El entrenador del Zunder Palencia asegura que se han intentado buscar diferentes defensas, tanto individuales como zonales, para proteger a los jugadores de las posibles carencias
Un equipo que va último, con solo una vitoria… ¿Cómo se mete un entrenador en este lio?
Primero con mucha ilusión, siempre he dicho que el proyecto del Zunder va a durar toda la vida. Está hecho con mucha cabeza y con mucha pasión. Es un club que gasta lo que tiene, que va a estar siempre en el baloncesto profesional español, con la ilusión de mantenerse un año más en la liga ACB. Había y hay opciones reales de poder salvar al equipo.
¿Cómo se motiva a los jugadores de un equipo que está en esta situación?
La parte más importante es la de liberar esas cabezas de tanta derrota seguida. Hay que simplificar el baloncesto, pensando menos y ejecutando más, para no recordar tanto en lo que había en la mochila. También he dado confianza a los jugadores, les dije que cada vez que tuvieran un tiro liberado en los primeros segundos de la posesión lo podían tirar, les he dado más libertad y confianza y les he dicho que el error en ataque por fallar un tiro, yo no lo tenía en cuenta. Lo que no permitía era un error en esfuerzo, en defensa, en sacrificio… El entrenador se tiene que ganar la confianza de los jugadores, haciéndoles mejores o ganando. De hecho algunos jugadores han mejorado el nivel.
¿Cuáles son las diferencias más apreciables en el Zunder Palencia desde que llegaste?
He intentado tener más canastas en los primeros siete segundos de la posesión, de llegar jugando, de pick and roll, de juego libre en las transiciones… creo que le venía bien a este equipo. Y yo he intentado hacerle un poco más sólido en cuanto a defensa, y adaptarme más a mis jugadores. No somos el equipo más físico, el que tiene más presencia, entonces hemos intentado buscar diferentes defensas, tanto individuales como zonales, para intentar proteger al jugador de las carencias que tiene.
Del 1 al 10 ¿cuál dirías que es el nivel de emergencia del Zunder ahora mismo?
El 10, no lo he escondido en ningún momento. En mi cabeza tengo la idea de que para salvarse en la liga ACB hace falta mínimo 11 victorias. Pero se puede hacer, tenemos que ir partido a partido y afrontar cada uno de ellos como una final. Hay esperanzas, de hecho el otro día hablando con Pedro Martínez me recordaba que el Manresa estaba el año pasado en la misma situación que nosotros, con tres victorias en la primera vuelta, y me decía que se puede hacer.
Si tuvieras una varita mágica, y pudieras hacer un jugador a medida de lo que le falta ahora mismo el equipo ¿qué cualidades debería tener?
Ahora mismo, con las bajas que ha habido en la posición de 4, hemos tenido que readaptar el equipo y meter a Kamba al 4, aunque es un 2-3, y Piñeiro es un 4 pequeño. Quizás nos haría falta un jugador que nos complementara esa posición para poder utilizar a Kamba en la posición de 3. Es decir necesitaríamos un jugador que nos permitiera ampliar esa rotación, y que pudiera jugar al 4 e incluso al 5 si tuviéramos alguna lesión. Estamos viendo en el mercado las posibilidades que hay.
A los jugadores, en las charlas que han trascendido, siempre les motivas hablándoles de la afición ¿cómo de importante es esta afición para vosotros?
Yo creo que para este club es lo más importante. He visto que es una afición que no existe en otra parte del mundo. Cuando perdemos y veo a los chicos con caras tristes porque lo han dado todo y en el pabellón se dice ¡¡Sí se puede!! ¡¡Sí se puede!! dices… ¿cómo no vamos a volver el lunes a trabajar, matándonos por esta gente? Es un punto de motivación que no existe en otro club.
El otro día cuando acabó el partido de Manresa, que vino mi familia a verme y nos fuimos a cenar a un restaurante, cuando entramos -estaba lleno- se levantó todo el mundo a decir ¡Sí se puede! A mi mujer se le caían las lágrimas de la emoción.
¿Seguirías una temporada más al frente del Zunder ya sea en ACB o en Leb?
A mí es un proyecto que me gusta. Me siento muy querido, cada día me gustan más estos retos. Estoy muy a gusto aquí.
¿Hay diferencias entre entrenar a la Selección Española y a un club?
Hay muchas, primero en cuanto a la urgencia del tiempo. La verdad que venir a Palencia a mitad de temporada es como ir a la Selección, he tenido que hacer cosas urgentes. Porque si tú entrenas al equipo desde el principio, le preparas durante la pretemporada, y eso es lo que nos falta a nosotros ahora y que se notó en el partido con Manresa en el último cuarto. No tenemos automatismos.
En un equipo puedes estar una semana preparando un partido y en la Selección yo no sé contra quien voy a jugar las Semifinales mañana, tengo que esperar a las ocho de la noche a ver quién gana y prepararlo.
Y a la Selección van los mejores jugadores de España, es un nivel de jugador muy alto, y yo lo que hago es adaptarme a ellos, ya sea en la Selección Española, en Japón, en la Leb, en ACB…
¿Qué tal este tiempo en Palencia?
Me parece una ciudad súper acogedora, la gente es muy amable. En el aspecto gastronómico es una ciudad para disfrutarla. En la parte cultural ya me hice mis pequeñas rutas para ver el Románico Palentino. Luego haré de embajador de Palencia.