticos y reserva la realización de test diagnósticos a colectivos vulnerables, personas con relación con sanitarios y socio-sanitarios, casos graves y variantes de interés.
Así lo ha señalado la Junta a través de la cuenta de Salud Castilla y León (@Salud_JCYL) en la red social Twitter mediante un hilo de mensajes en el que explica la situación en vigor a partir de este lunes, después de la actualización de la normativa acordada por el Ministerio de Sanidad el pasado 23 de marzo “tras la fase aguda de la pandemia”.
La nueva Estrategia de Vigilancia y Control de la COVID-19 establece que la realización de test diagnósticos queda limitada, con carácter general, a determinados colectivos tales como personas vulnerables (mayores de 60 años, inmunodeprimidos o embarazadas); personas que tengan relación con el ámbito sanitario o sociosanitario; casos graves y personas que hayan estado en contacto con variantes que se consideren de interés.
En casos de COVID-19 leve o asintomática no serán necesarios test al tiempo que la identificación de contactos estrechos solo se seguirá en ámbitos vulnerables, mientras que no se exigirá la realización de cuarentenas ni aislamientos a la población en general en estos casos.
Para las personas que tengan el COVID-19 con diagnósticos leves y asintomáticos se recomienda, al mismo tiempo, “extremar precauciones y reducir lo posible interacciones sociales”; usar siempre mascarilla, mantener la higiene de manos, evitar contacto con personas vulnerables, no asistir a eventos multitudinarios y teletrabajar, si es posible.
