Todos hemos sido testigos en muchas ocasiones de ir por la calle y ver pelud@s atados fuera de comercios mientras, dando por hecho, que sus propietarios están comprando.
Entendemos que los dueños no son del todo conscientes del riesgo que supone este tipo de práctica. Para empezar, al pelud@ no le gusta que le dejes atado en lugares desconocidos con un entorno que puede ser desconcertante y amenazante para él. En días de frío y lluvia no tendrán opción de resguardo y por el contrario si hace mucho calor no podrán buscar sombra ni tener acceso a agua. Da igual que sean cinco minutos, que nunca no lo son, y es mucho peor cuanto más tiempo esté en esa situación. Si nos fijamos en su lenguaje corporal podremos ver que no es feliz, manteniendo los ojos bajos, con desplazamientos cortos, ladrando enérgicamente o llorando.
Vivimos en una sociedad donde hay mucha gente que le encanta apropiarse de lo ajeno por lo que hay que tener muchísimo cuidado y más si el pelud@ es de raza, ya que nos podemos llevar una desagradable sorpresa al salir y ver que ha desaparecido. Debemos pensar que este tipo de personas que roban pelud@s los usan para dos fines. El primero de ellos es la cría ilegal; como ejemplo, un cachorro de raza bichón maltés en un criadero puedo costar entre los 800€ y 1.000€, en el mercado negro donde les venden como objetos de segunda mano entre 200€ y 400€. El segundo fin más horrible y espantoso aún es para ser tratados como “sparrings” en peleas ilegales, lo que les va a suponer un maltrato despiadado y una muerte horrible.
De la misma manera puede sufrir daños intencionadamente o no de gente que pase por donde están atados. En otros casos pueden ser atusados por desconocidos que no conocen el carácter del peludo pudiendo reaccionar de manea impredecible y llegar a provocar un conflicto.
Al permanecer atado puede hacerse daño el mismo al dar tirones para intentar soltarse, con el problema que puede conllevar si lo logra, desde provocar un accidente, sufrir un atropello o una huida sin retorno. De igual modo se puede llegar a sentir acorralado por otros peludos que paseen por donde está atado, llegando incluso a pelearse.
Por último, debemos pensar en el nerviosismo que le vamos a generar y que le puede provocar problemas de salud, ya que puede sentirse abandonado si tardamos mucho tiempo y esto empeora en peludos que tengan ansiedad por separación.
Si queremos ir de comprar y los establecimientos donde queremos o tenemos pensado acudir no son Pet Friendly y por tanto no tienen la entrada permitida es muchísimo mejor que los dejemos tranquilos en casa, en una guardería o con algún familiar. Al peludo no le generaremos un stress innecesario y nosotros podremos entretenernos todo lo que queramos sin ningún tipo de temor de que nuestro amado y fiel compañero de cuatro patas no este al salir.
Sandra Paramio
Cielo Animal