El premio nacional de cómic participó en una charla con aficionados al noveno arte en la Biblioteca Pública de Palencia
El tablero político cambia, pero el objetivo global sigue siendo el mismo: explotar a los países pobres para obtener sus preciados recursos. Es el leitmotiv de ‘El cielo en la cabeza’, la última obra del premio nacional de cómic, Antonio Altarriba, la cual ha supuesto una verdadera “odisea creativa” para el guionista que firma este tebeo, uno de los más laureados de 2023, junto al dibujante Sergio García y la colorista Lola Moral, ambos pareja sentimental.
El premio nacional de cómic de 2010 llegó a Palencia para difundir y poner en valor al noveno arte, que está alcanzando su cotas más altas gracias a la irrupción del cómic europeo, pero también al manga japonés. Esta novela gráfica demuestra por su crudeza que el mundo de las viñetas no está solo pensado para niños que disfrutan de sus personajes favoritos, sino que es una literatura para edades maduras y avanzadas.
El cielo en la cabeza transcurre en una República Democrática del Congo golpeada por la colonización y en la que proliferan atrocidades como la guerra y sus derivados: expolios o violaciones.
COMPOSICIÓN
“Narrativamente muy rico, con un montaje experimental”, apuntó el dibujante palentino Félix Velasco, que se encargó de dirigir la charla con el autor aragonés, quien se mostró encantado de volver a Palencia con sus compañeros autores, un guante que recogieron tanto la Biblioteca Pública de Palencia como la Librería J.M. de la capital, culpables directos de la presencia ayer de Altarriba.
Páginas compuestas de una forma muy original, que Sergio García representó de forma eficaz ajustándose al guion de Altarriba. Especialmente una doble página en la que los protagonistas suben a la copa de un árbol, la cual supone un ejemplo de “ingeniería técnica”, idea de Altarriba, que el dibujante representó de manera magistral, logrando “la profunda densidad de la selva”, apuntó el guionista.
Así, la pareja de García y Moral ha logrado que tanto el dibujo como el color consigan ser dos elementos más de la historia, que también proponen una lectura contemplativa.
OBRAS FAMOSAS
De todas sus obras, Altarriba escoge ‘El ala rota’, la otra cara de ‘El arte de volar’, título por el que se alzó con el premio nacional de cómic en el año 2010. En ‘El ala rota’, el ensayista recuerda la figura de su madre en una España afectada por la dura represión del franquismo.
Altarriba pertenece a una generación que empezó a leer con los tebeos, algo que se ha ido repitiendo durante las futuras generaciones. Los martes estaba pendiente del nuevo número de El Capitán Trueno junto a sus compañeros de instituto, fantaseando con los nuevos guiones que proponía Víctor Mora. También guarda buen recuerdo de la revista Pulgarcito.
Juan Díez Canales, Salva Rubio o Alicia Palmer, ya que las mujeres han irrumpido con fuerza, tanto lectoras como dibujantes, son algunos de los nombres que citó Altarriba del panorama actual español y a los que responsabiliza del gran éxito de la novela gráfica española y europea.
El aragonés no desprecia el término novela gráfica, pero recuerda que “el tebeo era una revista y la editorial Bruguera hacía historietas y se alejaba de un término anglosajón”, como es el de cómic, que viene de la palabra comedia.
Como bien dice Altarriba, “la gente que habla es la que le pone nombre a las cosas. Y para algunos soy guionista de cómics, novelas gráficas o tebeos gordos”. El caso es que el cómic, el tebeo o la novela gráfica es lo que nos apasiona. Y cada vez a más gente.
Antonio Altarriba: “El cielo en la cabeza una aproximación real al problema de la inmigración”