La Asociación Europea de Proveedores Automovilísticos (Clepa) estima que para el año 2022 se dejarán de producir entre 4 y 6 millones de vehículos pese a que el mercado podría presentar cierta recuperación.
La asociación ha resaltado en un comunicado que la escasez de chips sigue presionando a la industria y supone un reto “entre importante y existencial” para los proveedores del sector de la automoción, lo que pone de manifiesto la necesidad de una estrategia específica para los semiconductores y de una acción “tangible” por parte de los responsables políticos.
Clepa ha apoyado el compromiso de la Unión Europa de adoptar una ley de chips, que se dará a conocer el próximo 8 de febrero, pero ha subrayado la necesidad de “una inversión sustancial más allá del compromiso asumido hasta ahora”.
Esta Ley debería combinar, en su opinión, una inversión pública sustancial y la mejora de las condiciones de inversión dentro del mercado con el compromiso de facilitar el comercio mundial y la inversión privada.
La asociación ha apuntado que mientras que otras regiones han impulsado planes integrales de inversión en semiconductores, las iniciativas políticas y los compromisos de inversión de los gobiernos de la UE son significativamente “menores y carecen de coordinación y enfoque”.
Además, han advertido de que si la UE tarda “demasiado en aclarar el marco de inversión”, las empresas interesadas en invertir en el mercado europeo podrían buscar en otros lugares.
“Las industrias de los semiconductores y del automóvil ofrecen soluciones de gran valor para los consumidores y las empresas gracias a las cadenas de suministro integradas a nivel mundial. Por lo tanto, los responsables políticos deberían mantener su compromiso con un mercado abierto y ayudar a diversificar las cadenas de suministro en cooperación con socios globales siempre que sea posible”, ha reivindicado la secretaria general de Clepa, Sigrid de Vries.