La Policía Nacional despliega un equipo de drones y otra unidad para neutralizar aparatos no autorizados con el fin de garantizar la seguridad aérea durante la fiesta universitaria de la ITA
David Herrero / ICAL
Escudo total en el aire. El cielo del parque Ribera Sur de la capital palentina estará vigilado como nunca antes durante la celebración de la fiesta universitaria de la ITA, gracias al despliegue de un equipo del Servicio de Medios Aéreos de la Policía Nacional, procedente de Cuatro Vientos (Madrid), dotado con dos drones de vigilancia. Este control se complementa con la labor de la Unidad de Seguridad y Protección Aérea de Castilla y León, encargada de localizar e inhibir aparatos sin autorización.
El binomio formado por dos agentes procedentes de la Comunidad de Madrid explican a la Agencia Ical que su función se centra en prestar servicio de seguridad con los drones, gracias a la dotación de dos aparatos, el dji Matrice 300 y el Mavic advanced.
En el caso del Matrice 300, el más grande y potente de los dos, volará a 60 metros de altura y está dotado de una cámara con muchos aumentos para ampliar y visualizar la imagen, además de ofrecer la posibilidad de visión térmica.
“Daremos cobertura de seguridad aérea y se volará por el perímetro, ya que, por la legislación actual, no se puede volar sobre personas”. Por ello, la misión se centrará en vigilar las entradas y el entorno, porque el zoom de la cámara que monta el dron es bastante potente y suficiente para percatarse de cualquier incidencia o problema que pueda ocurrir en el interior del recinto, subraya.
Localizar e inhibir
Este dispositivo aéreo se complementa con la participación de la Unidad de Seguridad y Protección Aérea, conformada por tres agentes procedentes de las Jefaturas de Valladolid, León y Ávila. Trasladan que es la primera vez que actúan en esta fiesta, pero aclaran que han participado en otros actos y eventos para al protección de personalidades y ofrecer seguridad.
Poseen un sistema de localización de drones, donde una antena portátil localiza a todos los aparatos de este tipo que entren en el espacio de seguridad que se ha acotado para el evento, puntualiza a Ical.
Tras ello, una especie de arma entra en acción, al ejercer la función de interceptación e inhibición de drones. “Si entra algún aparato de este tipo en la zona sin nuestro permiso, se interceptaría y se podría actuar de dos formas. En primer lugar, se mandaría una orden al dron con la que se le envía al lugar desde donde despegó y, en segundo lugar, se podría bajar a tierra si es demasiado peligroso”.
Imagen M. Brágimo-ICAL