Sobre la visita de Santiago Lorenzo a Palencia y la representación de la obra de teatro inspirada en su novela | Por Luis M. Rivas Cilleros

¿A quién insultas llamándole asqueroso? Sí, ponte en esa situación. Trata de recordar la última vez que llamaste (o si no se lo dijiste a la cara, sí que lo pensaste, no vayas de santo) a alguien asqueroso.

Asqueroso con todas las letras, asqueroso por su forma de ser, por su forma de hablar, por su forma de reaccionar a lo que le rodea, por su desenvolvimiento en las relaciones sociales… asqueroso con mayúscula, desde la A hasta la O.

Asqueroso está por encima de tonto, bobo, feo, lerdo, corto, repelente… Tiene un punto, una connotación que va más allá del simple término. Algo es asqueroso porque sí, porque lo parece y porque el que ha decidido sacar del cajón el término para utilizarlo, lo hace con conocimiento de causa, con ganas de dejar claro que eso, eso que ve, eso que vive, es asqueroso; si algo te da asco estás en peligro, debes ponerte a la defensiva. La asquerosidad te hacer arrugar el ceño y tragar saliva, mucha saliva…

Con la asquerosidad es con lo que ha aprendido a convivir Santiago Lorenzo. O más bien el protagonista (quizá, mejor dicho, los protagonistas, porque la carga de la historia se la reparten casi a partes iguales) de Los Asquerosos, que llega en forma de obra de teatro a la capital después de haber triunfado en formato papel.

Sí, papel, no en formato Tablet, pantalla de móvil o cualquier otro dispositivo que no permita manosear las páginas, ir adelante, volver atrás, realizar anotaciones o darse el gusto de colocar un marcapáginas (ohhhh, existen los marcapáginas, ¡no son fósiles del Cretácico!).

Lo asqueroso no es que Manuel haya acuchillado a un policía antidisturbios que pretendía agredirle. Solo hay que coger los periódicos para comprobar que las páginas de Sucesos incluyen una gran variedad de afrentas de este tipo, cual estantería de un súper repleta de lineales marca blanca, precio medio y Premium.

Lo asqueroso no es que Manuel haya decidido huir.

JUEVES 20

17:30 h. Charla con Santiago Lorenzo dentro del ciclo ‘Leer-Ver-Pensar’ de la MCIP, a propuesta del Club de Lectura de la UPP. Biblioteca Pública de Palencia (conviene reservar)

VIERNES 21

19:30 h. Obra de teatro ‘Los Asquerosos’, con Miguel Rellán y Secun de la Rosa. Teatro Principal de Palencia.

Todos, en cierto modo, hemos huido alguna vez y no por ello nos llamaron asquerosos: dejémoslo en que fuimos unos cobardicas (que no es lo mismo que cobarde, oye).

Afortunadamente Santiago Lorenzo no huye, escribe, que en cierta medida es un acto de valentía cuando quieres vivir de ello. No es que se prodigue en apariciones, se desenvuelve con más naturalidad frente a la pantalla del ordenador. Lorenzo prefiere escribir en lugar de hablar.

Pero en Palencia no le va a quedar más remedio que hablar. Sí, no sabemos si largo o tendido o habrá que extraerle las palabras con sacacorchos. Tiene programada su presencia en la capital para hablar de Los Asquerosos, de su obra en general y de la vida, esa vida que algo de peculiar debe de tener, para haber llegado a nuestras manos como Los Asquerosos.

Habrá que aprovechar para saber si, como Manuel, que huye y se esconde en una aldea abandonada, él, Santiago Lorenzo, también ha decidido dar esquinazo a algo… No creemos que sobreviva solo a base de libros Austral, ni con una pequeña compra en el Lidl cada equis semanas. No creemos, o por lo menos eso queremos pensar.

Como en los anuncios por palabras. Para más información diríjanse a la Biblioteca Pública de Palencia. Allí Santiago Lorenzo les espera para contarles lo asqueroso que resultan los mochufas… ¡Ay! ¡Que casi se nos olvida, los mochufas*!

* Mochufa, palabra inventada por Lorenzo para referirse a aquellas personas que aúnan desconsideración, mal gusto, inconsciencia y amor por la estridencia en todas sus formas. Tranquilo: si has llegado hasta aquí en tu lectura, probablemente no seas un Mochufa.

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