Te incorporaste al club después de Navidad, y desde tu llegada es cierto que el equipo ha ganado enteros ¿te lo hacen saber los compañeros y la afición?
Cuando llegué al principio íbamos un poco regular porque había muchos parones y estuvimos mucho tiempo sin jugar. No cogíamos ritmo, pero bueno, con el tiempo hemos ido mejorando poco a poco en los entrenos, sacando partidos. Cogimos buenas sensaciones y entramos en buena dinámica, se nota que estamos mejorando y estamos en un buen momento, creo.
A mí personalmente, el mes que estuvimos sin jugar me permitió entrenar mucho con el equipo, coger los sistemas e ir entrando en ritmo.
Cuando jugaste en pretemporada aquí con el Porto ¿te hubieras podido imaginar que ibas a terminar la temporada en Palencia?
No, la verdad que no aunque en el deporte puede pasar cualquier cosa. Cuando vine en pretemporada no tenía en la cabeza jugar aquí en esa misma temporada. Pero bueno, al final pasan cosas y acabé en Palencia.
Venías como segundo pívot y estás jugando bastantes minutos ¿se ha conseguido el equilibrio perfecto entre Bamba y tú?
Bueno, yo cuando vine aquí lo que quería era seguir mejorando, jugar y coger buenas sensaciones, es lo que cuenta, coger confianza. Y luego ya, que seas pívot titular o no, pues eso ya son detalles, lo importante es jugar, ganar y seguir arriba.
¿Qué crees que aportas en cada momento al equipo?
Bueno, como siempre, intento aportar mucha energía, jugar duro en defensa, en ataque, rebotear, jugar rápido y ayudar a mis compañeros.
Ha habido partidos aplazados en los que no has podido jugar y el equipo te echó en falta.
¿Es frustrante no poder jugar, encima sin estar lesionado?
Sí, da mucha frustración porque quieres jugar todos los partidos pero las normas son así y al final hay que aceptarlo, pero sí es verdad que se hace raro verlo desde fuera porque lo que quieres es disfrutar del momento.
Después de dos meses con un calendario tan apretado de partidos ¿en qué estado físico te encuentras?
Bien, bien, aunque la verdad es que estos meses han sido duros porque jugamos muchos partidos, dos por semana, y eso carga mucho, pero al final pues hay que intentar manejarlo y cuidarse un poco. A veces puede que tengas alguna molestia, pero bueno, hay que tratarlo e intentar tener un poco de equilibrio.
Viendo la posición del equipo en la actualidad ¿hasta donde crees que se puede llegar?
Estamos en una buena posición y cualquier cosa puede pasar, porque la Liga es muy igualada, y cualquier equipo te puede ganar. Entonces hay que ir partido a partido y luego ya, pues si haces las cosas bien, todo es posible.
Más personal
¿Qué querías ser de pequeño? A mí siempre me gustó el fútbol. Quería ser futbolista. Luego empecé a crecer y al final no me imaginaba a un tío de 2,08 metros jugando al fútbol. No lo he visto (risas).
¿Extrañas algo de tu niñez? Estar tanto tiempo con la familia, los amigos, porque estamos siempre fuera. Los vemos solo en verano.
¿De qué miembros de tu familia has aprendido más? De mis padres.
Lo mejor que te ha pasado en tu carrera como jugador… Siempre he tenido buenas relaciones con los equipos que he estado, entonces eso es lo más importante.
Los jugadores cambiáis mucho de ciudad, pero ¿dónde te gustaría realmente vivir? Bueno todavía no sé, pero supongo que en mi país, porque ahí está mi familia, mi gente de siempre.
Alguna manía antes de cada partido… Sí, pasar mucho tiempo en el vestuario para hacer mis cosas, como rezar, centrarme en el partido, motivarme…
FOTOGRAFÍA: @MASQUEBASKETPAL
