El segundo entrenador del Palencia Cristo Atlético, sobrino del mítico jugador palentino José Mario Cano, asegura que está disfrutando muchísimo de este etapa en el club, junto al técnico Carlos Doyague
¿Cómo te planteas esta nueva etapa en el Palencia Cristo Atlético?
No es la primera oportunidad que tengo de trabajar en el fútbol senior, el año que me retiré en el Deportivo Palencia ya tuve la experiencia de trabajar con Juanjo y Maté como segundo entrenador en el Deportivo Palencia. Fue una experiencia que me ayudó a seguir ligado muy de cerca al fútbol.
Pero esta segunda oportunidad la estoy disfrutando más, me ha venido en el momento justo. Al principio no tenía claro si aceptarla pero tuve una reunión con Carlos Doyague y me apeteció mucho trabajar con él. Le vi una persona con muchísima ilusión, y quería poder ayudarle y aunque hemos pasado malos ratos atrás creo que merece llevarse muchas alegrías. Estoy encantado la verdad.
Hablando de Carlos Doyague… Desde tu veteranía ¿qué aportas al míster en el día a día?
A mí me está sorprendiendo muchísimo porque tiene una capacidad de conocimientos muy grande, y una preparación de entrenamientos y partidos que me gusta. También me gusta su cercanía al futbolista, yo estoy aprendiendo mucho de él. Y creo que una de las cosas que más le puedo aportar es el conocimiento de lo que es un vestuario, porque yo he tenido la suerte de disfrutarlo durante muchísimos años desde dentro, y posiblemente él tenga ese desconocimiento al no haber sido futbolista. Hay muchas cosas que en ese sentido se le pueden escapar como saber qué piensa el futbolista en ciertos momentos de la temporada, lo que pueda estar viviendo cuando juega más o menos, qué es lo que pasa por su cabeza… Pero con la ilusión que tiene lo va aprendiendo muy rápido. Está muy bien preparado y se ve.
El equipo acumula una buena racha, con tres últimas victorias. ¿Se empiezan a ver cumplidas las expectativas marcadas a principio de temporada?
Se empiezan a ver la expectativas que había creadas en este equipo. Todo lleva su proceso, estábamos hablando de un equipo que prácticamente era nuevo y todo tiene que tener su proceso de acoplamiento.
Si hablamos de tus años como jugador, tienes una larga trayectoria en equipos como el CF Palencia e incluso en el filial del Atlético de Madrid y en la Cultural Leonesa. Has estado más de 20 años en activo. Echando la vista atrás ¿recuerdas con nostalgia o con orgullo esa etapa?
Empecé muy joven en el Palencia y tengo nostalgia de esa etapa de mi vida. Yo tuve la suerte de ser miembro de una familia futbolera, mi padre jugó y mi tío José Mario Cano ha jugado muchísimo en el club de fútbol Palencia. Yo quería ser como él y tuve la gran suerte de jugar a su lado y haber sido compañeros, para mí es el mayor orgullo de mi carrera. También viví la experiencia de jugar en el filial del Atlético de Madrid y conseguir el ascenso con él. Además ha sido bonito representar a clubes de León, Burgos, Palencia, Almería, Albacete…
En los últimos años has estado de entrenador de fútbol base, y a día de hoy sigues colaborando con el Juvenil del CD San Juanillo. ¿Les aportas tú más a los chicos o ellos a ti?
Llevo 15 años entrenado al fútbol base. Es una forma de seguir unido a este maravilloso deporte, y es mi forma de agradecer a toda esa gente que perdió el tiempo en enseñarme a jugar, que me dio sus conocimientos para yo mejorar y haberme podido dedicar así muchos años a ello.
A mí personalmente me hace mucho bien estar con los niños, muchas veces me aportan ellos más a mí que yo a ellos. Es un placer verles progresar. El fútbol es un deporte de sentimientos y cuando eres crío es todo amor y pasión por él.
Como ya nos has dicho eres sobrino del mítico jugador palentino José Mario Cano. Habrás tenido la oportunidad de recibir buenos consejos suyos…
Sí, tengo la suerte de haber convivido mucho con él cuando yo jugaba en Palencia, y lógicamente me ha dado muchos consejos, y también muchas broncas para yo mejorar y sacar lo mejor de mí.
Yo siempre me fijaba en él porque para mí era un ídolo, igual que para muchos chavales de mi edad, porque él vivió los años dorados del fútbol club Palencia en los 80. También era una responsabilidad pero es algo de lo más bonito que me pudo pasar, el haber jugado con él, convivir en el mismo vestuario, entrenar juntos…